Las bacterias 'Vibrio' son bacterias acuáticas ubicuas en aguas costeras de alta temperatura y de baja a media salinidad. Se suelen acumular en organismos marinos, como moluscos y crustáceos, llegando a ocasionar un gran riesgo para la salud humana si son consumidos crudos o insuficientemente cocinados.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha advertido que se estima que la prevalencia de bacterias 'Vibrio' en los mariscos aumente tanto a escala mundial como en Europa debido al cambio climático, especialmente en aguas de baja salinidad o salobres, además añadir que en algunas especies de 'Vibrio' se observa con mayor frecuencia resistencia a los antimicrobianos de último recurso. Los científicos han llevado a cabo una evaluación de los aspectos de salud pública de 'Vibrio spp' relacionados con el consumo de mariscos.
Estas bacterias pueden sobrevivir y prosperar en diversos entornos acuáticos debido a varios factores. Los más frecuentes con la temperatura, ya que las bacterias 'Vibrio' crecen de manera óptima en condiciones cálidas y las temperaturas más altas favorecen su presencia y crecimiento. Al igual que la salinidad, ya que estas bacterias requieren una cierta concentración de sal para un crecimiento óptimo. Por ello, las aguas de baja salinidad o salobres (donde los ríos desembocan en el mar) corren mayor riesgo.
En un informe anterior (CLEFSA), los expertos de la EFSA analizaron los posibles efectos que el cambio climático podría tener en una amplia variedad de cuestiones relacionadas con la seguridad alimentaria, incluidas las bacterias de 'Vibrio' en los mariscos.
Expertos de EFSA analizaron los posibles efectos del cambio climático en la seguridad alimentaria
A lo largo de los últimos 20 años, Europa ha registrado un aumento de las infecciones por 'Vibrio' debido al incremento de fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor. Las aguas costeras más cálidas han dado lugar a una expansión de las zonas en las que estas bacterias pueden multiplicarse, lo que se traduce en un mayor riesgo de infecciones por el consumo de mariscos contaminados.
Entre las regiones especialmente amenazadas, figuran las de aguas salobres o de baja salinidad (Mar Báltico, aguas de transición entre Mar Báltico y Mar del Norte, y el Mar Negro), así como las zonas costeras con grandes afluencias fluviales.
En la reciente evaluación de EFSA, los expertos prevén que la presencia y los niveles de 'Vibrio' en los mariscos aumentarán a escala mundial y en Europa, especialmente en aguas de baja salinidad o salobres, debido a los efectos del cambio climático, como el calentamiento de las costas y los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor.
La presencia de resistencia a los antimicrobianos en bacterias detectadas en mariscos para los seres humanos es motivo de preocupación
Asimismo, la presencia de resistencia a los antimicrobianos en bacterias detectadas en mariscos y patógenas para los seres humanos es motivo de preocupación, debido a su posible repercusión en la salud pública.
La última evaluación de la EFSA pone de relieve que se detectó resistencia a varios antimicrobianos, incluidos los de último recurso, en estudios sobre cepas aisladas de 'Vibrio spp' halladas en mariscos o procedentes de cepas aisladas de 'Vibrio spp' que causan infecciones transmitidas por los alimentos en Europa. Debido a las limitadas pruebas disponibles, los expertos recomiendan realizar una encuesta para recopilar datos comparables.
Para poder prevenir y controlar la presencia de 'Vibrio' en los mariscos, es fundamental mantener la cadena del frío durante la transformación, el transporte y el almacenamiento, especialmente en el caso de los mariscos destinados a ser consumidos crudos.
Las posibles medidas para reducir la presencia de 'Vibrio' son procesamiento por alta presión, la irradiación y la congelación (rápida) seguida del almacenamiento en condiciones de congelación a largo plazo. La depuración, que consiste en colocar moluscos vivos en tanques con agua de mar limpia y en circulación para filtrar los microbios, se recomienda en condiciones controladas para el consumo de ostras vivas.
Por último, las recomendaciones para los consumidores incluyen garantizar una manipulación y cocción adecuadas de los mariscos y evitar el consumo de productos crudos o poco cocinados, especialmente para las personas vulnerables.