Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se centrará en el estudio de nanoanticuerpos y células derivadas de macrófagos como inmunoterapia para combatir las infecciones por hongos que sufren los niños con cáncer, ya que señalan que la mortalidad asociada al cáncer infantil o viene derivada de los propios tumores, sino de las infecciones por los hongos.
“Este proyecto utilizará nanoanticuerpos (nanobodies o pequeños fragmentos de anticuerpos producidos en alpacas) y las denominadas células CAR-MA (células CAR derivadas de macrófagos), que se desarrollarán en el laboratorio para que reconozcan el hongo y lo ataquen”, explica Eva Gálvez, del Instituto de Carboquímica del CSIC (ICB-CSIC), en Zaragoza, que lidera el proyecto junto a Maykel Arias, del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS Aragón). El proyecto trata de encontrar tratamientos más efectivos contra los hongos aspergillus, cándida, mucorales y fusarium. Cuentan con una aportación de 60.000 euros de la Asociación de Padres de Niños Oncológicos de Aragón (Aspanoa).
“Se trata de una investigación altamente novedosa porque hasta ahora estas inmunoterapias se están utilizado principalmente contra tumores y se quiere probar que también son válidas para las infecciones fúngicas”, indica Gálvez.
“Estos hongos no son peligrosos para una persona sana, pero en el caso de pacientes inmunodeprimidos, como es el caso de los niños con cáncer, pueden ser letales”
El proyecto de momento tiene una duración de dos años, además han explicado que los experimentos se harán in vitro y también in vivo en modelos de gusano y ratón.
“Estos hongos no son peligrosos para una persona sana, pero en el caso de pacientes inmunodeprimidos, como es el caso de los niños con cáncer, pueden ser letales”, explica la doctora Gálvez, añade que la enfermedad más común causada por hongos es la aspergilosis invasiva, que puede producir el fallecimiento de hasta el 70% de los niños con cáncer que la contraen.
“Los métodos actuales para detectar la aspergilosis son muy mejorables y el tratamiento para combatirla no está ideado para niños y tiene una alta toxicidad. Con las nuevas inmunoterapias, queremos hallar un tratamiento más eficaz y con muchos menores efectos secundarios”, señala.
Este proyecto está coordinado por el Instituto de Carboquímica del CSIC, además contarán con la colaboración de científicos de las Unidades de Enfermedades Infecciosas y Microbiología de los Hospitales Clínico y Miguel Servet, del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón y del BIFI de la Universidad de Zaragoza.
“Estamos muy contentos y nos hace especial ilusión el poder llevar a cabo este proyecto con el apoyo de Aspanoa, que precisamente se dedica a apoyar a los niños con cáncer de Aragón y sus familias”, concluye la doctora Eva Gálvez.