El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha inaugurado esta semana su Delegación del Govern en los Países Nórdicos, cuya sede estará en Copenhague (Dinamarca). Con esta, la autonomía contará con hasta 12 “embajadas” en el exterior, cuyo presupuesto asciende, según los presupuestos de Cataluña de 2017, hasta los 6,5 millones de euros.
De esta forma, y aunque Cataluña incrementó en 2017 su presupuesto en Sanidad en 408 millones de euros, la cifra no permitirá recuperar la dotación de camas hospitalarias que se han recortado en los últimos años. De hecho, desde 2012, Cataluña ha perdido casi 800 camas hospitalarias en funcionamiento, según los últimos informes del Sistema Nacional de Salud (SNS), y un estudio de Comisiones Obreras señalaba que Cataluña había liderado los recortes en camas hospitalarias entre 2010 y 2014, en los que la autonomía perdió2.079 plazas de hospital.
RECORTES EN PERSONAL SANITARIO
Por otro lado, y en lo que respecta a los presupuestos catalanes de 2017, el Departamento de Salud de Toni Comín ha elevado un 2,3% su partida para la dotación de personal en el ámbito de la salud. En la práctica, sin embargo, esto supone incrementar la plantilla en 1.637 efectivos respecto al año 2015, lo tampoco servirá para cubrir los 4.800 empleos que se perdieron sólo en el Instituto Catalán de Salud (ICS) entre el 2010 y el 2015, según los datos oficiales del último Plan de ordenación de Recursos Humanos de la institución catalana.
Además, tanto el Colegio de Médicos de Barcelona como el Sindicato Médico de Cataluña denunciaron que los presupuestos catalanes suponían un "menosprecio" al personal médico, por la rebaja a la mitad del complemento de productividad variable por objetivos (DPO) y la devaluación de la carrera profesional que supone.
Según un informe de Comisiones Obreras, Cataluña lideró el recorte de camas hospitalarias entre los años 2010 y 2014
La cifra, además, supone un incremento del 30% respecto al año anterior, duplica el presupuesto de 2015 (fue de 3 millones de euros) y se triplica respecto al de 2014 (2,2 millones, según los presupuestos oficiales). La tendencia, sin embargo, dista mucho de asemejarse a las dotaciones destinadas a la sanidad, uno de los grandes quebraderos de cabeza del Ejecutivo catalán, tanto por loscolapsos hospitalarios, como por las listas de espera o las quejas de los profesionales.De esta forma, y aunque Cataluña incrementó en 2017 su presupuesto en Sanidad en 408 millones de euros, la cifra no permitirá recuperar la dotación de camas hospitalarias que se han recortado en los últimos años. De hecho, desde 2012, Cataluña ha perdido casi 800 camas hospitalarias en funcionamiento, según los últimos informes del Sistema Nacional de Salud (SNS), y un estudio de Comisiones Obreras señalaba que Cataluña había liderado los recortes en camas hospitalarias entre 2010 y 2014, en los que la autonomía perdió2.079 plazas de hospital.
RECORTES EN PERSONAL SANITARIO
Por otro lado, y en lo que respecta a los presupuestos catalanes de 2017, el Departamento de Salud de Toni Comín ha elevado un 2,3% su partida para la dotación de personal en el ámbito de la salud. En la práctica, sin embargo, esto supone incrementar la plantilla en 1.637 efectivos respecto al año 2015, lo tampoco servirá para cubrir los 4.800 empleos que se perdieron sólo en el Instituto Catalán de Salud (ICS) entre el 2010 y el 2015, según los datos oficiales del último Plan de ordenación de Recursos Humanos de la institución catalana.
Además, tanto el Colegio de Médicos de Barcelona como el Sindicato Médico de Cataluña denunciaron que los presupuestos catalanes suponían un "menosprecio" al personal médico, por la rebaja a la mitad del complemento de productividad variable por objetivos (DPO) y la devaluación de la carrera profesional que supone.