El Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España (CGE) ha elaborado una infografía con recomendaciones para aquellas enfermeras que hayan sufrido o sufran acoso sexual o acoso por razón de sexo. A primeros de octubre la prestigiosa revista ‘The Lancet’ publicó un artículo con participación de enfermeras españolas en el que se ponía de manifiesto que tres de cada cuatro mujeres han sufrido acoso sexual en el ámbito sanitario en España.
“En una profesión tan feminizada como la nuestra, con un 85% de mujeres, siempre hemos sido conscientes del machismo que miles de enfermeras experimentan a diario en su puesto de trabajo, por el mero hecho de ser mujeres. Pero pese a saberlo, no imaginábamos la enorme magnitud del problema que desvela este estudio”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
“Hablamos de comentarios inapropiados, ofensivos y humillantes, donde las insinuaciones sexuales no deseadas y la petición de favores sexuales están a la orden del día"
Además, ha añadido en línea con lo expuesto en la infografía, que “no se callen, que denuncien”, y en el caso de las personas que son testigos de este acoso y las instituciones que también lo hagan.
En primer lugar, detallan que el acoso sexual se trata de cualquier comportamiento no deseado, verbal o físico, de naturaleza sexual. Entre los que se incluyen las bromas, insinuaciones o proposiciones, fotos sugestivas, llamadas o mensajes con contenido sexual, contacto físico deliberado y no solicitado, o acercamiento innecesario.
“Hablamos de comentarios inapropiados, ofensivos y humillantes, donde las insinuaciones sexuales no deseadas y la petición de favores sexuales están a la orden del día, pero también de abusos físicos, como tocamientos, manoseos, besos y abrazos inoportunos; y no sólo procedentes de pacientes, sino también, y casi en mayor medida, de compañeros o superiores”, indica Raquel Rodríguez, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería.
Según apunta la vicepresidenta del CGE el panorama actual es “desolador”, pero aclara que es necesario no normalizar el acoso y justificar estos comportamientos “frente a os que debemos tener tolerancia cero”, y a los que se deben poner fin.
Es posible presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, ante la Policía o el Juzgado de Guardia
Entre las recomendaciones dirigidas a las enfermeras se incluyen mostrar ante el acosador el malestar por lo que ocurre, recabar pruebas, y compartir la situación con otras personas. Además de presentar una queja ante el delegado de prevención de riesgos o al responsable de RR. HH, ya que todos los centros deben contar con un protocolo para la prevención del acoso.
También se pone a disposición de las enfermeras la asesoría jurídica de los colegios provinciales de enfermería donde pueden solicitar asesoramiento, así como en el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades. Además, recuerdan que es posible presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, ante la Policía o el Juzgado de Guardia.