Un 32% de la población adulta española padece algún tipo de dolor y un 11% que lo padece es de manera crónica, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Estos pacientes llegan al sistema sanitario con una dolencia que les impide en algunos casos trabajar, relacionarse con los demás o incluso hacer las actividades más cotidianas de su día a día, es decir, una patología que en definitiva, les deteriora su calidad de vida. Muchos van a Atención Primaria y otros van a especializada acudiendo a traumatólogos, neurólogos o rehabilitadores, en un circuito de un médico a otro.
En algunos casos estos pacientes reciben plaza en una de las Unidades del Dolor que hay en España. Según datos de la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (Semdor), actualmente hay un centenar de unidades públicas y otro tanto de privadas, pero de esas solo una treintena son multidisciplinares con varios especialistas y que pueden atender a más pacientes al día. En estas las listas de espera son de años.
Y a esta situación se suma que muchos pacientes no reciben un tratamiento suficiente, o que incluso no comunican su dolor por considerar que es algo que deben aguantar o porque no han sido bien tratados por médicos que no tienen un buen conocimiento de esta patología.
“Es el camino que debemos seguir ante el aumento de los pacientes"
En este contexto, Semdor reivindica la creación de una especialidad del dolor y de áreas de capacitación especializada. “Es una ciencia que ha avanzado enormemente en los últimos 20 años, y actualmente creemos que el sistema tiene una madurez que nos permite conseguir la especialidad”, explica a Consalud.es el Dr. Luis Miguel Torres, presidente de Semdor.
La iniciativa busca seguir los pasos de países como Colombia o Alemania, donde las áreas de capacitación específica están muy desarrolladas y los profesionales cuentan con certificación oficial de especialista en dolor. “Es el camino que debemos seguir ante el aumento de los pacientes, pero sabemos que no es sencillo crear una nueva especialidad”.
IMPRESCINDIBLE PARA UN MEJOR ABORDAJE
En este sentido, desde Semdor se han puesto en contacto con diferentes especialidades que trabajan con el dolor para que reclamen un área de competencia específica, aunque por el momento no han recibido respuesta. “La idea es que cada especialidad cree un área de competencias donde formar en dolor y especializarse. Este es un primer paso”, señala el Dr. Torres.
Con este punto se conseguirían profesionales formados que pudieran dar respuesta a los pacientes y poner las bases para la siguiente fase. Esta es “la especialidad concreta, que puede ser de tipo primaria como un MIR con cinco años de formación o una especialidad a través de un área de capacitación especializada”.
Las áreas de capacitación específica en el tratamiento multidisciplinar del dolor son, según señala el presidente de SEMDOR, “algo imprescindible puesto que es lo mejor para los médicos y, sobre todo, para los pacientes”. Sus beneficios se deben a que el paciente sabe dónde acudir, se reducirán las listas de espera de las Unidades del Dolor, y los profesionales, formados, sabrán cómo tratarles.
“Hay mucho desconocimiento sobre el dolor y los mejores tratamientos que dar a los pacientes y esto se solucionaría con una especialidad. Las áreas de capacitación producirían un cambio en el abordaje de estos pacientes”, concluye el Dr. Torres.