La salud mental es uno de los pilares fundamentales de las agendas de salud pública debido a su impacto directo en el bienestar humano. Entre los desafíos más complejos se encuentran la depresión y las adicciones, trastornos que, aunque parecen distintos, están relacionados y afectan a la vida de millones de personas. El Dr. Jaime Adán Manes, jefe de Equipo de la Unidad de Psiquiatría de Ruber Internacional Centro Médico Habana, insiste en la importancia de abordar ambos problemas desde un enfoque integral.
La depresión no es solo una tristeza pasajera; es una alteración emocional compleja que afecta la manera en que una persona piensa, siente y actúa, comprometiendo gravemente su calidad de vida, como señala el especialista. Los síntomas de la depresión incluyen un estado de ánimo deprimido persistente, pérdida de interés en actividades, alteraciones del sueño y el apetito, fatiga, sentimientos de inutilidad, dificultades para concentrarse y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
“Comprender la gravedad de la depresión es fundamental para identificar cómo se relaciona con las adicciones y cómo ambas se retroalimentan, dificultando la recuperación sin una intervención adecuada”, subraya el especialista.
Por su parte, las adicciones implican un patrón compulsivo de comportamientos relacionados con el consumo de sustancias o actividades, pese a las consecuencias negativas. Entre sus elementos clave, el doctor menciona el deseo intenso por la sustancia o actividad, la pérdida de control, el desarrollo de tolerancia y el síndrome de abstinencia, así como el abandono de responsabilidades importantes.
"Las adicciones, al igual que la depresión, requieren un enfoque terapéutico integral"
“Las adicciones afectan no solo la salud física, sino también el bienestar emocional, generando un impacto en las relaciones interpersonales y el ámbito laboral. Al igual que la depresión, requieren un enfoque terapéutico integral”, señala Jaime Adán.
Una de las conexiones más preocupantes entre la depresión y las adicciones es el ciclo vicioso que las caracteriza. Según el Dr. Adán, la depresión puede llevar al uso de sustancias como forma de automedicación, mientras que las adicciones agravan los síntomas depresivos. Factores como los desequilibrios neurobiológicos compartidos y las alteraciones en los sistemas de recompensa cerebral refuerzan esta relación bidireccional.
Frente a este panorama, Ruber Internacional Centro Médico Habana apuesta por un modelo de tratamiento holístico que integre ambos trastornos. “A través de la farmacoterapia, la psicoterapia, los grupos de apoyo y un adecuado manejo de casos con intervenciones de estilo de vida conseguimos abordar esta problemática de forma efectiva”, concluye el especialista.