La estadística de agresiones a profesionales sanitarios suma un nuevo caso. El último ataque lo sufrió en la mañana de este jueves una técnico en cuidados de enfermería del Hospital Provincial de Toledo que fue agredida verbalmente y amenazada de muerte por el familiar de un paciente que se negaba a que los profesionales atendieran a dicha paciente.
José Antonio Gálvez, secretario provincial del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) en Toledo manifiesta “su profunda repulsa hacia esta lacra social que supone la violencia de cualquier tipo pero que, en el caso de las agresiones a los sanitarios, añade un estrés inaceptable. Es evidente que nadie debería ir con miedo a ser agredido a su puesto de trabajo. No es asumible que los usuarios, ya sean pacientes o sus familiares, descarguen sus emociones contra los profesionales que les atienden”.
"No es asumible que los usuarios, ya sean pacientes o sus familiares, descarguen sus emociones contra los profesionales que les atienden”
La dirección del centro ha puesto en marcha el protocolo de actuación conocido como Plan Perseo prestando toda la colaboración a la compañera implicada adoptando las medidas necesarias para minimizar el riesgo. No obstante, además de este Plan, que funciona desde hace algunos años en el Sescam, SAE considera que es necesario profundizar en la aplicación de nuevas actuaciones, que se unen a las ya existentes, al objeto de establecer un procedimiento de actuación para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ante las agresiones a sanitarios.
Este protocolo que debe surgir de la Instrucción 3/2017 de la Secretaría de Estado de Seguridad sobre medidas policiales a adoptar frente a agresiones a profesionales de la salud contempla entre otras actuaciones la creación de la figura del Interlocutor Policial Territorial Sanitario y que serán los encargados de mantener un contacto fluido y más directo entre los profesionales y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en caso de agresión al personal sanitario.
Asimismo, es prioritario llevar a cabo labores de prevención a través de formación adecuada que dote a los profesionales de las herramientas necesarias para canalizar una situación potencialmente peligrosa evitando así que se convierta en agresión física o verbal.