El Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid(Copoma) quiere alertar sobre los problemas que trae consigo el intrusismo en la profesión. La salud de nuestros pies debe quedar exclusivamente en manos de profesionales de la Podología, los únicos con potestad y cualificados para realizar cualquier diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, los servicios fraudulentos están a la orden del día y cada vez son más los que ejercen prácticas que no cuentan con autenticidad sanitaria.
El intrusismo supone grandes riesgos, no solo de cara a los pacientes, sino además, hacia la propia profesión, que se ve afectada en términos de ética social, ya que la población carece de información con respecto a la labor de los profesionales. De este modo, se está permitiendo que los pacientes sean tratados desde el desconocimiento, lo que puede llegar a provocar daños irreparables, tanto en su salud como en su integridad.
Son multitud las prácticas que deben ser ejercidas exclusivamente por podólogos, pero que se ven expuestas a intrusión
El principal obstáculo con el que se encuentra la profesión podológica radica en la desinformación que existe con respecto a las labores de la actividad, principalmente derivadas de su ausencia en la Seguridad Social. Por esta razón, la salud de los pies, en muchas ocasiones,es trasladada a un segundo plano, y no somos conscientes de la importancia que supone mantenerlos bien atendidos por profesionales colegiados.
Existen multitud de prácticas que deben ser ejercidas única y exclusivamente por aquellos que tienen potestad para hacerlo, pero que se ven expuestas a intrusión. Por ello, es importante destacar que los pacientes que se dejan en manos de personal no cualificado se enfrentan a graves riesgos.
Algunas de estas peligrosas prácticas, y las más frecuentes, son tratamientos en uñas, análisis de la marcha y la pisada o la utilización de ciertos materiales que, siendode exclusivo destino sanitario, como herramientas punzantes, son empleados para otros fines estéticos por personas que no son profesionales de la Podología. Es decir, que no tienen la autorización para hacerlo y, en consecuencia, pueden causar daños irreparables.
Copoma recomienda no dejar los pies en manos de nadie que no sea un profesional de la Podología
Esta preocupación que manifiesta el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad de Madrid ante el intrusismo profesional es también consecuencia del aumento de la usurpación en el sector.
Por ello, con el fin de evitar diagnósticos fraudulentos, tratamientos que no se ajusten adecuadamente a las necesidades de los pacientes o malas prácticas que terminen convirtiéndose en problemas de salud mayores, desde Copoma, se recomienda no dejar nuestros pies en manos de nadie que no sea un profesional de la Podología.
De este modo, es importante no descuidar la atención de nuestra salud podaly acudir exclusivamente a la consulta de Podología, como mínimo una vez al año, con el fin de mantener un seguimiento adecuado del estado de nuestros pies.