“Hay mucho por hacer, porque todavía la brecha salarial existe”. Son palabras de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, con las que ha querido comenzar su intervención en el Congreso, antes de la defensa en la cámara baja de la Ley de Paridad. Este jueves 22 de febrero se celebra el Día de la Igualdad Salarial y la ministra ha querido recordar que se ha avanzado mucho en la igualdad retributiva, pero no lo suficiente.
El propio Gobierno recordó el martes en Consejo de Ministros en una declaración institucional algunos datos. En la última década se ha reducido la brecha salarial entre hombres y mujeres más de un 5%. Ha pasado del 24% al 18.4% de la última Encuesta de Estructura Salarial publicada por el INE en 2023, con datos relativos al 2021. Esto quiere decir que la el salario medio anual femenino representó el 81.6% del masculino. La ganancia media para los hombres fue de 28.388,69 euros brutos y para las mujeres de 23.175,95 euros.
Las mujeres ganan menos que los hombres en prácticamente todas las secciones de actividad, pero en algunas profesiones esa brecha salarial se hace mayor todavía. Es el caso del sector salud, que lejos de reducir esa brecha como en el resto de actividades, ha marcado máximos históricos acercándose la brecha salarial al 30%. Las mujeres del sector sociosanitario tuvieron una ganancia media anual de 26.403,18 euros en 2021, mientras que los hombres ingresaron una media anual de 37.270,15 euros. Estos datos suponen una diferencia de 10.867 euros, batiendo el récord negativo registrado en 2020 que ya era la peor cifra desde que hay registros.
Los salarios del sector salud han crecido en los últimos años un 16%. Un 14% para ellas y un 22% para ellos. La brecha salarial ha pasado del 24% en 2008 a casi el 30% en 2021
La tendencia lejos de mejorar, como observamos, empeora. Las menores diferencias se produjeron en 2008 y 2009, y desde entonces, no ha parado de ampliarse la brecha. El salario medio de un trabajador del sector sociosanitario alcanza los 28.891 euros en 2021. Hace 14 años, era de 24.837 euros, es decir ha subido un 16% en estos años. Al comparar por sexo vemos cómo esa subida no ha sido igual para ambos sexos. a subida para el sexo masculino ha sido del 22% (de 30.503 a 37.270) mientras que para el sexo femenino ha sido del 14% (de 23.088 a 26.403 euros). La brecha salarial de sexo ha pasado del 24.4% de 2008 a rozar el 30% en 2021 (29.2%).
Las estadísticas publicadas por el INE no permiten analizar de forma específica al sector sanitario, sino que éste se engloba en un área más general. Asimismo, la muestra no distingue cuánto cobran hombres y mujeres en función del puesto que desempeñen dentro del propio sector, por lo que los datos son muy generales. Es verdad que el INE advierte que la diferencia de remuneración de hombres y mujeres se reduce si se consideran puestos de trabajo similares (misma ocupación, tipo de contrato, tipo de jornada, etc.).
En cualquier caso estos datos también suponen una brecha salarial superior a la de otros países. De hecho, la OMS sitúa la diferencia de salario entre hombres y mujeres en el sector salud en un 24%, casi seis puntos menos que en España.
En todo caso, organizaciones sindicales y asociaciones de profesionales llevan años exponiendo que pese a que el sector sanitario es mayoritariamente femenino, donde son más las mujeres colegiadas en 13 de 15 profesiones sanitarias, el problema recae en las dificultades que tienen para acceder a altos cargos y puestos de responsabilidad, debido en buena parte a la falta de políticas de conciliación
BRECHA TAMBIÉN ENTRE INVESTIGADORES
El Ministerio de Universidades presentó el pasado junio el primer informe sobre la brecha salarial de género en el personal docente e investigador de las universidades españolas. En él, se desvela un 12,7% de brecha entre hombres y mujeres, siendo Ciencias de la salud la rama con mayor diferencia.
La Brecha Salarial de Género (BSG), que tiene en cuenta el salario total y sus componentes principales (salario base y complementos), es la más elevada (18%) en Ciencias de la salud, seguida de Ciencias experimentales (14%), Artes y humanidades (12,2%), Ingeniería y arquitectura (2,4%) y Ciencias sociales y jurídicas (2,0%). “A pesar de la elevada presencia de mujeres en esta rama de enseñanza tienen importantes dificultades para conseguir complementos retributivos”, afirma el informe.
CAUSAS O MOTIVOS
El Gobierno en su declaración institucional trata de explicar algunos datos. Una de esos motivos es que son ellas las que más cobran el SMI, y por tanto, gracias a su subida se ha podido rebajar esa brecha de género. Según los datos, el 25% de las mujeres perciben ganancias menores o iguales al Salario Mínimo Interprofesional, mientras que este porcentaje en el caso de los hombres es solo del 11%.
El trabajo a tiempo parcial también tiene otra explicación a la diferencia salarial. Siete de cada diez personas que trabajan a tiempo parcial son mujeres. Las responsabilidades de cuidados constituyen el motivo para estar trabajando a tiempo parcial para el 16,5% de estas mujeres, mientras que solo para el 3,4% de los hombres que trabajan a tiempo parcial este es el motivo.