Al igual que sus homólogos de otras profesiones sanitarias, los otorrinolaringólogos españoles consideran que el plan formativo de su especialidad se ha quedado corto y anticuado. Además, recuerdan al próximo Gobierno de nuestro país, a través de ConSalud.es, que sus competencias han aumentado considerablemente en los últimos cinco años, hasta el punto de que solicitan que la especialidad modifique su nombre.
Así, como ya manifestó en marzo de este año el presidente de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello a la Dirección General de Formación y Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, la SEORL-CCC reclama que su especialidad incluya la denominación de “Cirugía de Cabeza y Cuello”.
"En Dinamarca, Finlandia y Suecia ya figura esta denominación en el nombre de la especialidad"
“En los últimos cinco años el 53% de las cirugías de cabeza y cuello las hacen los otorrinos, según estadísticas del Ministerio de Sanidad”, recuerda la sociedad, que ya incluye en su nomenclatura el término de cirugía de cabeza y cuello desde hace varios años. Además, como refleja la mencionada carta enviada a Sanidad, “todas las sociedades científicas europeas, así como la de Estados Unidos y otros continentes, también lo hacen, y en Dinamarca, Finlandia y Suecia ya figura en el nombre de la especialidad".
En concreto, durante esos cinco años, los servicios de otorrinolaringología españoles realizaron un total de 1.362.716 procedimientos quirúrgicos. “Esto permite calcular que la parte correspondiente a cirugía de cabeza y cuello representa el 31% del total de los procedimientos realizados, ocupando un porcentaje similar a las intervenciones en rinología u otología”, señala el presidente de la SEORL-CCC y de la Comisión Nacional de Especialidad de Otorrinolaringología, Manuel Bernal Sprekelsen.
"En los últimos cinco años, los servicios de otorrinolaringología españoles realizaron un total de 1.362.716 procedimientos quirúrgicos"
La segunda reivindicación que la sociedad científica quiere trasladar al Gobierno de España es la necesidad de aumentar los años de formación de los otorrinolaringólogos, para que estén equiparados a los del resto de profesionales europeos de la especialidad. “Somos una de las pocas y últimas de Europa que tiene todavía cuatro años de formación, cuando nos corresponderían al menos cinco”, justifica Bernal-Sprekelsen, quien recuerda que el programa formativo fue aprobado en un ya lejano 2007.
“La especialidad ha experimentado una serie de cambios en los últimos años, entre los que destaca su participación en el manejo de entidades originadas en áreas limítrofes y a caballo con otras disciplinas y la aplicación de las nuevas tecnologías en sus distintos campos de actuación”, apunta el presidente de la SEORL-CC.
“Somos una de las pocas y últimas especialidades de Europa que tienen todavía cuatro años de formación"
Su sociedad trabaja desde hace años en la actualización y ampliación del programa a cinco años, algo reconocido por la Unión Europea y que desde el año 2019 se puede plantear formalmente por parte del Consejo de la UEMS (European Union of Medical Specialist). “También hay competencias que comportan una complejidad mayor y que únicamente pueden alcanzarse en determinadas unidades docentes que cuentan con la infraestructura o con la cartera de servicios necesaria. Si bien no se espera que todos los especialistas en formación puedan aprender su ejecución con o sin supervisión, sí es imprescindible que todos los MIR de Otorrinolaringología se formen en los conceptos y conocimientos de estas habilidades y hayan presenciado su realización”, reza la carta.
“La mayoría de las técnicas quirúrgicas abiertas han pasado a ser endoscópicas y mínimamente invasivas. Sin embargo, las técnicas que pudieran considerarse “antiguas” (abiertas) siguen vigentes, porque aún tienen indicaciones concretas, y, por tanto, no pueden eliminarse de la lista de formación”; sentencia Bernal-Sprekelsen.