Durante los últimos años ha aumentado el uso de ansiolíticos y antidepresivos, dos de los fármacos cuyos efectos secundarios sobre la conducción son importantes. Pero no todos los seguros cubren los daños propios causados por un accidente en el que la causa haya sido el efecto de medicamentos.
En declaraciones a ConSalud.esMario Arnedo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), afirma que “se tienen que distinguir dos tipos de aseguramiento: en primer lugar el de suscripción obligatoria, que todo automóvil debe tener y que cubra la responsabilidad civil, es decir los daños que se causen a terceros; y en segundo lugar, los seguros voluntarios o a todo riesgo, en los que habría que examinar las cláusulas del mismo”.
La propia ley que regula los seguros de suscripción obligatoria excluye de cobertura los casos de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, o de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas. Recuerda Arnedo que “en el ámbito de los medicamentos hay muchas sustancias que son psicotrópicas, muchos medicamentos derivados de opiáceos o que pueden causar somnolencia. Los seguros no excluyen el medicamento en sí, salvo que haya tenido alguna influencia en la conducción”, apunta.
“Los seguros no excluyen el medicamento en sí, salvo que haya tenido alguna influencia en la conducción”
En el caso de los accidentes bajo la influencia del alcohol, “sí que está perfectamente tipificado al superar la tasa establecida como delito”, indica el experto pero “en el caso de las drogas no está determinada ninguna tasa a partir de la cual se puede considerar su influencia sobre el sistema nervioso central”, y recuerda que “algunas sustancias son depresoras y otras activadoras”.
En el caso de los seguros voluntarios, o seguros a todo riesgo, afirma Arnedo: “Se puede asegurar con daños propios, el propio vehículo. En este caso, “este tipo de seguros cubrirían los accidentes a no ser que tengamos expresamente aceptada una cláusula que excluya los siniestros causados bajo la influencia de medicamentos”, indica el presidente de la EAE.
La Ley de Tráfico y Seguridad Vial en el artículo 14 prohíbe la circulación “con tasas de alcohol superiores a las determinadas, o con presencia de drogas en el organismo de las que se excluyen aquellas que se utilicen bajo prescripción facultativa y con una finalidad terapéutica siempre que se esté en condiciones de utilizar el vehículo conforme la obligación de diligencia, precaución y no distracción”. Arnedo afirma que “una persona que pueda estar tomando un medicamento con fines terapéuticos, en una prueba salival puede dar positivo”. Para evitar sanciones por este hecho, en los casos de pacientes que tomen estas sustancias, deben solicitar a su médico un certificado que exprese que “se está tomando esas sustancias con finalidad terapéutica y en dosis que no afectan a la conducción”.
“En caso de tomar medicamentos que produzcan somnolencia el médico deberá emitir un certificado de su finalidad terapéutica e indicando que la dosis no afectaría a la conducción”
Pese a que en la Agencia del Medicamento se puede acceder a los prospectos con las contraindicaciones de todos los fármacos, “existe un pictograma que se incluye en los medicamentos que requieren prescripción médica y los que como contraindicación pueden provocar somnolencia”.
En esta línea, los facultativos deberían alertar al paciente sobre la contraindicación de algunos medicamentos que puedan mermar las condiciones para una conducción segura, pero esto no siempre ocurre. “Hay medicamentos como algunos antiinflamatorios que pueden dar sueño, pero no siempre se comenta en la consulta”, afirma Rosa Pérez, coordinadora de SEMES Divulgación. Apunta que otros medicamentos pueden bajar la tensión arterial “provocando una sensación de amodorramiento”. Y señala que en otros estos efectos son mucho más claros como en las benzodiacepinas, los hipnóticos o los opiáceos.
En algunas ocasiones cuando se prescriben antidepresivos o antihistamínicos para las alergias, “que son medicamentos que pueden provocar sueño, no siempre se avisa por parte del facultativo los efectos que pueden aumentar el riesgo de accidente si se conduce bajo sus efectos”. Por eso la experta recomienda mirar siempre el prospecto y más si se va a conducir.
RECOMENDACIONES PARA UNA CONDUCCIÓN MÁS SEGURA
La experta expone una serie de recomendaciones para llevar a cabo una conducción más segura y evitar los accidentes como puede ser una buena planificación del viaje. “Las horas de la madrugada son las más peligrosas para conducir, así como las horas después de comer (entre las 14 y las 17 horas) y esto está relacionado con el aumento del sueño en estas franjas horarias.
Otra recomendación es parar cada dos horas, unos diez o quince minutos. Si la meteorología no es óptima también se recomienda aumentar la frecuencia de las paradas. La experta apunta “mientras conducimos tenemos que estar alerta por lo que es mejor no optar por una música relajante y mantener una postura recta mientras conducimos, no estar en posición muy cómoda y con la calefacción puesta. Se debe sujetar el volante con las dos manos y firmeza”.
“Las horas de la madrugada y las primeras de la tarde son las más peligrosas para conducir”
También apunta que es importante ventilar el coche ya que el ambiente cargado, unido a que aumenta el calor puede provocar sueño. “No debemos realizar una conducción monótona, y eso pasa por ejemplo por realizar adelantamientos o desviarnos por carreteras en algunos tramos de trayecto”, indica.
“Conducir con compañía también es algo positivo para que puedan dar conversación al conductor”, indica Pérez. Además debemos evitar comer antes de conducir, y en caso de hacerlo deben ser comidas muy ligeras, ya que una comida abundante produce somnolencia”. Con respecto a las bebidas estimulantes como el café y el té la experta explica que pueden tener un efecto rebote y terminar produciendo somnolencia.