El Consejo Español del Cerebro ha presentado a la reina Letizia su plan 2025-2035, una propuesta estratégica "innovadora" que busca abordar de forma integral las necesidades y los problemas comunes a todos los trastornos cerebrales, neurológicos, psiquiátricos, neurodegenerativos y del neurodesarrollo.
Este plan introduce también una visión "inédita" en la política pública al considerar el desarrollo del capital cerebral como un activo "imprescindible" para el bienestar, la competitividad y la innovación de España, incorporando sinergias intersectoriales entre sanidad, educación, ciencia, trabajo, vivienda, justicia y asuntos sociales.
La introducción del concepto de 'capital cerebral' consiste en reconocer el cerebro sano no solo como ausencia de enfermedad, sino como base del desarrollo personal, social y económico, considerándolo como el "combustible de una sociedad del conocimiento". Los aspectos más "innovadores" del plan incluyen la creación de un Observatorio Ibérico de Patología Cerebral que articule esfuerzos científicos y clínicos entre España y Portugal, de forma que facilite el seguimiento del impacto socioeconómico de los trastornos cerebrales.
Del mismo modo, se impulsarán acciones a lo largo del ciclo vital e integra sanidad, educación y servicios sociales en una estrategia coherente de promoción y prevención, y se propondrá una infraestructura nacional de investigación cerebral que unifique recursos como biobancos, bancos de cerebros y plataformas de datos compartidos, agilizando así los ensayos clínicos e impulsando la investigación traslacional.
La estrategia ha sido presentada por la Comisión Nacional de Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia, el Consejo Español del Cerebro, la Fundación Weber y la Organización Médica Colegial de España
Los especialistas buscarán nuevos modelos de ensayo clínico y de financiación científica para fomentar diseños adaptativos, eliminar trabas burocráticas y facilitar la colaboración público-privada, unos modelos en los que la participación activa de pacientes y ciudadanía será "fundamental" para asegurar que la investigación y las intervenciones responden a las necesidades reales de las personas.
El Consejo ha considerado que todas estas medidas se encuadran con los cinco objetivos de la estrategia de salud cerebral de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de elevar la prioridad política, ofrecer acceso equitativo, promover la prevención, impulsar la investigación y dar una respuesta específica a trastornos cerebrales.
Esta iniciativa llega en un momento "crítico" pues, a pesar de que las enfermedades cerebrales constituyen la primera causa de discapacidad y una de las principales causas de muerte en España, el país se encuentra "muy alejado" de los objetivos estratégicos definidos por la OMS, una situación derivada de la falta de prioridad política, de la inequidad territorial en el acceso al diagnóstico y tratamiento, de la ausencia de campañas de prevención y de una inversión científica "crónicamente insuficiente".
Por todo ello, el organismo ha planteado un "cambio de paradigma" que cambia de una visión fragmentada y reactiva a una estrategia nacional con enfoque preventivo, equitativo y basado en la evidencia.
La estrategia ha sido presentada a la reina Letizia por la presidenta de la Comisión Nacional de Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia, María José Parellada, la presidenta del Consejo Español del Cerebro, María Del Mar Dierssen, el presidente de la Fundación Weber, Álvaro Hidalgo, y el presidente de la Organización Médica Colegial de España, Tomás Cobo.