Recientes estudios han revelado que la inmunoterapia supone uno de los principales avances en el tratamiento del cáncer de pulmón. El estudio KEYNOTE-671 demuestra que el tratamiento periadyuvante en estadios precoces de cáncer de pulmón mejora la tasa de respuestas completas, lo que tiene un impacto en las recidivas, aumentando la supervivencia libre de enfermedad. Uno de los investigadores de este estudio es el Dr. Delvys Rodríguez Abreu, médico oncólogo miembro de la junta directiva del Grupo Español de Cáncer de Pulmón y miembro del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria.
Recientemente se han publicado resultados de uno de los estudios en los que ha participado y que muestra avances muy importantes en el ámbito del cáncer de pulmón ¿Qué relevancia tiene la oncología española a nivel mundial?
Estamos en un momento perfecto. La oncología española ha demostrado que tenemos un nivel muy alto tanto en atención clínica de los pacientes como desde el punto de vista de investigación clínica y básica. De hecho casi todos los estudios de cáncer de pulmón que se han publicado en los últimos años siempre cuentan con algún autor español. Podemos sentirnos muy satisfechos del alto nivel que tiene la oncología española en este momento a nivel mundial, sinceramente.
¿Hacia dónde van ahora mismo las investigaciones en el terreno del cáncer de pulmón y qué logros se esperan conseguir?
Hace quince años, el cáncer de pulmón sólo lo tratábamos con cirugía, con radioterapia y con quimioterapia. Y lo que ha cambiado, el gran avance que hemos tenido en los últimos años, es ir subdividiendo el cáncer de pulmón por diferentes enfermedades.
Primero hablábamos de cáncer de pulmón, células pequeñas y no células pequeñas. Después decíamos, no células pequeñas: escamoso y no escamoso. Hemos ido subdividiendo el cáncer de pulmón y la investigación ha ido avanzando en este campo estableciendo diferentes subgrupos de enfermedades que son adictas a mutaciones y ese ha sido uno de los grandes avances: el identificar genes activadores para lo cual tenemos fármacos a día de hoy que es lo que llamamos tratamiento personalizado o terapias dirigidas y ese ha sido el gran avance y en lo que estamos evolucionando en cáncer de pulmón.
Y los avances en los que estamos trabajando siguen dos líneas: la primera, determinando subgrupos tumorales en cáncer de pulmón, que son adictos a mutación y que nos permiten hacer tratamientos dirigidos. Esto es lo que ha hecho que en los últimos años la mortalidad por cáncer de pulmón comience a disminuir.
Y el otro gran avance de los últimos diez años ha sido la llegada de la inmunoterapia. El sistema inmune tiene la capacidad de detectar lo que no es nuestro y lograr eliminarlo. Las células tumorales tienen mecanismos para esconderse del sistema inmune. Y con las investigaciones de los últimos años hemos descubierto cómo quitarle el freno que las células tumorales le ponen al sistema inmune.
Y tenemos fármacos, sobre todo son anticuerpos, que lo que logran es visualizar las células tumorales y que nuestro sistema inmune las elimine. Y esto es la inmunoterapia.
"En los últimos años a los tratamientos de cirugía, radioterapia y quimioterapia, hemos añadido la inmunoterapia y el tratamiento dirigido"
Antes esto sólo iba dirigido a la enfermedad cuando era metastásica o avanzada. Pero ahora, como hemos visto que funciona, nos estábamos moviendo con mucha rapidez a los estadios iniciales. Ahí es donde podemos curar realmente a más personas que son en los estadios iniciales del cáncer de pulmón.
La inmunoterapia ¿puede llegar a convertirse en el método más eficaz y ser personalizado para cada paciente?
Ese es el objetivo y para lo que seguimos investigando. Lo importante es personalizar el tratamiento y subdividir el cáncer de pulmón por cada patología, no tratar a todo el mundo por igual. Sí que es verdad que al inmunoterapia ha beneficiado a un mayor número de pacientes, ya que las terapias dirigidas para pacientes con cáncer de pulmón y alteraciones moleculares no llega al 30 por ciento. El resto no tienen alteraciones moleculares y no podemos realizar un tratamiento dirigido en estos pacientes. El 70 por ciento se pueden tratar con inmunoterapia, que es el tratamiento de elección para ellos.
¿Y hasta qué punto la inmunoterapia podría llegar a sustituir a la quimioterapia?
Hoy en día sabemos que nada sustituye nada. Que todo se complementa en oncología. Hubo un momento en el que queríamos hacer desaparecer la quimioterapia. Hoy hemos visto que tenemos que combinarlo. Que los tumores son heterogéneos y que es muy difícil que un solo tratamiento sea el que logre curar la enfermedad, y muchas veces tenemos que combinar. Hay que seguir investigando, buscando factores predictivos, mejores biomarcadores para poder seleccionar qué paciente se beneficia, de qué tratamiento: para quién, en qué momento y en qué dosis. Y en eso estamos trabajando.
Puede que haya algún grupo de pacientes que solo con inmunoterapia es suficiente. Y no necesite nunca quimio. Puede que haya otro grupo que necesite la quimioterapia más inmunoterapia.
"Tenemos que seguir investigando para buscar factores predictivos de respuesta para poder seleccionar mejores tratamientos"
A día de hoy tenemos que aprender a trabajar sumando y no restando, porque los tumores son más complicados. No son un cúmulo sencillo de células todas iguales. Sino que son un microambiente tumoral, muy diferente, muy heterogéneo.
¿Cuál es el papel del big data ahora mismo en la investigación?
A día de hoy, en la investigación, cada día tenemos más en cuenta toda la información, los big data, con datos de la vida real. Porque una cosa son los ensayos clínicos y otra es lo que realmente pasa cuando después de publicarse un estudio, empiezas a usarlo en la vida real. Es diferente, como la población es diferente. Resumir todos esos datos, tener toda esa información, nos va a ayudar, por supuesto, a tomar decisiones.
Recientemente se han publicado los resultados del estudio Keynote 671 que supone avances importantes en cáncer de pulmón ¿Cuáles son las claves de este estudio?
La gran clave de este estudio es que estamos tratando con quimioterapia más inmunoterapia pacientes que, normalmente lo que hacíamos era operarlo para quitarle el tumor y después ponerle tratamiento. Ahora los tratamos antes de la operación. Estamos logrando curar personas. Que es la gran ventaja de este tratamiento. Son pacientes, con tumores iniciales, con tumor resecable a los que les aplicamos quimio e inmunoterapia antes de la operación.
“Hemos visto que pacientes tratados con inmunoterapia y quimioterapia antes de la operación disminuye el riesgo de progresión y muerte en un 42%”
Es importantísimo porque son personas que de verdad podemos curar. Estamos trasladando la utilización de la inmunoterapia con la quimioterapia a estadios iniciales, que son donde más personas podemos curar realmente.
¿Cómo afecta este tratamiento periadyuvante en las recaídas en el cáncer?
Sabemos que el que el cáncer de pulmón se opera pero que desgraciadamente terminan recayendo un gran número porque la enfermedad es así. Siempre que quitábamos un cáncer de pulmón teníamos el riesgo que la enfermedad reapareciera. Con el tratamiento de quimioterapia con inmunoterapia estamos destruyendo el tumor y produciendo un efecto vacuna. Se crean más impósitos de memoria que luego puedan atacar al tumor.
¿Cuál es el perfil actual del paciente con cáncer de pulmón y cuáles han sido los cambios que han detectado en los últimos años?
En los últimos años hemos notado un incremento de cáncer de pulmón en las mujeres y esto es por el boom de los años ochenta de la incorporación de la mujer al ámbito tabáquico. Lo primero es prevenir. El 80% del cáncer de pulmón que diagnosticamos se produce por el tabaco. Y aquí tenemos que seguir siendo muy claros con los mensajes: hay que dejar de fumar. Debemos conseguir tener una sociedad libre de humo. En el mundo se diagnostican 2.200.000 personas con cáncer de pulmón cada año, de las cuales 1.700.000 mueren. En España 30.000 personas son diagnosticadas con cáncer de pulmón cada año, de las cuales 21.000 mueren. Esta es la realidad. Y el problema es social y económico.
"Cada minuto mueren en el mundo 3 personas por cáncer de pulmón y en España 1 persona cada 20 minutos"
Y en segundo lugar, tenemos que potenciar los programas de screening en cáncer de pulmón como ya se hace en los cáncer de mama o de colon. Con estos programas se disminuye la mortalidad y aumenta la supervivencia si hacemos screening con TAC de baja dosis en los en los pacientes fumadores mayores de 50 años. En Canarias, de todos los pacientes con cáncer que detectamos sólo tienen posibilidad de cirugía entre un 20 y un 25 por ciento. Hay que revertir esa situación.
Como investigador, ¿siente suficiente apoyo por parte de las instituciones?
La sociedad española cada vez tiene más claro que tiene que apoyar la investigación pero evidentemente nunca es suficiente. Debemos seguir reclamando a la sociedad que visibilice el problema que tenemos con el cáncer de pulmón y que se siga investigando. Y no solo investigación clínica, como un ensayo clínico, sino investigación básica de biólogos, administradores básicos, que a veces todavía lo pasan peor que nosotros, los médicos que estamos en la clínica.
A día de hoy no puede existir un paciente con cáncer de pulmón que no tenga una secuenciación de genes, un estudio de su material genético para saber si es portador o no de una mutación activadora que le permita un tratamiento dirigido. Esto es una vergüenza, que a día de hoy hay muchos centros que sólo hacen lo básico, dos, tres mutaciones cuando hoy sabemos que hasta nueve mutaciones pueden ser activables. En esto hay que seguir insistiendo.