La actualización del Estatuto Marco del personal estatutario del Sistema Nacional de Salud (SNS) ha sido uno de los compromisos adquiridos por el Ministerio de Sanidad al comienzo de la presente legislatura. Desde el pasado mes de marzo, el departamento de Mónica García ha venido retomando las negociaciones con profesionales y expertos para establecer unas bases de actuación de cara a configurar el nuevo documento. En este momento, una vez superado el parón del verano, se espera poder concretar los últimos capítulos del mismo.
Uno de los aspectos que más dificultades puede suponer para el Ministerio de Sanidad a la hora de negociar es la nueva ordenación del personal. No en vano, diferentes colectivos sanitarios llevan tiempo especialmente pendientes de cómo se va a concretar su anunciada reclasificación. Una iniciativa que pretende volver a ordenar las categorías profesionales que componen la pirámide de la sanidad pública española, con la difícil misión de contentar a todos los trabajadores implicados en el nuevo tablero.
ENFERMERAS, EN PRIMERA LÍNEA
En concreto, el detonante de este ‘baile’ de demandas profesionales respecto a la reclasificación de su categoría la arrancaron las enfermeras. El colectivo enfermero lleva años solicitando que se eleve su escalón laboral desde el actual nivel A2 al A1. “La actual clasificación nos limita profesionalmente. Lo que pedimos es que nos equiparen al resto de profesionales con grado universitario y que podamos acceder a los mismos puestos gestores que ellos”, apuntaba recientemente a ConSalud.es José Luis Cobos, vicepresidente III del CGE.
Desde el CGE consideran “evidente” que todos los profesionales con el mismo nivel de formación y responsabilidad tienen que estar en el mismo grupo a ojos de la Administración; es decir, en el grupo A1
En este sentido, desde el Consejo General de Enfermería consideran “evidente” que todos los profesionales con el mismo nivel de formación y responsabilidad tienen que estar en el mismo grupo a ojos de la Administración; es decir, en el grupo A1. “Los matices vendrán después, en temas retributivos, por ejemplo”, aclaraba el presidente colegial, Florentino Pérez Raya. Una reivindicación hacia la que la ministra Mónica García se mostró receptiva al comienzo de su mandato y que la Enfermería espera ver concretada con prontitud.
UNA CATEGORÍA PROPIA
Por su parte, los médicos han dado también un paso adelante reclamando al Ministerio de Sanidad una categoría profesional específica para su colectivo, la A1+. Los facultativos fundamentan esta medida en la singular exigencia y el tiempo que han de invertir para adquirir su formación. En concreto, los médicos se enmarcan actualmente en la categoría A1 –a la que aspiran las enfermeras-, acreditando 360 créditos por su titulación, frente a los 240 créditos de otros colectivos en su misma categoría. Una circunstancia que esperan corregir en la próxima reclasificación.
"Esta reclasificación debe ir más allá del aspecto retributivo" y “ha de arrastrar todos los cometidos y contenidos que vienen formando parte de la labor de los facultativos”
El exsecretario general de CESM, Dr. Gabriel del Pozo, explicaba a nuestro medio que “llevan mucho tiempo trasladándole al ministerio que la actual clasificación se tiene que revisar, dadas una serie de particularidades en la formación de los médicos”. Por tanto, el facultativo considera justo adaptar la actual estructura de categorías en base a las “diferencias académicas” para llegar a ser un médico especialista; asimismo, concluía, "esta reclasificación debe ir más allá del aspecto retributivo" y “ha de arrastrar todos los cometidos y contenidos que vienen formando parte de la labor de los facultativos”.
MÁS SANITARIOS SE APUNTAN AL A1+
El escalafón profesional A1 reúne en la actualidad a diferentes especialidades -aparte de los médicos- como las de los psicólogos clínicos, farmacéuticos, biólogos o químicos. Una serie de colectivos que ahora miran con expectación la posible reclasificación ministerial. “Desconocemos cuáles serían los nuevos criterios marcados a la hora de reformular las categorías, pero nuestra postura pasa –como mínimo- por mantener el actual estatus del que disponemos”, destaca el presidente de la Sociedad Española de Psicología Clínica (SEPC-ANPIR), Javier Prado.
En la actualidad se encuentran trabajando en la categoría A1 “los farmacéuticos hospitalarios, titulares del Estado, Análisis Clínicos, Bioquímica Clínica, Inmunología, Microbiología y Parasitología o Radiofarmacia, entre otros”
Una línea de pensamiento con la que coincide Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), quien explica que en la actualidad se encuentran trabajando en la categoría A1 “los farmacéuticos hospitalarios, titulares del Estado, Análisis Clínicos, Bioquímica Clínica, Inmunología, Microbiología y Parasitología o Radiofarmacia, entre otros”, por lo que, en caso de crearse el grupo A1+, “los titulados en Farmacia que forman parte del Sistema Nacional de Salud “deberían pasar a este nuevo grupo”.
Finalmente, otro colectivo que ha decidido alzar la voz esta misma semana ha sido el de los técnicos superiores sanitarios, quienes han pedido al Gobierno la inclusión de su profesión como grupo B en el proyecto de Ley de la Función Pública de la Administración General de Estado (AGE), a la vez que ha criticado que el retraso acumulado por la "pasividad" del Ejecutivo ha provocado desde el año 2011 una pérdida acumulada a cada uno de los afectados de unos 25.000 euros.