Ejercicio y dieta equilibrada, reducen las secuelas de los tratamientos del cáncer de próstata

El doctor Gómez Iturriaga, del Hospital Universitario Cruces de Baracaldo afirma que menos del 10% de los pacientes con cáncer de próstata fallece en los primeros 10 años de enfermedad si el diagnóstico se realiza en fase temprana

Un estudio del cáncer de próstata de la SEOR concluye también el beneficio que tiene tratar la salud ósea de este tipo de pacientes.
23 noviembre 2018 | 18:01 h

La Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) se hace centrado este mes de noviembre en el estudio del cáncer de próstata, concretamente en el marco de la campaña Movember. En este sentido, el colectivo oncológico ha dado a conocer un estudio en el que ofrece de manera pormenorizada datos estadísticos, avances científicos y hábitos saludables relacionados con esta enfermedad.

El doctor Alfonso Gómez Iturriaga, experto en la materia en SEOR e integrante del servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Cruces de Baracaldo (Vizcaya), ha precisado que una vida activa con ejercicio diario y una alimentación equilibrada para mantener el peso, la tensión arterial, el colesterol y el azúcar dentro de valores adecuados “consiguen disminuir muchas de las secuelas que pueden ocasionarse con los tratamientos farmacológicos del cáncer de próstata”.

Asimismo, el oncólogo del centro de Baracaldo ha puntualizado que otro punto importante a tener en cuenta en estos pacientes es su salud ósea. “El tratamiento prolongado con hormonas puede incrementar el riesgo de sufrir osteoporosis y que ésta incremente el riesgo de fracturas”, ha indicado, al tiempo que ha afirmado que “por este motivo, es interesante revisar y tratar los niveles de calcio y vitamina D, además de la salud de los huesos de estos pacientes”.

“El tratamiento prolongado con hormonas puede incrementar el riesgo de sufrir osteoporosis y que ésta incremente el riesgo de fracturas”

En el apartado estadístico, el buen pronóstico que existe de la enfermedad no evita que fallezcan cada año fallezcan en España más de 5.000 hombres. “Por tanto, tenemos mucho que hacer para disminuir al máximo estos números”, explica el doctor Gómez Iturriaga. Al hilo de este dato, el facultativo matiza que, aunque en el mundo es el segundo cáncer más frecuente en los hombres, en Europa y España es, desde hace unos años, el primero en número de diagnósticos. Se estima que en España la tasa de incidencia ajustada a la población estándar europea pasó de 54,1 por 100.000 habitantes en el período 1993-1997 a 96,4 en el periodo 2003-2007.

A ESTUDIO

El análisis de SEOR indica, en lo que a pronóstico se refiere, que en las fases localizadas de la enfermedad, que son las más habituales desde que se inició el cribado poblacional con el antígeno prostático específico, la supervivencia es excelente. El 95% de los pacientes se detectan en fases tempranas de la enfermedad y menos del 10% morirán por cáncer de próstata en los primeros 10 años después de su diagnóstico. Sin embargo, en los pacientes en los que la enfermedad se detecta en fases más avanzadas, se deben poner en marcha combinación de distintos tratamientos para conseguir tasas aceptables de supervivencia en los primeros 10 a 15 años.

“Tenemos actualmente varias alternativas que han demostrado influir de forma significativa en la supervivencia de los pacientes"

La reducción de la mortalidad ha sido otro de los apartados que aborda este estudio. Así, el doctor Gómez Iturriaga declara que “las cosas han cambiado mucho en los últimos años”. Así, en pacientes con fases avanzadas de la enfermedad (metástasis) “tenemos actualmente varias alternativas que han demostrado influir de forma significativa en la supervivencia de los pacientes. Un tratamiento de quimioterapia, dos fármacos que se administran de forma oral y un fármaco algo más especial, denominado radiofármaco”.

En pacientes en los que el tratamiento hormonal convencional ya no está funcionando pero aún no han desarrollado enfermedad a distancia (metástasis), por su parte, “han entrado en escena también fármacos orales con excelente tolerancia y que mejoran el pronóstico de la enfermedad (mantienen a los pacientes sin metástasis y con la enfermedad controlada mayor tiempo). Por último, recientemente se ha demostrado que el tratamiento con radioterapia de la próstata, puede tener un impacto favorable en la supervivencia de aquellos de un subgrupo de pacientes en los que en el momento del diagnóstico tienen metástasis a distancia

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