Los resultados negativos en ciencia tal vez sean menos llamativos, pero no por ello son menos importantes. Sobre todo cuando, como es el caso, implican la demostración de que una posible nueva vía terapéutica contra la fibrosis pulmonar idiopática y otras enfermedades es en efecto segura. Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) demuestran en un nuevo trabajo que la terapia génica con telomerasa que han desarrollado, y que se ha mostrado eficaz en ratones contra enfermedades causadas por el acortamiento excesivo de los telómeros y también contra el envejecimiento, no provoca cáncer ni aumenta el riesgo de padecerlo.
El trabajo se publica en la revista PLoS Genetics con la participación de Miguel Ángel Muñoz y Paula Martínez del Grupo de Telómeros y Telomerasa liderado por María A. Blasco en el CNIO. En el trabajo también ha colaborado el Centro de Terapia Génica (CBATEG) de la Universidad Autónoma de Barcelona, liderado por Fàtima Bosch.
El Grupo Telómeros y Telomerasa del CNIO lleva años investigando la posibilidad de usar la enzima telomerasa para tratar procesos patológicos relacionados con el acortamiento de los telómeros, como las enfermedades asociadas al envejecimiento -cardiovasculares y neurodegenerativas, entre otras- e incluso el proceso del envejecimiento mismo.
Los investigadores han demostrado que la terapia génica con telomerasa es segura
En 2012 diseñaron una estrategia del todo innovadora: una terapia génica que reactiva el gen de la telomerasa solo durante unas pocas divisiones celulares usando los llamados vectores adeno-asociados (AAV). La enzima ejerce así su función reparadora únicamente durante un tiempo limitado y, de este modo, los riesgos asociados la activación de la telomerasa en todo el organismo se minimizan. Pero ¿hasta qué punto? El potencial uso médico de la telomerasa siempre se ha enfrentado al miedo a un posible aumento del riesgo de cáncer.
El trabajo que ahora se publica aborda específicamente esta cuestión, aplicando la terapia génica sobre un animal modelo, un ratón, que reproduce el cáncer de pulmón humano y que, por tanto, tiene un riesgo ya de por sí mayor de desarrollar esta enfermedad. Los resultados son negativos: “La activación de la telomerasa mediante esta terapia génica no aumenta el riesgo de padecer cáncer” ni siquiera en estos ratones, escriben los autores.
“Son buenas noticias, ya que sugieren que la terapia génica con telomerasa es segura, incluso en un contexto de mayor riesgo de desarrollar cáncer”, comenta Blasco. “En nuestros trabajos ya veíamos que esta terapia génica no aumenta el riesgo de cáncer, pero queríamos hacer lo que se llama un killer experiment, un experimento que crea las peores condiciones para que tu hipótesis se cumpla; si aún así sobrevive, la hipótesis es realmente sólida.
"Por eso escogimos estos ratones: son animales que desarrollan de manera espontánea un tipo de cáncer de pulmón muy similar al humano, que normalmente no aparece nunca en los ratones normales. No se nos ocurre otro experimento que pueda demostrar mejor la seguridad de esta terapia”, añade.