Los fallecimientos de personas ingresadas en los hospitales por problemas de salud mental son muy poco frecuentes en España. Sin embargo, a veces algún paciente muere, como denuncia cada cierto tiempo la Confederación de Salud Mental. Aunque la realidad del país no es comparable con otros, las soluciones sí son comunes. En Australia, por ejemplo, se estima que fallece uno de cada 1.000 ingresados, bien por problemas de salud física (como cardiovasculares) o por suicidios o autolesiones, que en el país austral supone el 25% de este tipo de decesos, según la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW Sidney).
La respuesta a esta situación recogida en un estudio publicado en la revista Journal of Psychiatric Research se centra en tomar medidas en cuanto a la salud física de estos pacientes así como la implantación de una atención sanitaria integrada. No en vano, diferentes estudios destacan la alta tasa de comorbilidades como problemas metabólicos o cardiovasculares derivados del tratamiento así como de la propia situación del paciente.
Los pacientes ingresados en Psiquiatría necesitan talleres ocupacionales y hacer deporte, recuerda Gutiérrez Rojas
En este sentido, la actualización de las estrategias de abordaje de estos pacientes es clave. En España cada hospital se va adaptando a nuevas fórmulas para hacer más cómodo el ingreso a estos pacientes, pero existen ciertas deficiencias que precisan mejoras. Precisamente, una de ellas es la necesidad de que los pacientes participen en actividades como terapias ocupacionales y hagan deporte para mejorar tanto su estado mental como físico, destaca a ConSalud.es el Luis Gutiérrez Rojas, vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) y autor de La belleza de vivir: todos los problemas tienen solución y Vivir más libre: elige una vida feliz.
"Nuestros pacientes ingresados no están encamados, todo lo contrario. Por eso necesitan actividades de distintos tiempos que les entretengan mientras están en las unidades de ingreso", recuerda Gutiérrez Rojas. Sin embargo, "la presencia de monitores en los hospitales es insuficiente para unas personas que están 24 horas ingresadas, que pasan allí los fines de semana y que muchas veces no tienen familia o a esta no la permiten visitarles para evitar situaciones de ansiedad y estrés”, señala el especialista. La actual falta de recursos frena estos avances, reconocen los expertos. Sin embargo, sí es cierto, que en los últimos años se han vivido grandes mejoras.
PROTOCOLOS DE INGRESO EN ESPAÑA
Un paciente que es ingresado de forma no voluntaria en el hospital por un brote psicótico o algún otro tipo de problema de salud mental recuerda en ocasiones esta situación como una mala experiencia. En estas unidades todavía existe cierta estigmatización y desconocimiento social sobre medidas como las de contención, muy criticadas y que son fuente de conflicto social.
“Es importante que se haga una buena supervisión para evitar que los pacientes estén en una situación de contención más tiempo del necesario”
Actualmente, como destaca Gutiérrez Rojas, en lugares como Andalucía existe planes de contenciones cero, es decir, “su uso se establece solo cuando es imposible evitar de otra forma que los pacientes se hagan daño así mismos o a terceros”. En general, a través de medicación, vigilancia y técnicas de desescalada verbal se suele prevenir estas situaciones. “Es importante que en este sentido se haga una buena supervisión para evitar que los pacientes estén en una situación de contención más tiempo del necesario”.
Los censos, destaca Gutiérrez Rojas, son también necesarios porque permiten “analizar las situaciones de contención, conocer cuándo los pacientes se han sentido agredidos y obtener herramientas para mejorar la atención”. “Se ha avanzado mucho en la atención de estos pacientes, los fallecimientos en las unidades son muy poco frecuentes, pero faltan más recursos para dar respuestas integrales a estos pacientes”, concluye.