La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato de Enfermería Satse, no formarán parte de la Comisión para negociar la jubilación anticipada de los profesionales sanitarios del Sistema Nacional de Salud. Aunque este órgano aún no está constituido, se conoce que formarán parte de él Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores, si bien los sindicatos profesionales no estarán presentes.
Sorprende que ambos sindicatos no estén incluidos, cuando la materia les afecta directamente e incluso han reivindicado la jubilación voluntaria. Es el caso de CESM, que a principios de año presentaba una propuesta ampliada de jubilación anticipada para aquellos médicos que realizaran trabajo nocturno, entre el que se incluyen las guardias de 24 horas.
Por su parte, Satse también defiende la jubilación de forma voluntaria y anticipada de los profesionales de Enfermería, ya que daría respuesta a la problemática que les supone seguir trabajando en condiciones especialmente penosas y duras.
Según informa el sindicato enfermero a ConSalud.es, “las especiales y especificas condiciones laborales de los profesionales de nuestro sistema sanitario requieren que se constituya una comisión específica para valorar y evaluar las circunstancias extraordinarias que justifiquen la aplicación de coeficientes reductores. En esta, deben formar parte las organizaciones más representativas y con más presencia en el sector, caso del Sindicato de Enfermería”.
"Somos nosotros, como representantes de los profesionales sanitarios, los que tenemos un diagnóstico claro y real de las especialmente penosas, tóxicas y peligrosas condiciones que sufren las enfermeras"
Y es que son las organizaciones profesionales – como Satse o CESM – las que tienen un “mejor y más real conocimiento de la realidad laboral de los trabajadores de su sector”. Por este motivo, “su participación en este tipo de órganos es clave y decisiva para obtener los objetivos planteados sin ‘contaminación ni artefactos’ que desvirtúen la realidad profesional de nuestros compañeros y compañeras”.
“Somos nosotros, como representantes de los profesionales sanitarios, los que tenemos un diagnóstico claro y real de las especialmente penosas, tóxicas y peligrosas condiciones que sufren las enfermeras y enfermeros a lo largo de sus más de 45 años de trayectoria laboral”, apunta Satse. Por ello, no constituir una comisión específica para el sector sanitario sería un “grave error”. “Incluir solo a los sindicatos de clase supondría una clara discriminación y una falta de respeto a la libertad sindical, además de hacia las enfermeras y enfermeros, los cuales, en una gran mayoría, no se siente representados por estas organizaciones sindicales de clase”, asegura el sindicato.
Por su parte, el CESM recuerda que en el establecimiento de las normas generales, según la ley general de la Seguridad Social, ambos sindicatos “ya estaban excluidos”, una vez que en el marco general de la negociación donde se establecen los criterios y coeficientes reductores, CESM no está presente.
Con todo, “la aplicación posterior a cada sector se inicia entre la Administración correspondiente y las organizaciones más representativas de ese sector, y ahí estamos capacitados para estar como parte de la Federación de Sindicatos de Sanidad y Educación, donde representamos casi al 30% de la organización sanitaria”, insiste CESM.
Los profesionales reclaman la jubilación anticipada, entre otros aspectos, por la elevada morbimortalidad del sector sanitario y la merma de sus capacidades físicas y psíquicas conforme avanzan en edad
“Que no estemos en esa articulación de los procedimientos generales no impide que estemos en contacto con la Administración para hacerle llegar nuestras propuestas y se haga valer nuestro criterio, y esto ya lo estamos llevando a cabo”, concluye la Confederación.
JUBILACIÓN VOLUNTARIA A LOS 66 AÑOS
El pasado marzo, cientos de sanitarios de toda España se concentraban frente al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para pedir al ministro José Luis Escrivá que permita la jubilación anticipada de los profesionales sanitarios y sociosanitarios a los 60 años, una vez que las condiciones del trabajo son de “penosidad, peligrosidad, toxicidad e insalubridad”.
Además, los profesionales insisten en la elevada morbimortalidad del sector sanitario y la merma de sus capacidades físicas y psíquicas conforme avanzan en edad. Y es que a partir de cierta edad, la vista falla, los temblores están a la orden del día y las condiciones físicas no son las mismas, lo cual no solo redunda en el profesional, sino en el servicio ofrecido al paciente.