“En los últimos dos años, los dermatólogos estamos asistiendo a un aumento importante de casos de escabiosis”, reconoce la Dra. Cristina Galván, dermatóloga del Hospital Universitario de Móstoles en Madrid. Pese a no contar aún con datos oficiales sobre la incidencia de esta enfermedad, son varios los expertos que han alertado de esta realidad a partir de la pandemia de Covid-19. Por eso, el 49º Congreso de laAcademia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), que se celebra en Málaga entre el 1 y el 4 de junio,ha acogidouna sesión titulada: ‘Sarna, ¿qué está pasando?’.
La sarna o escabiosis “nunca ha sido objeto de especial interés para la investigación”, por considerarse una enfermedad inofensiva, explicala Dra. Galván. Esta ectoparasitosisestá producida por un ácaro que“no invade más allá de la epidermis, no es un germen invasor, y tampoco compromete órganos internos”. Sin embargo, asegura que éste “produce una gran morbilidad con grave alteración de la calidad de vida”, puesto que impide el sueño y su “rascado mantenido causa efracciones en la piel, que pueden sufrir sobre-infección bacteriana”.
Para explicar este aumento de casos de sarna durante el comienzo de la pandemia de Covid-19, los expertos aluden al confinamiento, por el que “hemos pasado más tiempo en casa, manteniendo un mayor contacto diario entre convivientes; lo que puede haber favorecido el contagio de la sarna en aquellas unidades familiares en las que hubiese un miembro afectado por el parásito”, explica el Dr. Eliseo Martínez, coordinador del Grupo de Epidemiología y Promoción de la Salud de la AEDV. Igualmente, la Dra. Galván subraya que la escabiosis “se contagia de persona a persona, por contacto cercano y mantenido de piel con piel”.
La sarna o escabiosis “nunca ha sido objeto de especial interés para la investigación”, por considerarse una enfermedad inofensiva
Es por eso que, dada a la situación de aislamiento vivida en el confinamiento, “era de esperar” que “este tipo de enfermedades transmisibles, igual que infecciones de transmisión sexual, disminuyeran drásticamente”, comenta la dermatóloga del Hospital Universitario de Móstoles. Sin embargo, “sucedió lo contrario”, lo que explica aludiendo a que “no todos hicieron el confinamiento de la misma manera”.
Otro de los factores que explican esta tendencia ha sido, según los dermatólogos de la AEDV, “la demora en el diagnóstico y el tratamiento” de los casos de pacientes infectados, que ha hecho que “la carga parasitaria haya sido mayor y hayan permanecido siendo contagiosos durante más tiempo”. En cuanto a la identificación de la enfermedad, los expertos aseguran que los pacientes “pueden ser asintomáticos durante semanas” y que al notar picores “tarden en acudir al dermatólogo”. Por eso, aconsejan que “ante la mínima sospecha” se acuda al especialista, ya que “el tratamiento adecuado y precoz constituye el arma más eficaz para curar la enfermedad y evitar su transmisión a otras personas”.
Respecto ese tratamiento de la sarna, la Dra. Galván reconoce que están encontrando “fracasos terapéuticos ante tratamientos validados, recomendados en las guías y correctamente cumplimentados”. Un hecho que también comenta el Dr. Martínez, que asegura que “estudios científicos recientes apuntan a que, efectivamente, la permetrina está perdiendo eficacia, lo que coincide con la impresión de muchos dermatólogos en su práctica diaria”. Es por eso que los expertos han “cambiado el abordaje de la enfermedad, intensificando las pautas del tratamiento o combinando distintos fármacos”. Una tendencia, la del “aumento de incidencia de la sarna y unos fracasos terapéuticos” que, aseguran, “se están constatando también en otros países de Europa”.
EL CONTAGIO EN LOS PROBADORES, UN "FALSO MITO"
El coordinador del Grupo de Epidemiología y Promoción de la Salud de la AEDV anima a “eliminar falsos estigmas ligados a esta enfermedad”, como el hecho de que “se asocia a pobres hábitos de higiene”; y asegura que “las duchas o baños habituales no previenen el contagio”, así como el “lavado habitual de la ropa de personas con sarna tampoco elimina el parásito”, ya que habría que hacerlo al menos a 60 grados. Además, pese a haber sido uno de los espacios en los que se puso el foco cuando se informó sobre el aumento de los casos, “los probadores de ropa no se consideran una vía de transmisión de la escabiosis”.
EFECTOS EN LA PIEL DE LAS VACUNAS COVID-19
La AEDV ha tenido también un papel muy importante en el estudio de manifestaciones cutáneas tras las vacunas. Como asegura la Dra. Galván, que también fue una de las autoras principales del estudio Covid Piel, publicado en la revista British JournalofDermatology en abril de 2020, “la potencia de la investigación se basa, en parte, en el gran número de casos analizados en poco tiempo”. Dos años después, en el Congreso de AEDV en Málaga se han presentado los resultados del “primer estudio que analiza un número importante de casos –más de 700-, valorados por dermatólogos de toda España”, de manifestaciones dermatológicas provocadas como reacción a las vacunas frente a la Covid-19. Estos casos han sido “ilustrados con imágenes clínicas y ha conseguido clasificar las manifestaciones cutáneas y relacionarlas con los medicamentos previos y antecedentes dermatológicos, alérgicos, o de la Covid-19”.
En este análisis se detectaron diferentes reacciones cutáneas tras la administración de la vacuna de la Covid-19. De acuerdo con la Dra. Galván, se detectaron “manifestaciones cutáneas comunes”, como “urticaria” y también “infrecuentes reacciones de edema en los puntos de inyección de rellenos dérmicos”. Por otra parte, se experimentaron otras como “reacciones similares a Pititiasis Rosada, las reactivaciones del virus varicela-zoster o las lesiones similares a eritema pernio”; los conocidos sabañones.
“La demora en el diagnóstico y el tratamiento” de los casos de pacientes infectados, ha hecho que “la carga parasitaria haya sido mayor y hayan permanecido siendo contagiosos durante más tiempo”
Los dermatólogos de la AEDV también han encontrado, “sobre todo en mujeres y tras la vacuna de Moderna, reacciones intensas en el punto de inyección, precoces o de aparición tardía, una semana o más tras la inyección”. En un grupo reducido se dieron, además, “reacciones más graves o de recrudecimiento de dermatosis conocidas”. En este sentido, concluyen que “las personas de sexo femenino y los más jóvenes presentan más manifestaciones cutáneas tras la inmunización”.
Los dermatólogos también han constatado diferencias en las reacciones en la piel en función del tipo de vacuna inoculada. Una de las reacciones más comunes tras las vacunas ha sido la llamada “brazo covid”, que, según el estudio, “es más frecuente tras las de Moderna”. Por su parte, la “reactivación del virus de la varicela-zóster son más frecuentes tras la inmunización con las vacunas de Pfizer”; mientras que “las erupciones similares al brote de sarampión y purpurica” se han dado con “más frecuencia tras las vacunas de Pfizer y Astrazeneca”.