Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo, el Consejo General de Enfermería (CGE) ha lanzado la campaña #Enfermeras8M. Se trata de una iniciativa con la que buscan romper el doble techo de cristal que, aseguran, sufren estas profesionales, que se encuentran encasilladas no solo por el hecho de ser mujeres -es una profesión con una feminización del 84%-, sino también por estar encuadradas una categoría administrativa “inferior a la que les corresponde”.
“El 8 de marzo las enfermeras recordamos un doble hecho: Por un lado nuestro patrón, San Juan de Dios, con el que celebramos la entrega por los demás, la ayuda y el valor de nuestros cuidados como profesión. Pero al ser un colectivo con casi un 85% de mujeres, por nuestra condición también conmemoramos nuestra lucha por la participación social, por la igualdad entre hombres y mujeres en la sociedad, y por nuestro desarrollo interno como persona”, explica Raquel Rodríguez Llanos, vicepresidenta primera del CGE.
“Esta doble condición también nos coloca en una situación muy comprometida y vulnerable ante la sociedad y ante los entornos de trabajo que es preciso atajar”, añade. Así, comenta Rodríguez Llanos, “el 8M es un día para visibilizar y defender la situación de las mujeres, de las mujeres enfermeras, para eliminar los estereotipos de género, velar por su respeto y prestigio, y por la equidad de oportunidades sin discriminación en el ejercicio de la profesión, teniendo en cuenta la perspectiva de género, rompiendo los techos de cristal”.
"Para romper con ese doble techo de cristal hace falta compromiso y ser conscientes de la situación que viven las enfermeras"
Por ello, durante este 8 de marzo, el Consejo General de Enfermería cambiará su logo habitual y lo pondrá de color morado. De igual manera, a lo largo del día difundirán creatividades en redes sociales y animarán a los usuarios a unirse a su iniciativa a través del hashtag #enfermeras8M. “Para romper con ese doble techo de cristal hace falta compromiso y ser conscientes de la situación que viven las enfermeras, sometidas a mucho estrés y mucha sobrecarga laboral que se ve agravada por su doble condición, lo que puede comprometer tanto su salud como su desarrollo profesional”, reivindica Rodríguez Llanos.
Por su parte, el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, se ha reunido con las principales autoridades sanitarias en los últimos años, buscando su ascenso de categoría: “Es injusto que las enfermeras estén limitadas por pertenecer a una categoría que no les corresponde y que les impide el desarrollo profesional pleno. Seguiremos reivindicando a todos los niveles de las instituciones sanitarias la necesidad de que la enfermería tenga la calificación de A1”.
“Resulta fundamental que nos posicionemos con una doble intencionalidad de transformación social, no sólo para romper esos techos de cristal que tienen como enfermeras, sino que aparte de su desarrollo profesional, como mujeres, se sientan seguras, hacerlas visibles como mujeres y enfermeras y en cómo las limita ese doble techo de cristal. Como mujeres, arrastramos todo el rol que lleva la mujer en los distintos entornos, no sólo familiares, también sociales, políticos, profesionales, laborales… Pero como enfermeras, en el ámbito sanitario también estamos muy limitadas por la propia estructura social, que nos impide tener un desarrollo igual que tienen los hombres y que tienen otras profesiones sanitarias”, insiste la representante del CGE.