Un estudio reciente publicado en el marco del proyecto INSIDE-CKD asegura que añadir un iSGLT2 (en concreto dapagliflozina) al tratamiento habitual de la enfermedad renal crónica (ERC) disminuiría el gasto sanitario en España en tres años en 258 millones de euros por cada 100.000 pacientes.
“Este importante ahorro corresponde a la reducción de eventos cardiovasculares y al descenso en el riesgo de entrar en diálisis gracias a las propiedades nefroprotectoras y cardioprotectoras del fármaco”, explica el doctor Roberto Alcázar, nefrólogo del hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid y uno de los autores de este estudio. “En concreto, el descenso en necesidad de tratamiento renal sustitutivo (diálisis), hospitalización por insuficiencia cardiaca, e insuficiencia renal aguda serían del 33, 49 y 29%, respectivamente”, detalla.
“Este es el segundo trabajo dentro del proyecto INSIDE-CKD aplicado a España”
El proyecto internacional INSIDE-CKD, financiado por AstraZeneca, tiene como objetivo analizar la prevalencia y las cargas asociadas en la actualidad y en un futuro de la ERC. Además, otro de los objetivos es la simulación de estrategias de intervención para determinar su posible impacto en los resultados sanitarios y económicos a escala nacional y mundial, lo que permitirá políticas de salud centradas en el cribado y tratamiento de la ERC basados en datos locales. “Este es el segundo trabajo dentro del proyecto INSIDE-CKD aplicado a España”, matiza el doctor Alcázar.
LA ERC, ¿LA QUINTA CAUSA DE MUERTE EN 2040?
“Hay que tener en cuenta que la ERC es una patología frecuente y con una prevalencia creciente, que afecta en torno a un 15% de la población adulta en España”, aclara el doctor Juan Francisco Navarro González, autor principal del estudio, Jefe de Grupo de Investigación INVERCAV y nefrólogo en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (Santa Cruz de Tenerife). Es una enfermedad progresiva que determina la pérdida paulatina de la función de los riñones hasta ser necesaria la instauración de una terapia renal sustitutiva (diálisis o trasplante), todo ello con un importante impacto negativo a nivel social, laboral y de calidad de vida.
Además, la ERC se asocia a una importante morbimortalidad, fundamentalmente cardiovascular. “De hecho, las proyecciones indican que, de seguir esta situación, la ERC se convertirá en la quinta causa de mortalidad en el año 2040. Los resultados del proyecto Inside-CKD para España auguran un aumento sustancial de la carga clínica y económica de la ERC en los próximos años, debido fundamentalmente al aumento de la prevalencia de los estadios avanzados de la ERC y al coste desproporcionado del tratamiento renal sustitutivo”, advierte.
"El ahorro neto del tratamiento con el fármaco añadido a la terapia estándar frente a solo la terapia estándar sería de 158 millones de euros por cada 100.000 pacientes tratados en 3 años"
Los resultados de este proyecto insisten en la necesidad de poner en marcha estrategias orientadas a la prevención, diagnóstico precoz e intervención proactiva y temprana para disminuir la progresión a los estadios más avanzados de la ERC. “Restando el coste del tratamiento con estos medicamentos al de la reducción del gasto sanitario en eventos, el ahorro neto del tratamiento con el fármaco añadido a la terapia estándar frente a solo la terapia estándar sería de 158 millones de euros por cada 100.000 pacientes tratados en 3 años. Por lo tanto, para cada paciente tratado con dapagliflozina se produciría un ahorro de 526,66 € al año, en comparación con la terapia estándar con inhibidores del sistema renina-angitotensina-aldosterona (iSRAA)”, detalla el doctor Navarro.
La ERC está vinculada “al envejecimiento la obesidad, el tabaquismo, la hipertensión y la diabetes, se trata de una enfermedad silenciosa que muestra síntomas cuando ya está muy avanzada”, explica Ana Pérez, directora Médica y de Asuntos Regulatorios de AstraZeneca, que destaca que “desde la compañía apostamos por el impulso de estudios innovadores como es Inside-CKD, que busca conocer mejor la enfermedad renal crónica y poder así contribuir a mejorar y optimizar el gasto sanitario y dar respuesta a las necesidades de los pacientes, que constituyen el centro de todas nuestras acciones y que nos motivan en el día a día”, finaliza.