El Ministerio de Sanidad publicaba este viernes la oferta de plazas FSE para el curso 2023/2024. Un año más se batía récord de plazas convocadas. Pero la realidad de la sanidad española actual no garantiza que todos aquellos que optan por esta vía de formación terminen consiguiendo trabajo de su especialidad. El futuro profesional de gran parte de los residentes MIR de nuestro país continua siendo incierto.
Al finalizar la residencia muchos profesionales no obtienen plaza en el hospital en el que la estudiaron, ni siquiera como médico de su especialidad en otro centro. Algunos optan por realizar otra residencia con una especialización distinta, otros buscan trabajo en la sanidad privada e incluso hay quien se decide por emigrar para conseguir trabajo en otro país.
El número de plazas de FSE ofertadas ha aumentado un 4% respecto al año anterior alcanzando las 429 plazas
Antes de la publicación de las plazas de FSE, el ministerio recibe las recomendaciones de la Comisión Nacional de la Especialidad y de las CCAA. En la comisión están representantes de las sociedades científicas, colegios de médicos, comunidades autónomas y la Organización Médica Colegial. El Dr. José Luis García, Coordinador del Área de Cirugía Torácica de SEPAR y miembro de la Comisión Nacional de Cirugía Torácica indica que “la solicitud de plazas que la comisión recomienda ofertar corresponde a un análisis que se hace de la situación de necesidad dentro de cinco años, teniendo en cuenta las plazas de especialista que quedarán libres cuando terminen su periodo formativo. Las comisiones calculan el número de jubilaciones que habrá dentro de cinco años y cuentan con un porcentaje que se puedan dar de baja o abandonar la especialidad para realizar la recomendación del número de plazas. Pero somos un órgano consultivo, no vinculante”. El ministerio fija de la oferta de plazas FSE tras consultar a la Comisión Nacional de la Especialidad y escuchar las solicitudes de las comunidades autónomas.
En el caso de la especialidad de Cirugía Torácica este año el ministerio ha ofertado 6 plazas menos que el año anterior, 23 plazas respecto a las 29 del curso 2022/2023. Las previsiones indican que de los en torno a 300 profesionales que en España se dedican a este ámbito, dentro de cinco años, no habrá jubilaciones por lo que no habría relevo de profesionales. En esta línea, el Dr. García apunta que “el sistema no puede asumir el aumento del 10% las plantillas año a año. Hay especialidades en las que hace falta formar muchos residentes. Pero hay otras que no”.
Otro ámbito importante a tener en cuenta es la calidad de la formación. En España hay 39 unidades acreditadas para la docencia de Cirugía Torácica. “Hay especialidades que requieren una alta complejidad, como la cirugía torácica, la cirugía cardíaca o la neurocirugía. En estas especialidades donde saques una plaza de residente tienes que estar seguro que la formación va a ser la adecuada en volumen, en número de casos. Si un servicio de residentes, por ejemplo, no tiene capacidad por volumen quirúrgico, para formar a un residente por año, ese residente saldría peor formado. Hay especialidades que tienen mucho mayor volumen quirúrgico, como cirugía digestiva, pero en nuestro ámbito es muy especifico y debemos asegurar una buena formación y eso se asegura con volumen”, apunta García.
Sólo las especialidades de Cirugía Torácica y Cirugía Pediátrica han reducido su oferta de plazas en esta convocatoria de FSE
Por estos motivos, desde la Comisión Nacional de Cirugía Torácica “se pide que haya menos plazas de las que sacan. Hace 20 años se publicaban en España 7 plazas de la especialidad de Cirugía Torácica. Y cada año que pasa se han sacado más plazas. En especialidades como la cirugía torácica, el número de especialistas que conforman las unidades es limitado, tienen de media cinco especialistas en el servicio. Otros servicios de neumología pueden tener más de 20”, señala el doctor.
No todos los hospitales disponen de unidades de cirugía torácica, y ésta tampoco se incorpora en los hospitales de nueva creación, lo que apuntan es otra razón más para no necesitar ampliar la plantilla de esta especialidad en números tan elevados cada año. El Dr. García señala que “lo que hace falta es que los que salgan estén bien formados. Y que se calcule bien para que no haya una bolsa de desempleo que haga que el especialista formado en cirugía torácica tenga que hacer otra especialidad. O tenga que salir de España. Porque se invierte mucho esfuerzo y dinero en formar a alguien que al final se te va. Y eso una pena para todos”.