Tras los anuncios realizados por los Colegios de Médicos de A Coruña, Guipúzcoa y Cádiz, se suceden nuevos anuncios de organismos de profesionales que expedientarán a los médicos y sanitarios que nieguen la existencia de la Covid-19. El último en anunciarlo ha sido el Colegio Oficial de Médicos de Alicante (COMA).
A través de un comunicado, esta institución ha informado este martes que abrirá expediente a los profesionales que se opongan al uso de mascarillas, al mantenimiento de la distancia personal, lavado frecuente de manos y uso de antisépticos eficaces para el control de la pandemia. Para el COMA, estas son actitudes que “van contra la buena práxis médica poniendo en riesgo la salud individual y colectiva, y que contravienen claramente la razón de existir de nuestra profesión médica”.
Desde el COAM instan a los médicos a "pronunciarse, de forma inequívoca sobre la utilidad de unas y la inutilidad de otras prácticas carentes del necesario y exigible aval científico"
La Comisión de Deontología del Colegio ha recordado que en “el riguroso cumplimientos de estas medidas básicas, aceptadas como eficaces por los organismos científicos, debemos implicarnos todos, sin excepción, y de manera muy especial los médicos y las instituciones sanitarias, que deben pronunciarse, de forma inequívoca sobre la utilidad de unas y la inutilidad de otras prácticas, proclamadas como curativas o profilácticas, pero carentes del necesario y exigible aval científico”.
Estas conductas “no son acordes con nuestro código deontológico, cuyos deberes obligan a todo médico en el ejercicio de su profesión” y su incumplimiento, señala el Colegio, “puede llevar acarreadas faltas deontológicas que serán motivo de apertura del correspondiente expediente con las consecuencias que ello pueda suponer para el expedientado si tenemos conocimiento de ellas”.
Desde la Comisión de Deontología del COMA recuerdan que la irrupción inesperada y sorprendente de la infección vírica producida por el virus SARS-CoV-2 ha sumido a la humanidad en una situación totalmente nueva derivada de dos hechos fundamentales: la gran contagiosidad de la infección y la gran diferencia de síntomas y cuadros clínicos que el mismo agente causal produce en unas y otras personas tras la infección. Mientras un porcentaje elevado de infectados cursan sin o con mínimos síntomas, pero manteniendo la misma capacidad de contagiar a otros, existen otras personas en las que la infección produce síntomas severos que precisan ingreso en las Unidades de Cuidados Intensivos y hasta su muerte.
Además, insisten, la no existencia, hasta hoy, de tratamientos claramente efectivos que actúen sobre el propio virus, de tratamientos que vayan más allá de la necesaria búsqueda de corregir las alteraciones orgánicas y mutisistémicas de cada caso, “hace posible que, de manera más o menos interesada, se preconicen, especialmente en redes sociales, algunos medicamentos ‘cuasi milagrosos’ aunque faltos del más mínimo fundamento y rigor científico”.
Por ello, desde el COMA apuntan que cobra vital importancia en este momento encontrar la forma de prevenir los contagios como medida más eficaz de evitar su propagación. Lo contrario, añaden, puede conducirnos “a un inasumible porcentaje de muertes, un insoportable impedimento de la relación interpersonal y una ruinosa paráralisis de la actividad económica. En esta prevención jugamos todos un importante papel y cada uno asumimos una gran responsabilidad”.