La dermatitis atópica es una patología que según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) padecen 230 millones de personas. Está originada por una inflamación en el organismo, pudiendo ser esta provocada por la hiperactividad del sistema inmunitario y pudiendo variar su morfología y distribución corporal en función de la edad.
El doctor Pablo de la Cueva es Jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid y es vicepresidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). De la Cueva es especialista en dermatitis atópica y atiende a ConSalud.es para explicarnos cómo actuar ante los síntomas de dermatitis y derribar algunos mitos.
El verano es la época en la que más tiempo pasamos expuestos al sol ¿Cuáles son los precauciones que debemos tomar y consecuencias de esa exposición?
En verano debemos extremar las precauciones en cuanto a la exposición solar ya que la radiación es mayor. No debemos olvidar las recomendaciones de emplear la cantidad suficiente de fotoprotector, la extensión correcta, utilizar incluso prendas como camisetas, gorros, para que la exposición no sea directa… Y recordar una regla: cuando la sombra es más corta que nuestro cuerpo, quiere decir que la radiación está incidiendo de forma más directa, por lo que tenemos que tener más cuidado.
Las consecuencias más graves son las quemaduras solares, que es lo que más aumenta el riesgo de cáncer cutáneo como el melanoma, y más sobre todo en la infancia y en la adolescencia.
"Aunque asociemos el ponerse moreno a un aspecto saludable, lo que está denotando es que ha habido una reacción cutánea"
Con la radiación solar siempre hay un aumento del estrés oxidativo, se forman unos radicales libres que a la larga pueden producir tanto el cáncer cutáneo como el envejecimiento de la piel, la formación de arrugas, manchas, etc.
Como especialista en dermatitis atópica ¿Cuáles son los síntomas y cómo debemos actuar ante ellos para no agravar la enfermedad?
Fundamentalmente la dermatitis atópica es sinónimo de inflamación y picor (prurito). La piel pica mucho donde se localiza la dermatitis y esto desespera totalmente al paciente. Altera su vida normal, porque no va a descansar, va a tener la necesidad de rascarse para paliar este picor y le va a hacer entrar en un círculo vicioso de picor-rascado que va a dar lugar a más inflamación
¿Qué tiene que hacer el paciente? La dermatitis cursa en brotes habitualmente, es decir, a veces los pacientes están bien, tienen la piel perfecta, pero a veces tienen un brote y se pone la piel roja, áspera y pica mucho. Lo importante es llevar a cabo un cuidado adecuado de la piel y ser constante en él: una buena hidratación, utilizar emolientes para conseguir retener ese agua que se evapora en mayor proporción en esta población y mejorar las propiedades fisicoquímicas de la piel.
Sobre la piel con dermatitis ya instaurada, roja e inflamada, debemos utilizar medicamentos, ya sean tópicos (de aplicación cutánea) como sistémicos,
¿Podemos decir que la dermatitis atópica es una enfermedad banalizada por la sociedad?
Al ser una patología frecuente produce una sensación global en la población de que la dermatitis es normal. La cuestión es que hay pacientes que tienen dermatitis graves (mucho menos frecuentes), que son muy extensas e intensas, personas que están en brote continuo, que se sienten incomprendidos porque la población considera la dermatitis como algo menor y de ahí viene la banalización. Por tanto, hay distintos tipos de gravedad en la dermatitis y le hemos dar su importancia en consecuencia.
"Las personas que tienen una dermatitis grave, sienten que la sociedad banaliza su patología"
Los síntomas pueden ser muy graves, con un disconfort muy importante. Esa sensación de picor constante que puede aparecer incluso en los primeros meses y años de vida y que puede continuar en la edad adulta, produce una sensación de incomprensión y de banalización.
¿Cuáles son las necesidades no cubiertas en dermatitis atópica?
Necesitamos globalmente que el paciente tenga una muy buena información ya que muchas veces el paciente viene mal informado y desinformado a las consultas. Existe desinformación sobre su propia patología, sobre en qué consiste la dermatitis, qué es lo que le pasa en la piel…
En segundo lugar, un diagnóstico certero y lo más precoz posible así como una correcta derivación en tiempo y forma; si es una patología grave, al dermatólogo.
El acceso al sistema sanitario también es un punto importante ya que hay pacientes que llegan antes que otros y reciben tratamiento más precozmente o más ajustados a su patología y otros que no. Tenemos que trabajar en la formación de todos los profesionales sanitarios (desde farmacia comunitaria, médicos de atención primaria, pediatras, los propios especialistas en dermatología, farmacia hospitalaria…) para que toda la red esté informada de los adelantos y para un diagnóstico precoz que permita tratar al paciente lo mejor posible.
Mencionaba los avances en tratamientos, ¿Cuáles han sido los más destacados que se han producido en los últimos años?
Hace unos pocos años no había fármacos innovadores en dermatitis atópica y a día de hoy, para los casos moderados-graves, que no son controlados con los tratamientos tópicos como cremas, pomadas, etc, tenemos tratamientos innovadores sistémicos, que son fundamentalmente fármacos biológicos (tenemos dos actualmente en nuestro país y se están desarrollando más fármacos) y otros innovadores que son moléculas pequeñas, pastillas, que son otros tres principios activos. Gracias a estos cinco fármacos, pacientes que antes no tenían la opción de controlar su inflamación, de controlar su picor, de recuperar su normalidad, sí que tienen esa posibilidad.
¿Se podría definir un perfil de paciente con dermatitis atópica?
Perfiles hay muchos. Precisamente es lo que más caracteriza a esta enfermedad y por eso el diagnóstico a veces no es tan fácil. Incluso hay diagnósticos erróneos que nos mandan como dermatitis y no lo son.
Lo más clásico son pacientes que tienen eccema o dermatitis, zonas rojas, descamativas, detrás de las rodillas, por delante de los codos, en el cuello, en las manos… Hay pacientes que tienen una afectación más facial típicamente, otros que tienen lesiones más puntiformes, otros en forma de moneda… Hay muchos tipos (los llamamos fenotipos) y, dada esa complejidad, tenemos que seguir estudiando, y probablemente dentro de unos pocos años analizaremos molecularmente cada paciente y podremos incluso hacer una aproximación terapéutica más individualizada y dirigida . Por lo que es bueno insistir en acudir al especialista para tener un diagnóstico certero y que pueda transmitir las opciones más ajustadas a su caso.
¿Hay falta de alternativas para jóvenes con esta enfermedad?
Los ensayos, inicialmente, se hacen más en los adultos. Posteriormente ya empezamos a hacer en adolescentes, en menores de doce años, etcétera. Por tanto, en la actualidad, también se necesitan alternativas sobre todo para pacientes con dermatitis atópica en la adolescencia, que es una edad tan complicada por la cultura de la imagen, época de desarrollo de su personalidad, cuando puede haber más aislamiento y cuando es muy importante dormir bien, algo que estos pacientes no pueden por el picor.
Actualmente, hay dos fármacos biológicos indicados para adolescentes y un fármaco oral. Son tres, pero no todos los pacientes están controlados aunque sí que han mejorado de forma importante. Hay avances, pero hay un déficit para tener un mejor control global de la enfermedad y proporcionar la mejor calidad de vida a los pacientes.
¿Cuáles serían esos mitos que hay que derribar en torno a la dermatitis atópica?
Hay muchos mitos sobre temas de la alimentación que provocan conductas evitativas y eso hace que el paciente muchas veces venga con conductas alimenticias un poco erráticas.
Y algo importante es que la población tiene corticofobia. Existe la memoria colectiva de que son muy malos los corticoides. Cuando los corticoides tópicos, son los elementos fundamentales del tratamiento. Utilizados de forma correcta son muy eficaces y son muy seguros.
Como comunidad científica hemos de ser humildes y saber que hay mecanismos que suceden en la dermatitis atópica que todavía tenemos que indagar, investigar y por eso hay tantísima investigación. Hay que intentar que la sociedad disponga de una información que se sea lo más rigurosa y veraz, que se puede conseguir acudiendo a sociedades científicas, asociaciones de enfermos o los propios profesionales en consulta, que siempre buscamos lo mejor para los pacientes.