Los psicodélicos son un grupo de sustancias químicas que tienen la capacidad para causar experiencias receptivas sensoriales y emocionales alteradas. Estos compuestos incluyen sustancias como la psilocibina (proveniente de un tipo de hongos), la dietilamida de ácido lisérgico (LSD) y la dimetiltriptamina (DMT e ingrediente activo de la ayahuasca).
El psiquiatra y neurólogo británico, David Nutt, ha destacado el potencial que tienen estos medicamentos en el futuro de la especialidad ya que las últimas investigaciones al respecto apuntan a que "estas sustancias trabajan para restablecer los procesos cerebrales que subyacen al pensamiento depresivo y permiten superar la depresión".
En la última década, estas sustancias han experimentado un resurgimiento notable del interés, ya que se ha descubierto que varias generan alteraciones profundas en la actividad cerebral, así como promueven el crecimiento sináptico y plasticidad cerebral. "Hallazgos que no solo explican la naturaleza subjetiva de la experiencia psicodélica, sino que también cuentan con implicaciones para el tratamiento de trastornos internalizantes como la depresión, la adicción, la anorexia y el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)", ha explicado Nutt durante el XXVI Congreso Nacional de Psiquiatría que se ha celebrado en Salamanca.
A este respecto, los últimos estudios que se han llevado a cabo sobre la psilocibina han revelado beneficios clínicos significativos, incluso con una administración aislada. "En 2022, Goodwin et al desarrollaron un estudio clínico aleatorizado a gran escala en pacientes con depresión resistente al tratamiento en varios centros y países con tres dosis de psilocibina (1, 10 y 25mg) que mostró que obtuvo como resultado una remisión del 25 por ciento entre aquellas personas que recibieron la dosis más elevada a los tres meses", ha explicado el experto.
"Ahora existen pruebas conceptuales sólidas de que los efectos antidepresivos de los psicodélicos se producen de manera bastante diferente a los propios de los medicamentos antidepresivos"
Sobre los mecanismos cerebrales de estas sustancias, Nutt ha señalado que "ahora existen pruebas conceptuales sólidas de que los efectos antidepresivos de los psicodélicos se producen de manera bastante diferente a los propios de los medicamentos antidepresivos". "Estos últimos actúan sobre los receptores de la serotonina (ISRS) y parecen proporcionar un amortiguador frente al estrés al mejorar la función del receptor 5-HT1A en el sistema límbico. En contraste, los psicodélicos estimulan el receptor 5-HT2A en la corteza cerebral que sería más efectivo frente a la depresión", ha añadido.
BENEFICIOS DE LA PSICOTERAPIA
Por otro lado, el coordinador del Plan Integral de Salud Mental de Andalucía, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Sevilla e investigador de CIBERSAM, Benedicto Crespo-Facorro, ha reflexionado sobre el papel de la psicoterapia en el abordaje de la psicosis destacando que "la psicoeducación en fases tempranas es la intervención psicoterapéutica con mayor impacto en el control y la efectividad de los tratamientos de la psicosis".
"Tras un primer episodio de psicosis, lograr que las personas afectadas entiendan la patología y comprendan que van a convivir con algunos síntomas es fundamental", ha advertido. El tratamiento psicológico a través de la interacción de un profesional de la salud mental y un paciente o grupo a partir de múltiples técnicas y enfoques como la conversación, la reflexión o el análisis de patrones de pensamiento, forma parte del conjunto de herramientas que pueden utilizar los especialistas para el abordaje de la psicosis.
"La clave es apostar por un tratamiento integrado, intensivo, multidimensional y multiterapéutico que englobe todas las herramientas a las que se tiene acceso"
"Este instrumento se integrará en el tratamiento de todos los casos de esta patología, siempre precedida por un conocimiento exhaustivo de la persona afectada, su patología y el momento de la enfermedad. A partir de ahí, se diseñará una psicoterapia que se ajuste a las necesidades y peculiaridades individuales de cada paciente", ha explicado el experto . No obstante, ha apuntado que "no se trata de una opción contraria al abordaje farmacológico u otras opciones disponibles, sino complementaria". "La clave es apostar por un tratamiento integrado, intensivo, multidimensional y multiterapéutico que englobe todas las herramientas a las que se tiene acceso, ya que cada una cuenta con un papel y con un objetivo dentro del abordaje de la enfermedad. En función de la fase de la enfermedad y su evolución, se podrá dimensionar o incrementar el esfuerzo por una u otra", ha indicado Crespo.
Además, el experto he destacado como principal clave para tratar la psicosis la identificación y tratamiento precoz. "Todo el sistema sanitario y todo el desarrollo de servicios debe ir encaminado a la detección e intervención precoz ya que, en ese momento, todas las intervenciones van a ser muchos más efectivas y se podrán diseñar una psicoterapia muy ajustada a las necesidades concretas del paciente", ha añadido.