Las infecciones del tracto urinario (ITU) son una de las consultas más comunes de las mujeres en Atención Primaria, hasta el punto de que más de la mitad se ven afectadas por ellas al menos una vez en la vida. No obstante, su tratamiento no es excesivamente complicado, y es por ello que, para tratar de agilizar procesos, la Dirección General de Salud Pública y Equidad acaba de ver publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Resolución por la que se valida la Guía para su indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos por parte de los enfermeros.
Hasta ahora, los únicos con potestad para hacerlo eran los médicos. “La Guía, resultado de un trabajo colaborativo multidisciplinar, ofrece un marco de referencia para que las enfermeras actúen en el tratamiento de mujeres mayores de 14 años con ITU no complicada”, explica el Ministerio de Sanidad. Así, la Guía incluye protocolos específicos para el manejo de medicamentos, “definiendo cuándo las enfermeras pueden iniciar, modificar, interrumpir o finalizar un tratamiento en función de los síntomas y evolución del paciente”, y excluye los casos complejos que requieren valoración médica, tales como infecciones recurrentes, uso de sonda vesical o inmunodepresión.
"La Guía se revisará cada cinco años para incorporar nuevas evidencias científicas y actualizaciones"
Ahora es tarea de las comunidades autónomas, así como del resto de entidades interesadas, adaptar dichos protocolos a sus contextos específicos y a su población objetivo. También, los medicamentos autorizados y los criterios de actuación, que se revisarán, junto al resto de la Guía, cada cinco años, “para incorporar nuevas evidencias científicas y actualizaciones, asegurando que las actuaciones de las enfermeras sean seguras, eficaces y estén alineadas con el uso racional de los medicamentos”.
NUEVE GUÍAS DE PRESCRIPCIÓN PARA LAS ENFERMERAS
Las citadas infecciones del tracto urinario pueden ser, principalmente, de dos tipos: cistitis, que es la infección de la vejiga o del tracto urinario inferior, y pielonefritis, que es la infección del tracto urinario superior que afecta a los riñones. Ambas se ven incrementadas con el envejecimiento, las comorbilidades o la institucionalización, y los síntomas típicos incluyen disuria (dolor o ardor al orinar), polaquiuria (necesidad de orinar con mayor frecuencia de lo normal, pero generalmente en pequeñas cantidades), urgencia urinaria, dolor suprapúbico y hematuria (sangre en la orina), sin prurito o flujo vaginal anormal.
“El objetivo es aliviar los síntomas y erradicar la infección de manera rápida y eficaz, maximizando la accesibilidad al sistema sanitario”
Como se mencionaba al comienzo del artículo, el tratamiento de la ITU no es complicado, y se basa en el inicio temprano de medicación con antibiótico, sin tener utilizar urocultivo rutinario: “El objetivo es aliviar los síntomas y erradicar la infección de manera rápida y eficaz, maximizando la accesibilidad al sistema sanitario”. Las ITU complicadas, que requieren de atención médica, son las que afectan a personas de mayor riesgo, como embarazadas, ancianos, diabéticos o personas con anomalías anatómicas.
La Guía, afirma Sanidad, “facilita a las enfermeras la indicación y administración de la farmacoterapia adecuada, promoviendo un enfoque integral en Atención Primaria, donde las condiciones son óptimas para su implementación”. Con esta, ya son nueve las guías destinadas a la prescripción de medicamentos por parte de las enfermeras: deshabituación tabáquica, anestésicos locales, fiebre, anticoagulación oral, tratamiento de heridas, hipertensión, diabetes tipo 1 y tipo 2, quemaduras, ostomías y, ahora, infecciones del tracto urinario.