Inglaterra ha sido siempre uno de los principales destinos de la famosa “fuga de cerebros” de los jóvenes españoles que, ante la falta de oportunidades en nuestro país, emigran a otras regiones de Europa. Uno de los principales colectivos profesionales que hacían esta ruta era el de las enfermeras, ya de por sí uno de los más numerosos en España, donde las condiciones nunca han sido las mejores.
En 2023, sin embargo, la situación dista mucho de ser la misma que entonces. Y no en cuanto a mejora de condiciones de las enfermeras en España, sino a empeoramiento de las mismas en Inglaterra a partir del 2020. Fue el año del famoso Brexit, que comenzó a dificultar mucho la llegada de extranjeros -no solo enfermeras- en busca de una nueva vida en las islas.
“A mí personalmente, como llevo ya diez años aquí trabajando como enfermera, no me ha afectado mucho. Pero a lo que sí que ha afectado es a la sanidad pública, porque muchísima gente, ante la incertidumbre, ha regresado a sus países de origen”, apunta Sara, una talaverana que, como otras tantas compatriotas, emigró a Inglaterra a principios de la década pasada. Ahora vive y trabaja en Brighton.
"Cuando yo llegué, tenía compañeros con un nivel de inglés nulo"
En esta misma ciudad del sur de Inglaterra se encuentra actualmente también Rodrigo, quien, como Sara, está cerca de cumplir una década en el país. Ambos recuerdan cómo, por ejemplo, cuando llegaron hace diez años, pudieron comenzar a trabajar sinexamende inglés alguno. Ahora, en cambio, sí requieren hacerlo para conseguir el número de colegiado enfermero. Y no basta solo con aprobar, piden nota.
“Antes tenías que hacer papeleos y ya está, pero yo no tuve que hacer nada más allá de la entrevista. Entiendo que, desde España, la gente vea toda la lista de cosas que tiene que hacer y piense ‘buf, qué pereza’”, comenta Sara. “Yo tenía un cierto bagaje porque había estado de Erasmus, pero tuve compañeros con un nivel de inglés nulo”, añade Rodrigo, quien sí ve correcto, por el tema de la seguridad del paciente, ese mínimo de nivel de inglés.
MISMO SUELDO, PEORES CONDICIONES
Otro de los problemas que ha generado el Brexit es que los sanitarios españoles ya no pueden coger puntos para las bolsas de trabajo de España. “Muchos estaban ya en la cuerda floja de si volverse o no, porque habían ganado dinero y cogido experiencia y puntos, y el Brexit les hizo decidirse a volver definitivamente”, explica el enfermero madrileño. “Y aunque el precio de todas las cosas ha subido mucho, los salarios se mantienen prácticamente igual, así que la diferencia con España se ha acortado”, indica también Sara.
“A nosotros, con el tema de la inflación, no nos subieron el sueldo, y tuvimos que ir a la huelga”
“A nosotros, con el tema de la inflación, no nos subieron el sueldo, y tuvimos que ir a la huelga”, recuerda Rodrigo sobre la histórica huelga enfermera que finalizó hace apenas unos meses y que dio la vuelta al mundo. “Además, cuando yo llegué, la libra estaba en 1,42 con respecto al euro, y ahora suele estar en un 1,12”, insiste.
LA SOLUCIÓN: ENFERMEROS DE PAÍSES DESFAVORECIDOS
La enfermera manchega señala también al COVID como un condicionante muy importante. Y es que aquel 2020 parecía que iba a ser recordado como el año de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, pero poco después llegó la pandemia, y la incertidumbre se multiplicó hasta límites insospechados. “Mucha gente quiso regresar con su familia por si volvía a pasar algo así”, afirma.
Gracias al COVID, de hecho, el National Health Service (NHS) publicó el 31 de diciembre de 2021 los datos sobre sanitarios extranjeros trabajando en la sanidad pública inglesa. España contaba entonces con 7.199 sanitarios en el país anglosajón -que a día de hoy serán, a buen seguro, muchos menos-, solo superado por Polonia (7.451), Irlanda (13.307), Filipinas (13.797), India (17.823) y, evidentemente, Reino Unido.
“Cuando ya estás en Inglaterra, como están muy cortos de personal, si tienes nivel de inglés es muy difícil que no te cojan en cualquier servicio"
“Ahora, con el Brexit, necesitas una visa para trabajar. Y, como dejó de haber enfermeros europeos, lo que hicieron fue facilitar el acceso a gente de todo el mundo. Filipinas, Kenia, India… unos países donde los recursos son más limitados, y que aquí se ven con un salario mucho mayor que van enviando a su familia. También son países con una mentalidad más tradicional, como muchos ingleses, y que saben que es más probable que formen una familia aquí”, explica Rodrigo.
“Cuando ya estás en Inglaterra, como están muy cortos de personal, si tienes nivel de inglés es muy difícil que no te cojan en cualquier servicio. El problema es ese, que poca gente quiere trabajar, y los hospitales están totalmente desbordados. Además, a las auxiliares las pagan fatal, y a muchas les compensa más irse a trabajar, por ejemplo, a un supermercado. Dicen ‘cobro igual, y por lo menos estoy menos estresada’”, sentencia Sara.