El Consejo General de Enfermería (CGE) ha presentado este lunes los resultados de una macroencuesta realizada a miles de enfermeras, en la que se analiza cómo afecta la carga asistencial que sufren estas profesionales en su salud física y mental. Estrés, ansiedad, bajas laborales y desmotivación son algunos de los motivos por los que, si la situación no cambia, el Sistema Nacional de Salud se tambalea y con ello la atención de los pacientes, grandes damnificados de esta sobrecarga de trabajo.
El presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, afirma que “el 60% de las enfermeras españolas han pensando en abandonar la profesión”, alertando que la situación va a llegar a un punto insostenible. Cuidar al cuidador es una de las peticiones que plantea el CGE a las administraciones tras analizar los datos de esta encuesta. Pero no solo cuando ya haya un problema, sino antes, a través de programas de prevención para evitar llegar a él.
Dirigiéndose a los responsables políticos, advierte que si no se ponen soluciones, “tendremos una quiebra en el sistema sanitario español”. Ha reclamado que los Presupuestos Generales del Estado “deben contar con una partida para solucionar esta situación “casi caótica” que apunta “sólo se puede solucionar aumentando las ratios y reconociendo nuestro nivel profesional” y sentencia: “Las promesas ya no sirven, necesitamos realidades”.
“No podemos avisar más veces, la situación está al límite”
Un reciente análisis de la situación de la profesión enfermera reflejaba la necesidad de contratar a 123.000 profesionales más para llegar a las ratios de la Unión Europea y poder dar una atención óptima a la población. Ahora, los resultados de esta encuesta ponen de manifiesto la situación que viven diariamente las enfermeras y enfermeros y cómo esto puede poner en peligro no solo su salud física y mental, sino la atención que reciben los pacientes, grandes damnificados de esta sobrecarga de trabajo.
“No podemos avisar más veces, la situación está al límite”, ha subrayado Pérez Raya recordando que “el impacto de la pandemia en nuestras enfermeras fue terrible”. En la última encuesta un 46% de los profesionales reconocieron estar en una situación de deterioro importante que les llevaba a valorar dejar su profesión”, un dato que en dos años ha aumentado un 13,5%, provocando una situación que alertan desde el CGE provoca una situación y una tendencia “tan grave como insostenible”.
Guadalupe Fontán, Coordinadora del Instituto Español de Investigación de Enfermería en el Consejo General de Enfermería ha desgranado los datos de la encuesta realizada a más de 8.300 enfermeras de nuestro país. “El 57,7% de ellas considera que el volumen de trabajo que tienen es excesivo, con una valoración de la carga de trabajo de 8,62 sobre 10. Esta percepción es transversal a todos los ámbitos de trabajo pero especialmente en los ámbitos sociosanitarios y hospitalario”, puntualiza.
A pesar de que el anterior estudio, realizado en 2022, se produjo muy cerca de la pandemia, las valoraciones han empeorado ligeramente tanto en el reconocimiento del desarrollo profesional como en la conciliación de la vida familiar y laboral y el desarrollo de las espacialidades. “No parece que se hayan tomado medidas y ha seguido la erosión”, sostiene Fontán.
El 86% de las enfermeras han presentado episodios de estrés, el 67% ansiedad, el 60% insomnio y el 27% depresión
Además un 56% de las encuestadas reconoce que la situación de la profesión ha empeorado respecto a antes de la pandemia. “La percepción de ‘ir para atrás’ es mayoritaria en todas las áreas de trabajo analizadas”, ha apuntado Fontán. Sólo 8 de cada 100 profesionales ha afirmado en la encuesta que la situación ha mejorado.
Sin duda, la carga laboral está detrás de esta percepción. Los datos de la macroencuesta reflejan que la presión asistencial afecta psicológicamente al 88.3% de las profesionales. Esto se traduce en que el 86% de las enfermeras ha tenido episodios de estrés, el 66,6% ha padecido ansiedad y hasta el 27,2% ha llegado a tener depresión.
“El 23% de las enfermeras se han visto obligadas a solicitar una baja laboral por algún problema derivado de la carga emocional que genera la presión asistencial”, ha explicado Fontán indicando que este dato ha aumentado desde el 16% en tan solo 2 años lo que significa una evolución preocupante en caso de que se mantenga esta tendencia en los años posteriores.
“El 34% de las enfermeras se han llegado a plantear solicitar la prejubilación y asumir el impacto económico que supone”
La situación laboral y la falta de reconocimiento de la profesión lleva incluso a la reconsideración de la vocación de las enfermeras. “El 36% reconoce que no volvería a estudiar enfermería si pudiera echar marcha atrás”, afirma Fontán. Este dato es significativamente superior al recogido en la encuesta de 2022, con un aumento de 7,7 puntos.
Otro aspecto que agrava la situación de la profesión son las jubilaciones. La encuesta apunta que el 12,2% de las enfermeras en activo actualmente se jubilarán en un plazo de 10 años, aunque la previsión del INE, apuntan desde el CGE, es del 16,26%. “La encuesta revela que el 34% de las enfermeras consultadas se han llegado a plantear solicitar la prejubilación y asumir el impacto económico que supone”, alerta Fontán destacando que este porcentaje aumenta hasta el 42,5% en el ámbito de las Consultas externas y roza el 42% en las urgencias extrahospitalarias.
“Las condiciones laborales y de la profesión han empeorado en relación al año 2022”, ha indicado Raquel Rodríguez Llanos, vicepresidenta primera CGE, quien ha recordado que para alcanzar las ratios de la media europea (8,83), España tendría que aumentar 122.993 enfermeras, mientras que en 2023 hasta 1.473 enfermeras españolas han solicitado la documentación para marcharse al extranjero. “La atención es muy grave y se requieren estrategias específicas para atender esta situación, en las que la política es fundamental para su abordaje”, ha concluído.