Octubre de 2017 fue la fecha escogida por el antiguo Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para modificar el Real Decreto 954/2015, por el que se regula la "indicación, uso y autorización para la dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humanos por parte de la profesión enfermera". A la firma del acuerdo acudió el Foro de las Profesiones Sanitarias, así como la entonces titular de la institución ministerial, Dolors Montserrat.
Un año después, en octubre de 2018, el Consejo de Ministros ha aprobado la modificación de la normativa, con el visto bueno y la satisfacción de la Mesa de la Profesión Enfermera, entidad conformada por el Consejo General de Enfermería (CGE) y el Sindicato de Enfermería (Satse). Esta mismo sábado, el Boletín Oficial del Estado (BOE) hará efectivo el cambio.
Precisamente octubre es, de forma tradicional, el mes elegido por una significativa parte de los ejecutivos autonómicos para arrancar la campaña de vacunación contra la gripe estacional, una iniciativa sanitaria que busca reducir, mediante la inmunización, la morbimortalidad por esta patología en los grupos de personas más vulnerables y en aquellos colectivos en los que la gripe puede ocasionar una mayor alteración en su estado de salud.
"Agradecemos a la ministra su sensibilidad, agilidad, reacción y visión política a favor del Sistema Nacional de Salud y de sus profesionales"
En este sentido, el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, ha mostrado su agradecimiento a la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, porque "se haya aprobado el Real Decreto de prescripción enfermera antes de que se inicie la campaña de vacunación contra la gripe estacional".
En la misma línea se ha mostrado el máximo responsable de Satse, Manuel Cascos, quien ha agradecido la ministra su "sensibilidad, agilidad, reacción y visión política a favor del Sistema Nacional de Salud y de sus profesionales".
En una reciente entrevista concedida a ConSalud.es, el presidente de la organización sindical aseguraba entonces que si esta norma no estaba en la calle cuando empiece la campaña de vacunación contra la gripe, se iba a crear un "tremendo conflicto asistencial" y se iba a poner en una "situación de indefensión" a profesionales y pacientes.