Los estudiantes ven “un sinsentido” la nueva facultad, porque “no hay trabajo suficiente y uno de cada diez médicos se tienen que ir al extranjero tras acabar la carrera"
La facultad, que se pondrá en marcha el año que viene con 60 plazas, después de que este jueves recibiera el visto bueno de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), será la número 42 en España. Para el presidente de Simebal, Miguel Lázaro, su apertura es algo positivo porque en el nuevo centro “se podrán formar jóvenes médicos, y tendremos un gran potencial investigador. Hay muchas sinergias, y creo que debemos felicitarnos', como señala en un vídeo publicado por el propio sindicato. La opinión del sindicato, sin embargo, es opuesta a la de los estudiantes, que consideran que en España hay un exceso de facultades de Medicina (sólo Corea del Sur tiene más), y que abrir nuevos centros sólo conlleva formar a profesionales que posteriormente no podrán ejercer como médicos".
Estamos creando la bubuja de las facultades de Medicina. Abrir una nueva en Baleares es un sinsentido absoluto, más aún teniendo en cuenta que no hay trabajo suficiente y que uno de cada diez médicos se tienen que ir al extranjero tras acabar la carrera", señalaba a Consalud.es Víctor Expósito, presidente del Consejo Estatal de EStudiantes de Medicina (CEEM) y cuya organización ha llevado a cabo varias campañas para intentar frenar la apertura de más facultades médicas.
.@DrMiguelLazaro apoya con rotundidad #facultadmedicina en @UIBuniversitat para formar a futuros facultativos pic.twitter.com/d3WBgfNWCB
— SIMEBAL (@SIMEBAL2012) 19 de mayo de 2016
El Foro de la Profesión Médica (que integra a sindicatos, médicos, decanos de Medicina, estudiantes y sociedades científicas), por su parte, ya lanzó hace unos meses un comunicado en el que se reafirmaba contra la apertura de esta nueva facultad puesto que, consideraban, “a diferencia de otros grados sanitarios, la etapa de especialización es necesaria para el ejercicio profesional autónomo, lo que supone de 10 a 11 años de formación, con el consiguiente alto coste económico”.
Esto, teniendo en cuenta que la oferta MIR cada vez es más limitada, supone que “si no aseguramos que los admitidos para cursar el grado de Medicina pueden completar su formación especializada, estaremos generando una enorme frustración entre jóvenes brillantes (médicos nominales sin capacidad real para el ejercicio profesional) que hubieran podido alcanzar la excelencia en otros sectores”, apuntaban, entre otras cuestiones.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es