El Ministerio de Ciencia e Innovación ha publicado en las últimas horas su informe correspondiente al año 2023 sobre “Científicas en Cifras”. Con esta estadística, desde el ministerio se trata de dar una visión sobre la presencia de las mujeres en este ámbito. Diana Morant, ministra en funciones de Ciencia e Innovación, firma la presentación de este informe, en la que recalca que “es necesario aumentar el número de mujeres que trabajan y lideran en el campo de las ciencias y las tecnologías, ámbitos decisivos para dar respuesta a los grandes retos contemporáneos”.
La vocación científica, donde todo comienza. En primer lugar el informe ofrece una visión sobre el acceso a la educación en ciencia, en este caso en el ámbito de Ciencias de la Salud. Si atendemos a los estudios universitarios, podemos ver que las alumnas representan el 71,8% del total de alumnado en la rama de Ciencias de la Salud. Un porcentaje muy llamativo si lo comparamos con, por ejemplo, la rama de ingeniería y arquitectura, en el que representan un 26,5% del estudiantado.
En este caso concreto de la enseñanza, el informe indica que “será importante el fomento de vocaciones relacionadas con la salud en los hombres”, pues se encuentran “infrarrepresentados”. De hecho, las mujeres representan casi 3 de cada 4 estudiantes en los estudios de grado y primer y segundo ciclo de Ciencias de la salud (el 71,8%). En el caso de estudio de Máster, el porcentaje de alumnas también supera el 70%, y en el Doctorado, los alumnos tan sólo alcanzan un 37,7%.
Será importante el fomento de vocaciones relacionadas con la salud en los hombres, pues se encuentran infrarrepresentados
Participación en el mercado laboral, el siguiente paso. Desde el ministerio se ofrece también un repaso sobre el empleo en Ciencias de la Salud. En 2021 las investigadoras se concentraron fundamentalmente en Ciencias sociales (el 31,0%) y en las Ciencias médicas (22,6%). Con ello, más de la mitad de las investigadoras españolas trabajan en estas áreas. En este caso, el número de investigadoras en salud también es más alto que el de investigadores. En cuanto al personal técnico y auxiliar en relación con el personal investigador, vemos que, por cada hombre, hay dos mujeres.
Participación en la investigación, el progreso en la carrera profesional. Las profesionales de las Ciencias de la Salud pueden ejercer su labor investigadora en los organismos públicos de investigación o en las universales (además de en el ámbito privado). En este caso, en el que se concentra el 60% del personal investigador en España, cabe destacar las categorías de investigación, que son cuatro (de la A, que es el nivel de los puestos más altos y mejor retribuidos, hasta la D, que es el menor). Aquí es donde encontramos el verdadero escollo para las mujeres: el techo de cristal.
“A medida que aumenta el nivel del puesto y, por tanto, la retribución del mismo, el número de mujeres disminuye mientras el de hombres crece en puestos de responsabilidad”. Este techo se hace más notable conforme los puestos son más altos, es decir, es mayor en la categoría A que en la D. Cuando analizamos el índice de techo de cristal por áreas científico-tecnológicas, en el curso 2020-2021 este es mayor en Ciencias sociales (1,71), seguido de Ciencias médicas y de la salud, (1,64). Si hasta este momento en el que se desarrolla la carrera profesional vemos que es un sector muy feminizado, es llamativo este nivel de infrarrepresentación en los grados de más nivel.
A medida que aumenta el nivel del puesto y, por tanto, la retribución del mismo, el número de mujeres disminuye
Agenda científica, la participación de las investigadoras en las convocatorias de ayudas a la I+D. El ministerio también analiza la proporción de mujeres como colaboradoras científicas en los paneles científico-técnicos en los que se recibe financiación. En Ciencias médicas y de la salud, el porcentaje de mujeres en las solicitudes asciende hasta el 62,4% (37,6% de hombres), y el 60% en las ayudas concedidas (40% de hombres).
Así, y en definitiva, “se sigue constatando un claro desequilibrio de género por ramas de enseñanza”: las mujeres representan casi 3 de cada 4 estudiantes en los estudios de grado y primer y segundo ciclo de Ciencias de la salud. Además, a medida que avanza la carrera investigadora, la proporción de mujeres desciende, y sólo 1 de cada 4 mujeres ostenta el puesto de grado A (puesto más alto). Igualmente, las mujeres siguen sin participar de forma plena en la toma de decisiones en el sistema de ciencia. Aunque en los dos últimos años, las mujeres han aumentado su representación en los puestos de rectora, decana o directora de centro y vicerrectora, siguen estando infrarrepresentadas en los tres cargos. En 2021, hubo 19 rectoras (25%), 333 decanas o directoras de centro (37%) y 240 vicerrectoras, el 33%.
Ante esta situación, desde el ministerio se han determinado algunas líneas de actuación en las que “se recomienda seguir avanzando”. Una de ellas sería reformar el contenido sobre igualdad y la perspectiva de género en la formación del alumnado y profesorado en todos los niveles de educación; poner en marcha medidas de acciónpositiva en las convocatorias de proyectos de I+D; implementar medidas para eliminar los sesgos de género de los procesos de selección y evaluación; diseñar, implementar y hacer seguimiento de planes de igualdad y protocolos frente al acoso sexual y por razón de sexo; poner en marcha del Distintivo de igualdad en I+D+I para universidades y centros de investigación; establecer mecanismos para el seguimiento del cumplimiento de las medidas previstas en materia de igualdad; y monitorizar, en el marco del Observatorio Mujeres, Ciencia e Innovación, el nivel de cumplimiento e implementación de las políticas, planes y medidas de igualdad.