Hasta el año 2011, los psicólogos tenían dos salidas sanitarias al acabar la carrera: hacer el PIR (la especialidad) para poder trabajar en la Sanidad pública, o montar una consulta privada. Ese año, sin embargo, una Ley establecía que, para ejercer en el ámbito sanitario privado, el profesional necesitaba contar con un máster que le dotaría de los conocimientos mínimos (y de prácticas específicas) para poder enfocarse a la psicología clínica (es decir, al tratamiento de pacientes con problemas mentales).
La explicación a esto, como señala a Consalud.esCésar González-Blanch, presidente de la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (Anpir), es que, en resumidas cuentas, el grado en Psicología no forma de por sí al psicólogo para atender a pacientes. “El Grado no tiene carácter sanitario, te puede formar igual para trabajar en un zoo, que en una empresa, que en una consulta”.
Por ello, asegura, los titulados que aprueban el PIR y empiezan a trabajar en centros sanitarios, pueden no tener ninguna experiencia previa en el ámbito sanitario, “de hecho, el sistema permite incluso que no seas ni psicólogo. Puedes ser, por ejemplo, psicopedagogo”. Esto, añade el portavoz de Anpir, carece de sentido, “y más teniendo en cuenta que son profesionales que desde el primer día tienen que atender a pacientes que tienen problemas mentales, y que eso requiere mucha responsabilidad y formación”.
Por ello, desde su asociación consideran que, ya que la universidad ofrece un máster con unos conocimientos clínicos básicos, lo ideal sería que se exigiera a los profesionales que quieren trabajar en la Sanidad pública esos conocimientos antes de especializarse mediante el PIR. Así, además, se reduciría el número de personas que se presentan al examen, “puesto que sólo lo harían quienes están claramente orientados a la atención clínica y ya tienen una formación y una práctica mínima”, señala González-Blanch.
LOS ESTUDIANTES, EN CONTRA
Esta postura, sin embargo, no es compartida por el Colectivo de Estudiantes de Psicología (CEP-PIE) desde donde, en primer lugar, consideran que este itinerario formativo supone denegar a las facultades de Psicología su solvencia para asegurar a los graduados una capacitación “en pie de igualdad con otras disciplinas científicas”. Es decir, que, a diferencia de otras carreras, Psicología no estaría habilitada como una carrera capaz de formar de forma suficiente a los profesionales para formarse como especialistas.
Además, añaden en un manifiesto , el incremento de los años de formación tampoco tendría sentido puesto que, en comparación con la Psiquiatría, por ejemplo, los psicólogos pasarían especializándose en comportamientos humanos y sus alteraciones ocho años, mientras que los psiquiatras (que son especialistas médicos) sólo cuatro.
Por otro lado, y aunque desde Anpir no están de acuerdo con ello, los estudiantes también consideran que el hecho de tener que estudiar un máster también supone un sobrecoste para el psicólogo que quiere trabajar en la Sanidad pública, “lo que limitaría el acceso del estudiantado”.
En este sentido, César González-Blanch considera que “realmente el máster es público, y con él ya bastaría para poder ejercer en la privada, por lo que de hecho ya es una de las salidas comunes” y, respecto a la duración de la formación, añade, “en Medicina, por ejemplo, los seis años de carrera ya equivalen a un máster, y la especialidad dura cuatro años. Sería el mismo tiempo de formación que el de un psicólogo que siguiera el itinerario que proponemos”, afirma.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
“El Grado en psicología no tiene carácter sanitario, te puede formar igual para trabajar en un zoo, que en una empresa, que en una consulta”
Ahora, sin embargo, una parte de los psicólogos reclama que, para poder ejercer en la Sanidad pública como especialista, el profesional tenga que tener la carrera y el mencionado máster generalista antes de poder presentarse al PIR lo que, en la práctica, supondría unos 10 años de trayectoria hasta terminar la formación completa.La explicación a esto, como señala a Consalud.esCésar González-Blanch, presidente de la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (Anpir), es que, en resumidas cuentas, el grado en Psicología no forma de por sí al psicólogo para atender a pacientes. “El Grado no tiene carácter sanitario, te puede formar igual para trabajar en un zoo, que en una empresa, que en una consulta”.
Por ello, asegura, los titulados que aprueban el PIR y empiezan a trabajar en centros sanitarios, pueden no tener ninguna experiencia previa en el ámbito sanitario, “de hecho, el sistema permite incluso que no seas ni psicólogo. Puedes ser, por ejemplo, psicopedagogo”. Esto, añade el portavoz de Anpir, carece de sentido, “y más teniendo en cuenta que son profesionales que desde el primer día tienen que atender a pacientes que tienen problemas mentales, y que eso requiere mucha responsabilidad y formación”.
Por ello, desde su asociación consideran que, ya que la universidad ofrece un máster con unos conocimientos clínicos básicos, lo ideal sería que se exigiera a los profesionales que quieren trabajar en la Sanidad pública esos conocimientos antes de especializarse mediante el PIR. Así, además, se reduciría el número de personas que se presentan al examen, “puesto que sólo lo harían quienes están claramente orientados a la atención clínica y ya tienen una formación y una práctica mínima”, señala González-Blanch.
LOS ESTUDIANTES, EN CONTRA
Esta postura, sin embargo, no es compartida por el Colectivo de Estudiantes de Psicología (CEP-PIE) desde donde, en primer lugar, consideran que este itinerario formativo supone denegar a las facultades de Psicología su solvencia para asegurar a los graduados una capacitación “en pie de igualdad con otras disciplinas científicas”. Es decir, que, a diferencia de otras carreras, Psicología no estaría habilitada como una carrera capaz de formar de forma suficiente a los profesionales para formarse como especialistas.
Además, añaden en un manifiesto , el incremento de los años de formación tampoco tendría sentido puesto que, en comparación con la Psiquiatría, por ejemplo, los psicólogos pasarían especializándose en comportamientos humanos y sus alteraciones ocho años, mientras que los psiquiatras (que son especialistas médicos) sólo cuatro.
Por otro lado, y aunque desde Anpir no están de acuerdo con ello, los estudiantes también consideran que el hecho de tener que estudiar un máster también supone un sobrecoste para el psicólogo que quiere trabajar en la Sanidad pública, “lo que limitaría el acceso del estudiantado”.
En este sentido, César González-Blanch considera que “realmente el máster es público, y con él ya bastaría para poder ejercer en la privada, por lo que de hecho ya es una de las salidas comunes” y, respecto a la duración de la formación, añade, “en Medicina, por ejemplo, los seis años de carrera ya equivalen a un máster, y la especialidad dura cuatro años. Sería el mismo tiempo de formación que el de un psicólogo que siguiera el itinerario que proponemos”, afirma.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es