Como cada año, en torno a un centenar de expertos se han dado cita enla cuarta edición del Curso de Endocrinología Pediátrica, organizado por Novo Nordisk, con el apoyo de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP). Este encuentro se ha celebrado para formarse y actualizarse en tres bloques terapéuticos claves: obesidad, diabetes y trastornos del crecimiento, las tres patologías más frecuentes en las consultas de Endocrinología Pediátrica.
Por un lado, los expertos han insistido en que la obesidad infantil es una pandemia silenciosa que, en la etapa infanto-juvenil, está creciendo a un ritmo alarmante. Con el objetivo de prevenirla y tratarla a tiempo, los especialistas han incidido en los avances en el conocimeinto de la fisiopatología de esta enfermedad y en la revolución de los nuevos tratamientos que complementan a los cambios del estilo de vida como parte del manejo integral de la enfermedad. Todo esto teniendo en cuenta el papel esencial de la familia como parte del manejo integral de la patología.
La obesidad, la diabetes y los trastornos del crecimiento, las tres patologías más frecuentes en las consultas de Endocrinología Pediátrica
En cuanto a la diabetes, los expertos han destacado, entre otras cuestiones, tanto el valor del análisis masivo de datos para la detección de la inercia terapéutica como de las nuevas tecnologías para lograr el control glucémico. En esta línea, las plumas conectadas son muy útiles, por ejemplo, para poder reaccionar a tiempo si se produce un olvido u omisión de dosis, así como para conocer el momento de administración de los bolos.
En lo que respecta a los trastornos del crecimiento, en el encuentro se ha reflexionado sobre que el crecimiento es el mejor indicador de salud de un niño. De hecho, si un niño no crece bien, puede que esté sufriendo alguna patología subyacente. Si bien el 80% de las tallas bajas no son patológicas y están asociadas a factores desconocidos (como la talla baja idiopática) o familiares, es importante tomar las medidas auxológicas a los niños por parte de un pediatra o médico de atención primaria, y su derivación temprana al endocrino especialista cuando el crecimiento no sea el adecuado.