Las condiciones de trabajo, las jornadas o los turnos rotatorios y nocturnos serían los principales causantes del burnoutsanitario en España. Así lo ha dado a conocer la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, que ha publicado los resultados de su último bloque del Informe bienal de SESPAS 2024.
Concretamente, y a través del estudio ‘Salud y bienestar del personal sanitario: condiciones de empleo y de trabajo más allá de la pandemia’, se ha analizado la problemática de salud laboral que sufre el personal sanitario en el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Uno de los principales descubrimientos de este estudio es que el desgaste entre los profesionales sanitarios no deja de crecer, alcanzando niveles alarmantes en bajas laborales, muchas de ellas debido al desgaste profesional (burnout), que, según varios estudios, afecta a más del 25 % del personal médico en España. La pandemia de COVID-19 y sus consecuencias en los últimos tres años han tensionado de forma extrema al sistema sanitario y ha evidenciado sus carencias en relación a las condiciones de trabajo y empleo.
El desgaste entre los profesionales sanitarios no deja de crecer
En cuanto a los principales motivos de desgaste profesional, encontramos las condiciones de empleo como las largas jornadas de trabajo o los turnos rotatorios y nocturnos,los cuales generan riesgos psicosociales como la alta demanda y un bajo control, además de los riesgos ergonómicos como la manipulación de cargas o las posturas forzadas.
Esto se traduce en un incremento exponencial de las bajas laborales, creando tensiones insostenibles en la gestión de las personas que deben prestar la asistencia sanitaria, lo que puede conducir a “un mayor riesgo de mala calidad en la atención y a errores clínicos”, que podría tener consecuencias negativas en la seguridad al paciente, apuntan los autores en el estudio.
Por su parte, las mujeres, que representan el 70% del personal sanitario en España, se enfrentan una serie de desigualdades laborales. A pesar de su predominancia en el sector, ocupan en su mayoría puestos peor remunerados y de menor prestigio. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a nivel mundial, “la proporción de mujeres en los puestos peor remunerados del sector es notablemente mayor que la de hombres, alcanzando hasta un 90% en el caso de las técnicas auxiliares de enfermería. Por otro lado, las mujeres representan solo el 65% de los médicos y el 25% en puestos directivos”, explican los autores del estudio.
“La pandemia de la COVID-19 ha puesto en evidencia la resiliencia del personal sanitario”
En un informe de la OMS, que incluye a 104 países, se destaca que las trabajadoras sanitarias tienen menos probabilidades de estar a tiempo completo y más probabilidad de recibir salarios más bajos. Además, las mujeres a menudo enfrentan una doble carga de trabajo, compaginando su empleo en el sector sanitario con las tareas domésticas y de cuidados, lo que añade una capa adicional de estrés y desgaste profesional.
“La pandemia de la COVID-19 ha puesto en evidencia la resiliencia del personal sanitario”, argumentan los autores. Sin embargo, más allá del plano individual, “no hemos de olvidar la necesidad de tener, sobre todo, organizaciones resilientes”, con capacidad para “anticipar, prepararse, responder y adaptarse a cambios acelerados y a interrupciones repentinas, presentes y futuras”.
Las crisis sanitarias seguirán sucediendo, como “la que ya estamos afrontando provocada por la emergencia climática, ahora muy visible con los efectos de las olas de calor sobre el exceso de mortalidad, y donde la capacidad de respuesta del personal sanitario del SNS será de nuevo esencial para apoyar las políticas públicas de mitigación, adaptación y compensación”, explican en el artículo.
Para mejorar la salud laboral del personal sanitario, los investigadores proponen la creación de un “Observatorio sobre las Condiciones de Trabajo, Empleo y Salud del personal sanitario en el SNS”, que recoja de manera continua y sistemática toda la información sobre las experiencias que van desarrollando las organizaciones sanitarias en materia de salud laboral, “así como disponer de la mejor información disponible de las encuestas de población activa, de salud y de condiciones de trabajo”.