La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado recientemente un informe global que ofrece una certera fotografía de la brecha salarial que existe en el sector de la salud y los cuidados en un escenario marcado por la pandemia provocada por el SARS-CoV-2.
De acuerdo con los datos recogidos en el informe el sector de la salud y los cuidados ha experimentado menos pérdidas de empleo durante la crisis sanitaria ocasionada por la Covid-19 en comparación con el resto de sectores económico. La razón, es obvia: los trabajadores sanitarios se convirtieron en la primera línea de defensa frente al virus. A pesar de esto un hecho a destacar es que sus condiciones han empeorado significativamente, especialmente desde el punto de vista de su seguridad.
Para entender mejor el contexto de exposición de los datos que se exponen a lo largo de estas líneas, es necesario tener en cuenta que el 67% de la fuerza laboral del sector salud y los cuidados a nivel global son mujeres. El alto grado de feminización del sector salud es un factor clave detrás de los menores ingresos que ganan las profesionales sanitarias en comparación con sus pares varones. De este modo el informe concluye que, una vez se han considerado factores como la edad, educación, categoría ocupacional y otros factores similares, las mujeres se enfrentan a una brecha salarial de 24 puntos porcentuales en comparación con los hombres.
La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha golpeado de forma desmesurada a los trabajadores que se encuentran en las escalas inferiores que, en su mayoría, son mujeres.
La pandemia ha puesto de relieve las fisuras y carencias en los sistemas sanitarios y el sector asistencial, enfatizando en a urgente necesidad de fortalecer los servicios públicos. El informe denuncia que los trabajos en el sector salud se caracterizan por salarios medios más bajos en comparación con ocupaciones similares en otros sectores, así como un exceso de trabajo y largas jornadas laborales.
Este documento muestra que antes de la pandemia el sector de la salud y los cuidados a nivel global contaba con un significativo volumen de trabajadores mal pagados y profesionales con contratos precarios, especialmente en los países con medios y bajos ingresos.
El informe pone el foco en el estudio Eurofound (2011) de la Unión Europea para buscar las razones por las que los profesionales sanitarios cuentan con salarios más bajos en comparación con otros trabajadores. El primero de los motivos hace referencia a una elevada masa de personal poco cualificado que ganan el salario mínimo, mientras que los más cualificados suelen ganar por debajo del salario medio del país en el que trabajan. Una situación extrapolable a todas las regiones.
Destaca la alta incidencia de la precariedad de los contratos, jornadas laborales irregulares, opciones de proyección profesional limitadas y disparidades de género. Factores que contribuyen a serias dificultades a la hora de aumentar la fuerza laboral, particularmente de los varones, y que no favorece la retención de los profesionales
El estudio destaca la alta incidencia de la precariedad de los contratos, jornadas laborales irregulares, opciones de proyección profesional limitadas y disparidades de género. Factores que contribuyen a serias dificultades a la hora de aumentar la fuerza laboral, particularmente de los varones, y que no favorece la retención de los profesionales. Una fotografía que en el caso de las mujeres dificulta enormemente la conciliación con la vida personal lo que complica su situación profesional.
Los autores del documento exponen que la compleja interacción de los factores señalados subyace sobre el problema de la brecha de género entre profesionales sanitarios. Se suma el hecho de que cada país cuenta con medidas y políticas diferentes, aunque los hallazgos del informe arrojan algo de luz sobre cuáles podrían ser los caminos a seguir. En este sentido, entre las propuestas realizadas, destaca la necesidad de mejorar las condiciones laborales en el sector de la salud y los cuidados ante la creciente demanda de servicios derivada del progresivo envejecimiento de la población. Una situación que ha quedado puesta de manifiesto con la pandemia.
Además, hay un importante potencial para aumentar la oferta de servicios de salud y de la atención en aquellos países en los que las necesidades son más elevadas. El sector de la salud representa un área importante de oportunidad, particularmente en los países de medios y bajos ingresos, donde la inversión en el sector de la salud y de los cuidados es actualmente baja.
El titánico esfuerzo realizado por los profesionales sanitarios en los momentos más críticos de la pandemia se ha traducido en un aumento de las protestas por parte de los sanitarios para denunciar sus precarias situaciones. El informe recomienda la negociación colectiva para abordar aspectos como la reducción de las cargas de trabajo, ofrecer mejores oportunidades de proyección laboral, aumento de los salarios e incremento de los extras económicos por las guardias.
El análisis global de la OMS revela una variación significativa en las brechas salariales de género en el ámbito de la salud y los cuidados entre países, lo que sugiere que la acción específica para cerrar estas brechas que se han acentuado con la pandemia pasa por:
- Mejorar la recopilación y el análisis de datos específicos sobre salarios desglosados por género para el sector de la salud y la atención.
- Invertir en empleos decentes en el sector.
- Diálogo social.
- Promover carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas para mujeres jóvenes.
- Atraer a más hombres a las categorías de ocupación media y más mujeres a la parte superior.
- Transparencia salarial e instrumentos legales contra la discriminación salarial.
- Políticas para corregir la brecha salarial de maternidad.
- Facilitar la transición de los trabajadores de la economía informal a la formal.