Tal y como advirtieron los profesionales españoles y diversos organismos del país, la salida de Reino Unido de la Unión Europea (conocido como Brexit) ya está teniendo sus primeras consecuencias en materia sanitaria. Desde que se hizo el referéndum donde la ciudadanía votó alejarse de la comunidad europea, el número de profesionales de la Enfermería europeos que solicitan trabajar en el país ha caído en un 90%.
Aunque el informe no especifica datos concretos, el descenso en las solicitudes también podría deberse a los profesionales españoles, ya que España es uno de los países que más enfermeras envía al país británico y se estima que actualmente hay 6.000 profesionales trabajando allí.
Por otra parte, las estadísticas del NMC también reflejan un aumento en el número de profesionales de la Unión Europea que han decidido dejar de trabajar en el Reino Unido. De esta forma, el mes pasado, 318 decidieron dejar el registro de esta entidad, casi el doble de los 177 que lo hicieron en junio, el mes del referéndum.
YA FALTA PERSONAL
Aunque considera que estos datos aún no pueden relacionarse directamente con el Brexit, Janet Davies, directora ejecutiva del Real Colegio de Enfermería,sí teme que "si este es el comienzo de una caída a largo plazo en el número de enfermeras que vienen al Reino Unido desde otras partes de la UE, supondría una preocupación en un momento en el que ya nos estamos enfrentando a una crisis por la falta de personal de Enfermería".
Y es que, un total de 9.388 enfermeras y matronas colegiadas en el Reino Unido proceden de otros países de la Unión Europea por lo que, teniendo en cuenta las 24.000 vacantes que Davies estima que ya hay actualmente, el sistema sanitario “no podría hacer frente a la demanda sin la contribución de las enfermeras europeas” por lo que solicita “una garantía para proteger a los nacionales de la Unión Europea que trabajan en el sistema sanitario inglés. Sin esta garantía, va a ser mucho más difícil mantener y requerir trabajadores de la UE necesarios para mantener los estándares de calidad en el cuidado de los pacientes”.
El pasado mes de octubre, diversos miembros delGobierno de Theresa May, defendieron la idea de reducir el número de profesionales sanitarios extranjeros en el sistema público de salud (NHS), con la finalidad de que sea “autosuficiente”. Para ello el Ejecutivo propuso tratar de lograr que en diez años todos los médicos que ejerzan tengan nacionalidad británica.
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El Real Colegio de Enfermería británico advierte de que el sistema sanitario “no podría hacer frente a la demanda sin la contribución de las enfermeras europeas”
Así lo revelan los últimos datos del Consejo Británico de Enfermeras y Matronas (NMC, en sus siglas en inglés), que detallan que en el mes de diciembre sólo solicitaron acceder al sistema 101 profesionales de este ámbito, frente a las 1.304 que lo solicitaron en julio, el mes posterior a que se declarara el Brexit, según recoge el diario The Thelegraph. Aunque el informe no especifica datos concretos, el descenso en las solicitudes también podría deberse a los profesionales españoles, ya que España es uno de los países que más enfermeras envía al país británico y se estima que actualmente hay 6.000 profesionales trabajando allí.
Por otra parte, las estadísticas del NMC también reflejan un aumento en el número de profesionales de la Unión Europea que han decidido dejar de trabajar en el Reino Unido. De esta forma, el mes pasado, 318 decidieron dejar el registro de esta entidad, casi el doble de los 177 que lo hicieron en junio, el mes del referéndum.
YA FALTA PERSONAL
Aunque considera que estos datos aún no pueden relacionarse directamente con el Brexit, Janet Davies, directora ejecutiva del Real Colegio de Enfermería,sí teme que "si este es el comienzo de una caída a largo plazo en el número de enfermeras que vienen al Reino Unido desde otras partes de la UE, supondría una preocupación en un momento en el que ya nos estamos enfrentando a una crisis por la falta de personal de Enfermería".
Y es que, un total de 9.388 enfermeras y matronas colegiadas en el Reino Unido proceden de otros países de la Unión Europea por lo que, teniendo en cuenta las 24.000 vacantes que Davies estima que ya hay actualmente, el sistema sanitario “no podría hacer frente a la demanda sin la contribución de las enfermeras europeas” por lo que solicita “una garantía para proteger a los nacionales de la Unión Europea que trabajan en el sistema sanitario inglés. Sin esta garantía, va a ser mucho más difícil mantener y requerir trabajadores de la UE necesarios para mantener los estándares de calidad en el cuidado de los pacientes”.
El pasado mes de octubre, diversos miembros delGobierno de Theresa May, defendieron la idea de reducir el número de profesionales sanitarios extranjeros en el sistema público de salud (NHS), con la finalidad de que sea “autosuficiente”. Para ello el Ejecutivo propuso tratar de lograr que en diez años todos los médicos que ejerzan tengan nacionalidad británica.
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