Científicos del CNIO descubren un mecanismo de regeneración del hígado que se activa con glutamato

Un equipo de científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas han desubierto un mecanismo de regeneración hepática desconocido hasta ahora

Nabil Djouder y María del Mar Rigual, autores principales de la investigación (FOTO: CNIO)
Nabil Djouder y María del Mar Rigual, autores principales de la investigación (FOTO: CNIO)
Manuel Gamarra
26 marzo 2025 | 18:35 h
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Enfermedades que producen daño hepático crónico, como la cirrosis, cada vez son más prevalentes debido a los malos hábitos dietéticos de la sociedad y al consumo de alcohol. Debido a ellas, el hígado deja de regenerarse, una habilidad única que tiene este órgano y que le permite reemplazar células hepáticas dañadas por los tóxicos que ellas mismas eliminan. Por eso, aprender a activar la regeneración del hígado resulta fundamental para mejorar el daño hepático grave y para ayudar a los pacientes a los que les ha sido extirpado parte del órgano para eliminar un total.

En ello trabajan en el trabajan en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), cuyos científicos han publicado en la revista Nature un estudio a través del cual han descubierto, con modelos animales, un mecanismo de regeneración hepática desconocido hasta ahora. Es un proceso que, explican desde el CNIO, se activa muy rápido, apenas minutos después de que se produzca el daño agudo en el hígado, y en él juega un papel clave el aminoácido glutamato.

“La suplementación nutricional con glutamato puede favorecer la regeneración del hígado y beneficiar a pacientes con daño hepático grave y crónico. Por ejemplo, aquellos en recuperación tras una hepatectomía, para estimular el crecimiento del hígado, o incluso a quienes esperan un trasplante”, explica el equipo de investigadores liderado por Nabil Djouder, jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del CNIO, quien recuerda que “una dieta y un estilo de vida poco saludables pueden afectar a la regeneración del hígado”.

“La suplementación nutricional con glutamato puede favorecer la regeneración del hígado y beneficiar a pacientes con daño hepático grave y crónico"

Así, continua, sus resultados describen un mecanismo “fundamental y universal” que permite al hígado regenerase después de un daño agudo. “Estos resultados pueden también ayudar a mejorar la capacidad regenerativa del hígado en pacientes con daño hepático grave, como la cirrosis, o que han sido sometidos a una resección parcial en una cirugía para extirpar un tumor”, indica el experto del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.

La novedad que incluye esta investigación, cuya primera firmante es la investigadora María del Mar Rigual, es que describe una comunicación entre dos órganos diferentes como son el hígado y la médula ósea, involucrando de esta manera al sistema inmunitario. Y es que, si bien ya se sabía que la regeneración del hígado se produce por la proliferación de las células del hígado, los hepatocitos, no se conocían bien los mecanismos moleculares implicados. Los resultados del estudio demuestran que hígado y médula ósea están interconectados por el glutamato.

Tras un daño hepático agudo, las células hepáticas, llamadas hepatocitos, producen glutamato, y lo vierten al torrente sanguíneo; el glutamato llega por la sangre hasta la médula ósea-dentro de los huesos-, donde activa a los monocitos, un tipo de células del sistema inmunitario. Los monocitos viajan entonces hasta el hígado y por el camino se convierten en macrófagos. también células inmunitarias. La presencia del glutamato reprograma el metabolismo de los macrófagos, y estos, en consecuencia, empiezan a secretar un factor de crecimiento que hace proliferar a los hepatocitos.

“En el futuro podría recomendarse simplemente la suplementación con glutamato en la dieta tras una extirpación hepática"

Es, en palabras de Djouder, una “perspectiva nueva, compleja e ingeniosa” por parte del hígado para estimular su propia regeneración, “una cadena de sucesos rápidos que  permite que en apenas minutos el glutamato desencadene la regeneración del hígad0 mediante cambios en el metabolismo de los macrófagos”. Los experimentos se han realizado en modelos animales, pero sus resultados se han comprobado con herramientas bioinformáticas, utilizando bases de datos de hepatocitos de ratón y humanos.

Según Djouder, “en el futuro podría recomendarse simplemente la suplementación con glutamato en la dieta tras una extirpación hepática, y también para reducir el daño en el hígado causado por cirrosis, frecuente en pacientes con mala alimentación o estilo de vida poco saludable o en otras enfermedades hepáticas graves”. El científico también sugiere otro objetivo para futuras investigaciones, “explorar más a fondo la posibilidad de utilizar suplementos de glutamato en humanos que hayan sido sometidos a una resección hepática para la extracción de tumores”.

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