Enfermeras de salud mental: "Implantación lenta en las CC.AA. y en ninguna al 100%"

Extremadura, Aragón y Murcia se destacan en el mapa de las regiones que mejor están sabiendo aprovechar este perfil de especialistas para sus servicios de salud. Cataluña, a la cola. Nos atiende el presidente de AEESME, Francisco Megías

Nos atiendepara ConSalud.es el presidente de AEESME, Francisco Megías. (AEESME)
11 septiembre 2023 | 00:00 h

La Ley General de Salud Mental, presentada en el Congreso en 2021 recogía la necesidad de que las CC.AA. alcanzasen un ratio deseable de 23 enfermeras especialistas por cada 100.000 habitantes. Unas cifras que están alejadas de las que se encuentran los pacientes cuando acuden ahora a los servicios de salud de su región. De la misma manera, muchos colectivos reclaman un mayor número de plazas EIR en la convocatoria para la formación en la especialidad enfermera de salud mental, así como que los departamentos autonómicos creen puestos específicos para este perfil profesional.

En el marco nacional, la implantación de estas profesionales en los servicios de salud mental de la Sanidad pública es tremendamente desigual. Unos efectivos, por otra parte, que cada vez son más necesarios ante la creciente incidencia de los problemas emocionales en la población. Patologías especialmente atenuadas en la sociedad con el paso de la crisis sanitaria por la Covid-19 y los estragos que dejó en los ciudadanos. El presidente de la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (AEESME), Francisco Megías, confirma para ConSalud.es el “sorprendente retraso” que esta especialidad presenta en nuestro país y la “gran diferencia entre las distintas CC.AA. a la hora de aplicarla a sus servicios”.

EXTREMADURA, ARAGÓN Y MURCIA: A LA CABEZA

En particular, tres son las autonomías que parecen ir en la buena dirección a la hora de cumplir con las exigencias que demanda el colectivo. “Extremadura, Aragón y Murcia son las comunidades en las cuales, desde que se creó la categoría profesional, se ha procurado que las enfermeras que se contraten en todos los centros y servicios de salud mental sean especialistas”, destaca. Una circunstancia que debería ser normalizada a lo largo del país, pero que sólo presenta este ‘podio de excepción’ con tres territorios. De hecho, el origen de crear la especialidad enfermera se suntentaba en suministrar respuesta a la creciente necesidad de este perfil.

AEESME plantea el ejemplo de Andalucía, donde “se preveía integrar 174 plazas de especialista, que finalmente quedaron en apenas una veintena”

Por otro lado, desvela el profesor emérito de la Universidad de Alcalá, existen muchas otras regiones –todas las demás salvo Cataluña- que tienen creada la categoría, pero en las cuales el desarrollo e implantación de enfermeras especialistas es“muy lento y no está al 100% en ninguna de ellas”. En concreto, el responsable de AEESME plantea el ejemplo de Andalucía, donde “se preveía integrar 174 plazas de especialista, que finalmente quedaron en apenas una veintena”. Una muestra paradigmática de la lenta presencia de estas especialistas en el SNS.

En Castilla y León, por su parte, se está prestando importancia a la reconversión de puestos de enfermera generalista por otros de salud mental, pero “sólo a medida que las antiguas plazas van quedando vacantes y lo requiere el gerente del centro”, algo que lleva consigo una cierta lentitud. Del mismo modo, “Galicia marcha poquito a poco el cambio de las plazas y la creación de nuevas vacantes para especialista; algo que va despacio, como en la mayoría de autonomías”.

CATALUÑA: EN KM 0

En lado inverso de Extremadura, Aragón y Murcia –las más avanzadas-, desde la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental ponen sobre la mesa de las CC.AA. a la cola de la especialidad enfermera en salud mental a Asturias y, principalmente, a Cataluña. La región asturiana ha creado la categoría "hace apenas dos meses” y la catalana ni siquiera lo ha hecho. “La situación de estas dos comunidades es vergonzosa. Hay que pensar que la especialidad vía residencia comenzó en 1998; son 25 años generando y formando especialistas con presupuesto del erario público que después no se aprovechan”, admite indignado Megías.

“Unos perfiles muy completos y demandados en muchos países europeos”, que aquí no encuentran el espacio “adecuado” en los departamentos de salud mental

A la vista de la actual realidad, el presidente AEESME tiene muy claro que queda un largo camino para que los servicios de salud de las regiones españolas puedan aprovechar plenamente el potencial de estas profesionales. “Unos perfiles muy completos y demandados en muchos países europeos”, que aquí no encuentran el espacio “adecuado” en los departamentos de salud mental. No en vano, muchas de estas enfermeras se encuentran trabajando en el SNS, pero sin el reconocimiento de hacerlo dentro de un puesto que recoja su especialidad en salud mental.  

La expectativas de los próximos años, con una mayor necesidad de efectivos especializados en las patologías emocionales, parece hacer necesario un impulso en la enfermería de salud mental. “No soy optimista; después de más de 20 años invirtiendo un dinero público en capacitar a estas profesionales y que luego no se rentabiliza, cuesta creer que esto vaya a mejorar en tres años”. La única aspiración del colectivo es que el “100% de las enfermeras que trabajan en servicios sociosanitarios de salud mental tengan la especialidad”, concluye con certeza Francisco Megías.

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