La hepatitis C es una infección vírica que afecta al hígado, y que puede causar manifestaciones tanto agudas como crónicas, y también puede llegar a ser mortal. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayor carga de morbimortalidad la soportan las regiones del Mediterráneo Oriental y de Europa: en ambas hay 12 millones de personas con infección crónica. En cuanto a las regiones de Asia Sudoriental y del Pacífico Occidental, se calcula que en cada una de ellas hay 10 millones de infectados crónicos, mientras que en las regiones de África y de las Américas estas cifras son de nueve y cinco millones de personas, respectivamente.
La OMS ha felicitado a Egipto por su progreso sin precedentes hacia la eliminación de la hepatitis C, convirtiéndose en el primer país en alcanzar el estatus de 'nivel oro' en la eliminación de la hepatitis C, según los criterios de la OMS. Alcanzar el nivel oro significa que Egipto ha cumplido los requisitos programáticos que facilitan la reducción de nuevas infecciones y muertes por hepatitis C a niveles que posicionan al país para poner fin a la epidemia de hepatitis C.
Egipto ha diagnosticado al 87% de las personas que viven con hepatitis C y ha proporcionado tratamiento curativo al 93 % de las personas diagnosticadas, superando los objetivos del nivel oro de la OMS de diagnosticar al menos al 80% de las personas que viven con hepatitis C y proporcionar tratamiento a al menos el 70% de los diagnosticados.
"Egipto es un ejemplo para el mundo de lo que se puede lograr con herramientas modernas y el compromiso político al más alto nivel"
"El camino recorrido por Egipto desde tener una de las tasas más altas del mundo de infección por hepatitis C hasta estar en el camino hacia la eliminación en menos de 10 años es nada menos que asombroso", ha declarado el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom. "Egipto es un ejemplo para el mundo de lo que se puede lograr con herramientas modernas y el compromiso político al más alto nivel para utilizar esas herramientas para prevenir infecciones y salvar vidas", ha añadido.
Egipto ha pasado con éxito de tener una de las tasas más altas de hepatitis C del mundo a una de las más bajas al reducir la prevalencia de la hepatitis C del 10 al 0,38 % en poco más de una década. Desde principios de la década de 2000, Egipto ha estado fortaleciendo sus programas nacionales de prevención y tratamiento. En 2006, el país estableció el Comité Nacional para el Control de la Hepatitis Viral, una estructura de gobernanza para supervisar y liderar la respuesta nacional a la hepatitis.
A partir de 2014 y reforzada en 2018, el presidente de Egipto introdujo una campaña nacional para eliminar la hepatitis C que ofrecía pruebas y tratamiento gratuitos para la hepatitis C. La campaña '100 millones de seha' (100 millones de vidas saludables) resultó en la realización de pruebas a más de 60 millones de personas y dio tratamiento a más de 4,1 millones de personas.
Los tratamientos antivirales de acción directa fabricados localmente fueron un factor clave en el notable éxito de la campaña: una tasa de curación de la hepatitis C del 99 % entre las personas que recibieron tratamiento. A través de un enfoque centrado en el paciente, Egipto también ha mejorado significativamente sus prácticas de seguridad del paciente y ha adoptado el concepto de "no hacer daño" mediante la implementación de seguridad universal de las inyecciones, procedimientos de seguridad de la sangre y reducción de daños.
"El Ministerio de Salud de Egipto ha estado impulsado por el más alto compromiso político y por la solidaridad, la equidad y la inclusión para brindar servicios a todos los que viven en Egipto"
El director regional de la OMS para el Mediterráneo Oriental, el doctor Ahmed Al-Mandhari, ha elogiado el éxito sin precedentes de Egipto señalando que "es un testimonio de que el éxito es imparable cuando hay compromiso, incluso cuando se enfrentan desafíos enormes y tiempos difíciles, incluida la pandemia de COVID-19". "El Ministerio de Salud de Egipto ha estado impulsado por el más alto compromiso político y por la solidaridad, la equidad y la inclusión para brindar servicios a todos los que viven en Egipto, sin discriminación y como un derecho humano universal", asevera la representante de la OMS en Egipto, la doctora Naeema Al Gasseer.