El congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica, ESMO 2024, ha contado durante los cinco días de duración con más de 33.000 asistentes. Durante la cita se han presentado numerosas novedades en tumores, muchas de las cuales pueden cambiar el tratamiento de estas enfermedades, mejorando los resultados para los pacientes. Así lo explica en declaraciones a ConSalud.es, el Dr. Álvaro Pinto, oncólogo del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz - IdiPAZ de la Comunidad de Madrid.
En el ámbito de trabajo del Dr. Pinto, la urología oncológica, explica que “ha habido novedades tanto en cáncer de próstata, en cáncer de riñón, como en cáncer de vejiga, que van a cambiar el tratamiento de los pacientes a muy corto plazo”. El experto destaca que “los resultados de ensayos en cáncer de próstata posicionan nuevas combinaciones, como la de enzalutamida con radio-223 en cáncer de próstata resistente a castración metastásico. Esta es una nueva opción estándar, porque es la primera combinación de fármacos que consigue impactar en supervivencia global en esta fase de la enfermedad. Habrá que ver cómo lo integramos en el resto de las opciones. Por supuesto, no es la única, pero bueno, es una opción más. También tenemos datos con darolutamida en enfermedad hormonosensible metastásica que confirman su eficacia en esta fase de la enfermedad, igual que ya teníamos datos en otras fases”.
Respecto al cáncer de vejiga, el Dr. Pinto, indica que “tenemos por primera vez datos de un ensayo, el ensayo Niágara, que nos dice que frente al estándar de tratamiento de quimioterapia seguida de cirugía en los pacientes con cáncer de vejiga, el añadir inmunoterapia a esta quimioterapia, antes y después de la cirugía, puede mejorar los resultados de supervivencia”. Además señala que en ESMO se han conocido otros estudios “muy interesantes” y que también van a “ayudar a construir un mejor cuidado de nuestros pacientes, pero probablemente de la parte de urología oncológica estos sean los más remarcables”.
“Buscamos individualizar el tratamiento con terapias dirigidas o inmunoterapia para intentar predecir qué pacientes se van a beneficiar más de las mismas”
Reconoce el Dr. Pinto que “cada vez vamos conociendo más qué pacientes se pueden beneficiar y cuáles a lo mejor no se benefician tanto. Y sobre todo se está intentando encontrar marcadores predictivos de respuesta. Lo que buscamos es individualizar el tratamiento con estas terapias dirigidas o con esta inmunoterapia para intentar poder predecir qué pacientes se van a beneficiar más de las mismas”, explica el doctor que sostiene: “Todavía queda mucho camino por recorrer, pero realmente en este congreso de ESMO sí que ha habido muchos trabajos encaminados a personalizar el tratamiento de los pacientes a través de un mejor conocimiento molecular de la enfermedad”.
Preguntado sobre el papel que juega la inteligencia artificial y el análisis de big data en la oncología moderna, el Dr. Pinto argumenta: “Es algo que aparece de forma recurrente y cada vez más, porque es una herramienta más. No es la solución a todos los problemas, ni mucho menos, al menos en mi opinión, pero sí que es una herramienta que nos ayuda a integrar el conocimiento que se va generando. Pudiendo tener los datos analizados en su conjunto, lo que se busca al final encontrar son patrones que nos ayuden a predecir respuestas, eficacia, toxicidad o efectos secundarios en los pacientes. Creo que todavía aquí sí que queda mucho camino por recorrer para poder implementarlo a la hora de decidir los tratamientos de los pacientes, pero también creo que en un futuro cercano va a ser una herramienta muy valiosa”. vaticina.
“Cada vez tenemos más herramientas que nos ayudan a intentar detectar el cáncer en fases más precoces, para de esa manera intentar mejorar el pronóstico de cada uno de los pacientes de forma individual, tanto con respecto a nuevas pruebas de imagen como de nuevos biomarcadores”, afirma el doctor, quien explica que mientras para algunos tumores sí se puede intentar llegar a ese diagnóstico precoz, para otros “está costando más encontrar alguna manera de poder adelantarnos a la historia natural de la enfermedad y encontrarlo en fases muy precoces”. Destaca que tanto el diagnóstico precoz como la prevención es crucial para evitar que aparezcan los tumores. “Debe ser algo a lo que tengamos que prestar más atención en los próximos años”, asevera.
“Está costando encontrar alguna manera de poder adelantarnos a la historia natural de la enfermedad y encontrarlo en fases muy precoces”
Los expertos cada vez saben más sobre cómo son los tumores, desarrollando un conocimiento molecular de por qué crecen, cómo se hacen resistentes a los tratamientos, cómo reaccionan a la exposición a los diferentes tratamientos para seguir creciendo a pesar de recibir estos tratamientos. Y así, apunta el experto, “es cómo se desarrolla esta medicina de precisión”. Es imprescindible, sostiene, “trabajar codo a codo con los compañeros de una investigación más básica o traslacional para, a través de conocer mejor al tumor, saber cómo atacarlo. Si no, es muy difícil, por no decir imposible, poder llegar a esa medicina de precisión”.
El Dr. Pinto apunta que hay muchos desafíos todavía ya que “por desgracia, muchos pacientes tienen esta enfermedad. En algunos conseguimos buenos resultados, como la curación o largas supervivencias. Pero también hay que ser conscientes de que en muchos otros no”. Reconoce que los desafíos son múltiples: “Desde estrategias de prevencióneficaces para evitar que aparezcan las enfermedades a estrategias de diagnóstico precoz, ya sea de imagen o de biomarcadores, para detectarlo en las fases más iniciales y poder aumentar la tasa de curación. También desarrollar tratamientos más eficaces, más dirigidos y menos tóxicos, y saber en qué personas hay que usarlas y cuáles son las que se benefician realmente. Y también intentar mejorar el seguimiento de los pacientes largos supervivientes de cáncer, para minimizar las secuelas de los tratamientos, que nos pueden ayudar a curar la enfermedad, pero pueden tener efectos secundarios a medio largo plazo que también impactan en la calidad de vida de los pacientes. Es que realmente hay muchos frentes en los que todavía queda mucho trabajo por hacer”.
La colaboración entre los centros de investigación y los hospitales es un objetivo para ayudar a personalizar los tratamientos y a conocer mejor la enfermedad. “No debería ir el clínico, por un lado, y el investigador más básico, por otro. Hay que intentar tender puentes para que el conocimiento de todos se comparta y se acelere de alguna manera la investigación. Esto se está haciendo entre grandes instituciones y grandes centros de investigación y lo que hay que hacer es intentar fomentarlo a través de proyectos de investigación que impliquen tanto a investigadores clínicos como a básicos. Es la manera de acelerar la investigación todo lo posible y trasladar los resultados que se encuentran en un laboratorio a la práctica clínica”, concluye el Dr. Pinto.