Miles de médicos de todas las provincias españolas han llegado hoy hasta Madrid para concentrarse a las puertas del Ministerio de Sanidad para manifestar su rechazo al borrador del Estatuto Marco. Entre sentimientos de desilusión y decepción, representantes de diversas organizaciones sindicales han reclamado unas condiciones laborales que no sólo reconozcan el trabajo digno de los profesionales en activo y eviten la marcha de profesionales fuera de España, sino que inviten a quienes emigraron a regresar.
En un manifiesto leído por el miembro del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada (SIMEG), Vicente Matas, se ha defendido la profesión médica recordando los sacrificios que los sanitarios han realizado en momentos como la pandemia. “No podemos seguir ignorando que la cuarta economía de la Unión Europea, mantenga retribuciones a sus profesionales médicos y titulados superiores, como si fuera la cuarta economía por la cola”, indica Matas. Ante esta situación, “la profesión médica en España ha llegado a una encrucijada”, en la que se debe elegir entre considerar a los médicos “meros trabajadores” o los considera “profesionales de alta cualificación y peculiaridades que exigen un tratamiento diferenciado para mantener unas condiciones de salud óptimas”.
El manifiesto reclama el reconocimiento a tener un ámbito de negociación propio con las administraciones central y autonómica así como el establecimiento de límites razonables en las cargas de trabajo y retribucionesacordes a la responsabilidad y a la alta cualificación necesaria. Unas reclamaciones que consideran “posibles” puesto que, recuerdan, “jueces y fiscales disponen de su propio marco estatutario y más llamativo porque el gobierno está a punto de aprobar el Estatuto del Becario”.
“El borrador del Estatuto Marco que la ministra Mónica García nos ha presentado es un ataque directo a nuestras condiciones laborales”
“Es hora de reclamar un Estatuto Propio que recoja nuestras especiales características laborales: una mejor regulación de la jornada laboral, que no discrimine negativamente y nos fuerce a colgar la bata; un régimen de incompatibilidades que penalice ni retenga el talento a base de imposición; así como una clasificación profesional coherente con los requisitos de formación y responsabilidad de la profesión”, expresó Matas. “Es la hora del cambio y haremos todo lo que sea necesario para conseguirlo”, concluye.
La secretaria de Atención Hospitalaria de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), María José García Mateos, indicó que “el borrador del Estatuto Marco que la ministra Mónica García nos ha presentado, es un ataque directo a nuestras condiciones laborales, nuestra estabilidad y la calidad asistencial que ofrecemos a los pacientes”, y recordó a la titular de Sanidad que “aunque no quiera recibirnos, nuestra voz se va a oir”. “Hemos dicho basta a la toma de decisiones que afectan a nuestra profesión sin contar con nosotros”, asevera García Mateos.
“Siempre hay margen para negociar y todo depende de la voluntad del Ministerio”
Desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) sostienen, que la única solución para que el sistema de salud retenga y fidelice a unos médicos que se sienten cada vez más maltratados por la Administración, pasa por establecer unas condiciones laborales que se regulen de manera específica en un Estatuto de la Profesión Médica. Una regulación singular que el ministerio se niega a realizar, aunque Mónica García abría hoy la puerta a incorporar un "capítulo dedicado a las particularidades" de los médicos, pero sin "diferenciar, segregar o atomizar" en el texto al resto de los profesionales.
El secretario general de la CESM, Víctor Pedrera, ha aludido a la ministra para invitarle a plantear “un documento que recoja las necesidades del colectivo médico, negociado con los médicos”, algo que afirma, debe entender con la movilización que se ha producido. “Siempre hay margen para negociar y todo depende de la voluntad del Ministerio”, expresa Pedrera.
"No es aceptable ni comprensible que en un país donde se defiende la jornada de 37,5 horas semanales, a los médicos se les impongan jornadas de 48 horas con guardias pagadas por debajo de la hora ordinaria, no computen para la jubilación así como otros agravios que hacen que el colectivo médico se haya soliviantado”, concluye.