La hepatitis Delta es la más grave de las hepatitis virales y, sin embargo, es la más infradiagnosticada y de la que menos información se tiene. Cuantificar el coste de la infección oculta, la pérdida de productividad y los costes derivados del absentismo, el presentismo laboral y la mortalidad prematura en los pacientes, son algunos de los aspectos prioritarios a la hora de conocer la realidad de la hepatitis Delta en España.
Estas son algunas de las conclusiones que se han obtenido de los estudios y el Simposio “Lo que debes saber de las Hepatitis virales hoy “organizado por Gilead en el 83º Congreso de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), celebrado en Valencia para dar respuesta a las diferentes incógnitas que presentan el manejo de las hepatitis virales.
El estudio “Análisis de Costes Indirectos de la Hepatitis Crónica Delta en España”, liderado por la Dra. María Buti y el Dr. Joaquín Cabezas, estima unos costes indirectos asociados a la hepatitis Delta de 12,7 millones de euros. Una cantidad que cuantifica la pérdida de productividad, así como los costes derivados del absentismo laboral y la mortalidad prematura de estos pacientes.
"De lo que hemos evaluado, la conclusión más importante de nuestro estudio es que en España se han identificado casi 2.000 pacientes con hepatitis crónica delta en edad laboral, de los cuales aproximadamente un 60-70% estaban activos”
“La hepatitis Delta es la forma más grave de hepatitis viral crónica. Ello se debe a que la progresión a cirrosis, cáncer hepático y mortalidad es mucho más elevada que las otras formas de hepatitis crónica, por virus B o por virus C. Además, no ha sido hasta hace relativamente muy poco que se ha empezado a diagnosticar de forma automática a todos los pacientes con hepatitis B”, explica la Dra. Buti, hepatóloga del Servicio de Hepatología de Vall d'Hebron e investigadora principal del grupo de Enfermedades Hepáticas del VHIR.
La Dra. Buti añade que esta progresión tan rápida a cirrosis hepática y la posibilidad más alta de desarrollar cáncer hepático se asocia a unos costes directos asociados a la propia enfermedad mucho más elevados de los que produce normalmente la hepatitis crónica por virus. “En total, de lo que hemos evaluado, la conclusión más importante de nuestro estudio es que en España se han identificado casi 2.000 pacientes con hepatitis crónica delta en edad laboral, de los cuales aproximadamente un 60-70% estaban activos”, indica.
Durante este congreso también se presentó el estudio “Análisis de Costes de la Infección Oculta por el Virus de la Hepatitis Delta en España”, liderado conjuntamente por Dr. Xavier Forns y el Dr. Manuel Rodríguez. El trabajo ha cuantificado el coste de la infección oculta del VHD en España en 17,8 millones de euros anuales. Se estima que en el caso de España podría haber 2.180 pacientes con infección oculta por hepatitis Delta suponiendo un coste de 17,8 millones de euros debido a la rápida progresión de la enfermedad.
Durante el 83º Congreso de la Sociedad Española de Patología Digestiva también han participado la Dra. Inmaculada Fernandez, jefa de servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Doce de Octubre de Madrid, y la Dra. Marina Berenguer, directora de la Unidad de Hepatología y Trasplante Hepático del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia. Ambas han resumido los principales avances logrados en hepatitis virales en la actualidad, así como los posibles retos a los que nos debemos enfrentar a futuro.
Como reto futuro, se ha puesto de manifiesto la importancia del diagnóstico temprano en VHD. Para, una vez se haya confirmado el diagnóstico, derivar al tratamiento es necesario para que el paciente tenga menos comorbilidades
Por otra parte, uno de los logros abordados durante la sesión ha sido cómo la hepatitis C pasó de ser la principal causa de cáncer de hígado a estar cerca de su eliminación en tan solo una década y las cifras de pacientes tratados conducen a España a situarse como uno de los primeros países en alcanzar los objetivos de eliminación de la hepatitis C en el mundo.
No existe ninguna vacuna frente a la hepatitis C, pero se cuenta con tratamientos antivirales de acción directa que curan la enfermedad en más del 95% de los casos. La estrategia mundial del sector de la salud contra las hepatitis víricas estableció como metas mundiales para 2030 la reducción de las nuevas infecciones por virus de las hepatitis en un 90% y la mortalidad por las enfermedades que causan en un 65%.
Como reto futuro, se ha puesto de manifiesto la importancia del diagnóstico temprano en VHD. Para, una vez se haya confirmado el diagnóstico, derivar al tratamiento es necesario para que el paciente tenga menos comorbilidades, tal como se ha confirmado en la reunión. Las complicaciones por causas hepáticas se podrían reducir en un 36-38% con el uso del diagnóstico en un solo paso, logrando un ahorro de aproximadamente 36 millones de euros.