La tecnología y la salud son dos disciplinas que se dan la mano para mejorar la detección, tratamiento y abordaje de patologías médicas en los pacientes. De este modo, los últimos avances tecnológicos en equipos médicos facilitan el trabajo de los profesionales y abren nuevas vías para combatir enfermedades, mejorando así la salud y calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, estos avances modernos no se circunscriben a hospitales y laboratorios; en ocasiones los tenemos ‘al alcance de la mano’ y convivimos con ellos en nuestro día a día sin apenas darnos cuenta de ello.
Sin ir más lejos, el pasado 29 de diciembre el Hospital Clínico San Carlos de la Comunidad de Madrid logró detectar a un paciente, durante una exploración rutinaria, una fibrilación ventricular a través de un smartwatch. Esta patología constituye una de las arritmias cardiacas más graves que existen y el hecho de haber podido identificarla con la ayuda de un reloj inteligente prueba que el trazado electrocardiográfico de este aparato que llevamos en la muñeca es muy similar al realizado por el electrocardiógrafo estándar de cualquier centro médico habitual. El descubrimiento fue llevado a cabo por Miguel Ángel Cobos, cardiólogo del Hospital Clínico San Carlos, quien ha atendido a ConSalud.es para hablarnos de este hallazgo y de las potenciales utilidades que aportan los smartwatch para la cardiología y la medicina en general.
"Lo curioso del caso es poder mostrar que con este aparato que llevamos en la muñeca somos capaces de detectar prácticamente cualquier patología cardiaca. Así, aunque no esté pensado para ello, el applewatch puede detectar los infartos”
En concreto, la detección de esta fibrilación ventricular se produjo en un paciente de de 72 años que había acudido a una de las consultas de revisión cardiológica pautada a consecuencia de una angina de pecho crónica. “La fibrilación ventricular es la arritmia severa con la que todos nos morimos. Lo curioso del caso es poder mostrar que con este aparato que llevamos en la muñeca somos capaces de detectar prácticamente cualquier patología cardiaca. Así, aunque no esté pensado para ello, el applewatch puede detectar los infartos”, indica el cardiólogo del San Carlos. Este último caso ha sido publicado en la prestigiosa revista científica The Lancet por Cobos y Andrés Provencio, médico residente de Cardiología del mismo hospital.
La llegada de los smartwatch con fines médicos es un fenómeno reciente en cardiología, pero presenta un importante potencial de desarrollo futuro. Así, el Dr. Cobos señala su creencia en que “estos aparatos llevan en el mercado cuatro años y los médicos somos un poco conservadores con las nuevas tecnologías; sin embargo, yo creo que dentro de diez años el mundo va a ser diferente y los smartwatch del futuro van a acoplarse a sistemas de inteligencia artificial que van a hacer posible el diagnóstico cardiológico a distancia sin la necesidad presencial del médico”. De este modo, estos dispositivos permitirán a las personas llevar a cabo ellos mismos un cardiograma “en cualquier sitio, en cualquier momento; ya estén en casa o en un ascenso al Himalaya”, asegura.
“Estos relojes van a permitirnos llevar a cabo una monitorización cardiaca si sentimos un dolor o una pérdida de conocimiento, aunque de momento se hace necesario enviar estos datos a un profesional médico para que lleve a cabo el diagnóstico apropiado”
En este sentido, el cardiólogo de Hospital Clínico San Carlos aclara que “estos relojes van a permitirnos llevar a cabo una monitorización cardiaca si sentimos un dolor o una pérdida de conocimiento, aunque de momento se hace necesario enviar estos datos a un profesional médico para que lleve a cabo el diagnóstico apropiado”. Tampoco conviene olvidar que un electrocardiograma realizado en un centro sanitario conlleva la colocación de diferentes sensores en distintas partes del cuerpo, a diferencia de los relojes inteligentes, con un único sensor en la muñeca. Sin embargo, el Dr. Cobos ha encontrado la solución a esta incidencia: “En la muñeca puede diagnosticar no muchas cosas, pero cambiado de sitio es posible hacer casi cualquier electrocardiograma. Así, modificar las posiciones del sensor es el equivalente a los distintos cables que se utilizan para realizar habitualmente esta prueba”.
Por todo ello, las ventajas asociadas a estos aparatos en el campo de la cardiología se relacionan con la facilidad del paciente para poder llevar un control exhaustivo de su estado de salud, por sí mismo, para posteriormente poder facilitar esa información a su médico particular. Esto facilitará a los profesionales realizar su trabajo, pues, como indica el profesional del San Carlos, “a los cardiólogos siempre nos ha preocupado ver a los pacientes únicamente un momento puntual durante la consulta, pero no podemos observar cómo estuvo ayer o cómo estará dentro de tres días; así, los relojes inteligentes nos van a ayudar mucho en el seguimiento y prevención de muchas patologías”.
“Casi cualquier patología se podrá beneficiar de los relojes inteligentes; los trastornos del sueño -difíciles de explorar y que requerían que el paciente se quedase a dormir para analizarlos- o patologías psiquiátricas -en base a la medición de parámetros de estrés-, por ejemplo”
Dadas sus particularidades técnicas, los smartwatch son grandes herramientas en la monitorización del ritmo cardiaco, sus utilidades para la salud van mucho más allá de la disciplina cardiológica. Los relojes inteligentes más modernos incluyen funciones como la medición de frecuencia respiratoria, detección del estrés, medición del oxígeno en sangre, detección de caídas, análisis del sueño o medición de la temperatura corporal (fiebre). Con todo esto, el Dr. Cobos, considera que “un smartwatch es bastante mejor que tener un médico en la muñeca, son dispositivos que tienen unos 50 parámetros biológicos”.
Si bien en la actualidad la cardiología es el campo más puntero en la aplicación de esta tecnología, “casi cualquier patología se podrá beneficiar de los relojes inteligentes; los trastornos del sueño -difíciles de explorar y que requerían que el paciente se quedase a dormir para analizarlos- o patologías psiquiátricas -en base a la medición de parámetros de estrés-, por ejemplo”, señala Cobos. En esta línea, el doctor es muy optimista respecto al porvenir y la aplicación de esta gama de aparatos, que ya van mucho más allá de darnos la hora y que resume en la afirmación de que “el futuro de la salud está en nuestra muñeca”.
PREOCUPACIÓN POR NUESTRA SALUD
Asociadas a estas innovaciones tecnológicas, en los últimos tiempos se ha despertado una mayor conciencia en la sociedad respecto al cuidado de la salud. Los ciudadanos se muestran más pendientes a los buenos hábitos saludables en alimentación, actividad física, evitar el tabaquismo y sedentarismo, así erradicar otras costumbres contraproducentes para nuestra calidad de vida. “Que la gente tome conciencia de que son los responsables principales de su salud es una moda, pero una moda positiva, así que esperemos que venga para quedarse”, concluye Cobos. No en vano, todo apunta a que en el futuro estos nuevos dispositivos como los smartwatch nos capacitarán para llevar un mejor control de nuestra salud, de ahí la importancia de asumir el autocuidado como una faceta más de nuestra vida.