El Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social ha publicado este martes las estadísticas de regulación de empleo del pasado mes de diciembre y el acumulado del 2018, informe que no ha dejado muy bien parado a la sección de las actividades sanitarias y de servicios sociales.
Según los datos publicados, entre enero y diciembre de 2018 hubo un total de 980 trabajadores sanitarios afectados por distintos tipos de ERE. Con respecto al año anterior, ha incrementado en un 81,8 % el número de profesionales del sector que fueron perjudicados por distintos tipos de regulación laboral: en 2017 fueron 539.
De los 980 trabajadores afectados por ERE en los doce meses de 2018, 443 fueron por despidos colectivos, 449 por una suspensión de contratos y 88 por una reducción de jornada
Por tipo de ERE, cabe diferenciar entre varios tipos. Los 980 trabajadores afectados por ERE en los doce meses de 2018 se desgranan de la siguiente manera: 443 fueron despidos colectivos; 449 fueron una suspensión de contratos; y 88 una reducción de jornada.
Por su parte, dentro de esta sección hay que distinguir entre los 544 trabajadores exclusivos de las actividades sanitarias, 194 de la asistencia en establecimientos residenciales y 242 de actividades de servicios sociales sin alojamiento. Pese a estas cifras, este sector no es de los más perjudicados, siendo el undécimo con más trabajadores afectados.
Dentro de las actividades sanitarias, 235 fueron despidos colectivos, 262 suspensiones de contratos y 47 reducciones de jornada. En la asistencia en centros residenciales: 152 despidos colectivos, 35 suspensiones de contratos y 7 reducciones de jornada. Finalmente, en los servicios sociales sin alojamiento: 56 despidos colectivos, 152 suspensiones de contratos y 34 reducciones de jornada.