Hace unos días el Defensor del Pueblo publicaba su Informa Anual de 2022 en el que pone el foco en varias situaciones que considera preocupantes en el ámbito de sanidad. Un apartado, va dedicado a la sanidad penitenciaria, “la gran olvidada”. En él, hablaba del desierto de plazas, y es que en los últimos años alcanzando el 80%. “A pesar de que anualmente se ofertan plazas para su cobertura a través de los diversos procedimientos establecidos, ocurre con frecuencia que esas plazas quedan desiertas debido a la falta de demanda, reflejada tanto en la participación en el proceso selectivo, como en la conclusión de todas sus fases”, lamentaba en sus conclusiones el informe.
Ante esta situación, en 2021 se implantó el Proyecto Piloto de Guardias Telemáticas de apoyo con profesionales sanitarios dirigido por parte de la Subdirección General de Sanidad Penitenciaria. Su finalidad es garantizar la cobertura en la prestación de los servicios médicos. Se trata de unas guardias que prestan los sanitarios que pertenecen a otros centros penitenciarios en el que no desempeñen sus funciones habituales a través de videconsultas, en las que siempre deben estar presentes el paciente y un profesional de enfermería, accediendo a su historia clínica. Hasta ahora, sólo han realizado estas guardias 12 sanitarios.
Sin embargo, Consalud.es ha consultado con José Miguel Antolín, vicepresidente de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP) y médico de la prisión de Ocaña I, sobre esta iniciativa. “En el sector sanitario, los que trabajamos en las cárceles tenemos la opinión divida. Por una parte, de alguna manera, sí se da ciertas salidas a la escasez de profesionales sanitarios en prisión. Pero, en mi opinión, creo que no es la mejor medida. Es mejor tener un médico que te atienda por videollamada que no tener ningún médico en el centro pero, creo que tenemos que seguir luchando para que haya profesionales sanitarios en las prisiones”.
"Podría estar atendiendo a un paciente que no conozco de nada y con un enfermero que está al otro lado de la videollamada que tampoco conozco de nada"
“Podría estar de acuerdo en hacer una guardia telemática con profesionales de enfermería de mi centro y ya teniendo al grupo de pacientes que yo atiendo normalmente. Pero como dice el informe, esto no es así. Si yo estoy adscrito a este sistema de guardias, perfectamente podría estar atendiendo a un paciente que no conozco de nada y con un enfermero que está al otro lado de la videollamada que tampoco conozco de nada. Lo adecuado sería optar de un número suficiente de profesionales en cada una de las prisiones, como está establecido”, sigue contando.
Durante la charla, el médico debe atender en varias ocasiones a sus responsabilidades. “Esta es la realidad. Es el vivo y en directo”. Junto a él está Jesús, un sanitario en prácticas que también quiere dar su opinión sobre este proyecto. “Desde el cuerpo de enfermería, como enfermeros que nos estamos empezando a quedar solos en las guardias, vemos que hay muchas actuaciones que solamente existen en los centros penitenciarios”.
“La atención de un paciente agitado y si tengo que contenerlo con medidas metálicas o químicos en un momento determinado: si hay que hacer una valoración del protocolo de prevención de suicidio, que es de vital importancia en un ingreso las primeras 24 horas o si hay que sacar de urgencias del centro penitenciario y hay que movilizar ciertos medios económicos y personales. Nosotros no nos negamos a que hayan guardias telemáticas, simplemente hay muchas cosas en prisiones en las que necesitamos la presencia de un médico”, termina relatando.
"Tenemos que seguir luchando para que hayan profesionales sanitarios en las prisiones"
Por su parte, el Dr. Antolín no quiere olvidar el verdadero problema por el que está pasando la sanidad penitenciaria: “Se está incumpliendo la ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud en la que se establecía la transferencia de la sanidad penitenciaria a los sistemas de salud de las comunidades autónomas. 18 años después, seguimos sin pertenecer al Ministerio de Sanidady por ejemplo, no podemos acceder a la historia clínica de un paciente de manera inmediata”.
Por último, al igual que el Ángel Gabilondo, denuncia la falta de médicos en estos centros. “Una prisión como la nuestra, en plantilla solo hay un médico y otro de prácticas. Curamos las 24 horas del día con solo dos profesionales”.