En la década de los 80, tres pacientes fueron operados por el Hospital La Fe de Valencia de problemas neurológicos que superaron gracias a esta intervención. Ahora, el Hospital de Albacete ha diagnosticado a estas tres personas de angiopatía amiloide tras haber recibido hace 40 años un trasplante de tejido de donantes fallecidos. Este suceso es inédito, aunque podrían darse más casos en nuestro país de pacientes trasplantados en la misma época.
“La angiopatía amiloide es una patología vascular ligada al envejecimiento que provoca hemorragias celebrales de repetición” explica, en una entrevista a ConSalud.es, el neurólogo Francisco Hernández, especialista en intervencionismo del Hospital Universitario de Albacete. Esta enfermedad es común en las personas a partir de los 65 años. Sin embargo, “la peculiaridad de estos casos es que se han dado en pacientes jóvenes”, comenta.
“Se ha visto que estos casos son pacientes que fueron operados en la infancia utilizando un injerto de duramadre de cadáver o que han recibido hormona de crecimiento”
Es decir, con este diagnóstico, se ha descrito una nueva forma de esta enfermedad. Concretamente, como señala el especialista, se han descrito en torno a 50 o 60 casos en el mundo. “Se ha visto que estos casos son pacientes que fueron operados en la infancia utilizando un injerto de duramadre de cadáver o que han recibido hormona de crecimiento”, indica el neurólogo.
De esta forma, es posible que los pacientes jóvenes desarrollen enfermedades propias de la vejez en edades muy tempranas. “Las dos formas de manifestarse son mediante hemorragias cerebrales o deterioro cognitivo”, explica el experto, “pero no tiene una causa rara, sino una angiopatía mieloide del anciano no degenerativa, sino transmitida de forma iatrógena”, añade.
“Los beta-mieloides son las proteínas mal plegadas que se replican y son capaces de provocar esta enfermedad”
Estos indicios confirman que, mediante el contacto directo con material de cadáver de un donante que tenía depósitos beta-mieloides, es posible contagiar la enfermedad a la persona trasplantada. “Los beta-mieloides son las proteínas mal plegadas que se replican y son capaces de provocar esta enfermedad”, argumenta Hernández.
Ahora, gracias a una investigación británica, España ha conseguido identificar estos tres casos. Por esto, los neurólogos trabajan en la investigación en pacientes que, presentando hemorragias recurrentes, no tenían un diagnóstico definitivo. “Ahora nos hemos dado cuenta de que existe un antecedente de potencial exposición”, declara el neurólogo.
Actualmente no se puede hablar de una prevalencia estimada porque “es muy difícil trazar en cuántos pacientes se utilizó este material y cuántos van a desarrollar esta patología por contagio”, asevera el especialista. Pero sí puede confirmarse que estos trasplantes ya se han abandonado. “A principios de los noventa ya se sabía que podía ser transmisible y, por tanto, esta técnica se abandonó”, continúa.
NUEVAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
A pesar de haberse retirado, este hallazgo ha permitido abrir nuevas líneas de investigación. La primera de todas, como destaca el especialista, es que, las enfermedades neurodegenerativas como la angiopatía amiloide y el alzhéimer también pueden estar causadas por un contagio con tejido de un paciente que ha sufrido la enfermedad. “Este hallazgo confirma el modelo de cómo se propagan y cómo se replican estas proteínas en el cerebro para causar daños cerebrales y enfermedades”, matiza.
Hoy día es poco probable que exista esta transmisión. La vía por trasplante de tejido ya está cortada y, a través del material hospitalario en una intervención, “es muy raro que se produjesen contagios, porque la esterilización del material es minuciosa”, asegura el experto. Por ahora, “probablemente aparezcan casos aislados de aquellos años”, pero todavía queda hay que esperar a próximas investigaciones.