Las acciones violentas de los usuarios del sistema sanitario, o de sus familiares y acompañantes, sobre los profesionales en el lugar de trabajo continúan aumentando en todos los países industrializados en los últimos años, representando un motivo de gran preocupación para los profesionales sanitarios. Durante la última década, en España se han denunciado un total de 5.901 agresiones a médicos, con una tendencia en los últimos años alarmante.
En declaraciones a ConSalud.es, José Mª Rodríguez Vicente, Secretario General de la Organización Médica Colegial de España (OMC) afirma que “el número de agresiones del año 2024 todavía no se conoce, puesto que las estadísticas se comenzarán a evaluar a primeros del año 2025”, pero añade: “Sí podemos afirmar que, a partir del año 2020, por efecto de la epidemia COVID-19, donde hubo una disminución, el número de agresiones comunicadas por los Colegios, han ido aumentando año tras año”.
Las agresiones a los profesionales de los servicios sanitarios, por usuarios o sus familiares y acompañantes, “es otra de las manifestaciones de una intolerancia creciente”, señala la OMC. Una situación que apuntan, también afecta a países de nuestro entorno. “Por ejemplo, en el National Health Service inglés, en 2006, el 11% de los profesionales de hospitales y el 6% de los de atención primaria referían haber sufrido una agresión física y el 26% y 21%, respectivamente, manifestaron haberse sentido intimidados o acosados por pacientes o sus acompañantes”.
“La OMC es consciente de que las agresiones comunicadas son la punta de un iceberg del que desconocemos su profundidad”
Los informes publicados por la organización colegial apuntan que los principales motivos de agresión son por situaciones de angustia por parte del agresor ante una falta de “información” sobre la situación de un familiar grave, especialmente en las urgencias de hospital; por situaciones en las que el agresor ve frustradas sus esperanzas de alcanzar un beneficio directo o indirecto (recetas, bajas, etc.) y en las que entiende que una negativa por parte del médico es un atentado a sus “derechos consolidados”; por las “demoras” en la atención “urgente” tanto en hospital como en atención primaria; por el retraso en los plazos para pruebas complementarias; así como por la desconfianza ante la actuación de los Médicos.
Para ahondar en las causas de este problema para los profesionales sanitarios, indica Rodriguez Vicente: “El Observatorio contra las agresiones de la OMC ha puesto en marcha este año, un cuestionario para intentar conocer la realidad de las agresiones sufridas y no denunciadas, ya que la Organización es consciente que las comunicadas son la punta de un iceberg del que desconocemos su profundidad”. Y es que solamente un 40% de las agresiones comunicadas en los colegios han sido denunciadas.
Además, Rodriguez Vicente recuerda que cuentan también con una guía actualizada este año para prevenir las agresiones y ofrecer información relevante a los profesionales y los colegios de médicos en este ámbito. “Se trata de un recurso que está en abierto en la web del Consejo General de Médicos”, recuerda. El representante de la organización colegial asevera que “se realizarán todas aquellas acciones que ayuden a disminuir el número de agresiones, hasta llegar al objetivo del Observatorio: Ante las agresiones al personal sanitario… Tolerancia Cero”.
El 84% de las agresiones se dieron por causas asistenciales, siendo el motivo mayoritario las “Discrepancias con la asistencia médica”
Los últimos datos publicados por la OMC correspondientes al año 2023 muestran que el 65,90% de las agresiones fueron sufridas por mujeres y el 34,10% por hombres. Esta distribución sufre desde el año 2015, cuando las agresiones se distribuían al 50%, una tendencia al alza en el caso del género femenino y una disminución progresiva en el caso de los hombres.
En cuanto a la edad de los agredidos la franja más afectada es la de 36-45 años seguida de los médicos/as de 46 a 55 años. Estos datos, en términos porcentuales, apenas variaron en 2023 respecto al año anterior. El 84% de las agresiones se dieron por causas asistenciales, más de la mitad de ellas por “Discrepancias con la asistencia médica”. El tiempo en ser atendido fue la causa mayoritaria de las agresiones estructurales.
De todas las agresiones a sanitarios recogidas en el informe de la OMC, el 47% fueron originadas por un paciente programado, el 30% por un paciente no programado, el 22% por parte de un acompañante y el 1% restante por un paciente desplazado. El perfil mayoritario del agresor tiene entre 40 y 60 años (51,8%) mientras que el 41,2% tiene menos de 40 años. Otro dato reseñable es que a partir del año 2019 las lesiones de tipo psíquicas han sufrido un aumento continuo, llegando en 2023 a alcanzar su porcentaje máximo del 77% del total de agresiones frente al 33% de físicas.
El secretario General de la OMC, Rodriguez Vicente, recuerda que desde los sindicatos se realizan jornadas de prevención y comunicación sobre las agresiones a los profesionales sanitarios. “Hay que destacar que el sindicato profesional médico (CESM) realizó una mesa específica sobre agresiones en el Congreso Mundial de Sindicatos Médicos, celebrado en Alicante en enero de 2024”, concluye.