El Consejo Superio de Investigación Científica (CSIC) ha presentado este jueves en rueda de prensa su nuevo Código de Buenas Prácticas Científicas (CBPC). En él, "el CSIC persigue fomentar la conducta responsable y la excelencia en la investigación y es de aplicación a todo el personal investigador de la institución, incluidas las personas en formación y las que desarrollan labores técnicas y de apoyo conexas a la investigación”, ha señalado Lluis Montoliu, presidente del Comité de Ética del CSIC e investigador del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC).
Elnuevo Código pauta el desarrollo del trabajo científico en aspectos como aquellos que atañen a la investigación con animales, con seres humanos, a la seguridad y la salud de los investigadores, así como del resto de la sociedad, y la protección del medio ambiente. Además se abordan tareas como la comunicación de la ciencia desespañada por los investigadores.
Este Código, más completo, revisa y sustituye la versión anterior publicada en 2011. Entre los puntos que promueve se encuentra la independencia e imparcialidad científica. Recuerda que las observaciones y experimentos se han de diseñar con rigor e inteligencia para obtener información veraz y completa.
"El CSIC se compromete a fomentar la igualdad de oportunidades sin ningún tipo de discriminación y, en particular, la perspectiva de género en la ciencia, con acciones que permitan avanzar hacia la igualdad plena entre hombres y mujeres en la institución"
Sobre la difusión de los resultados destacan el deber de publicarlo de forma abierta, transparente, honesta, y con precisión y exactitud. Y prestan especialmente atención a la comunicación con los medios, tal y como ha insistido el presidente del Comité de Ética del CSIC: “Los investigadores del CSIC, cuando exponen sus opiniones y análisis científicos sobre los temas de los que son expertos reconocidos, hablan a título personal, y no en nombre de la institución, a no ser que hayan sido invitados a ello por la propia institución”.
También subraya que en las tareas de evaluación debe actuarse de manera rigurosa y se desarrolla la labor del investigador como formador y supervisor. El Código, además aborda las vulneraciones de la integridad científica y las malas prácticas en investigación que deben evitarse en todo momento, en especial la fabricación, falsificación o plagio de resultados, entre otras.
Por último, dedica una sección de compromiso institucional en la que se subraya que el objetivo de esta institución es perseguir la excelencia en el desarrollo de la investigación científica, con el compromiso de producir y comunicar resultados de la más alta calidad, además de consolidar la apuesta por la ciencia abierta.
“El CSIC se compromete a fomentar la cultura de la honestidad en el entorno científico y a promover la conducta responsable en investigación, la igualdad de oportunidades sin ningún tipo de discriminación y, en particular, la perspectiva de género en la ciencia, con acciones que permitan avanzar hacia la igualdad plena entre hombres y mujeres en la institución, con un firme compromiso por la diversidad y la inclusión”, ha concluido Montoliu.