Dejar de estigmatizar el error médico, cambiar la cultura sanitaria que genera expectativas exageradas y aprobar un baremo de indemnizaciones en casos de negligencia médica son algunas de las recomendaciones que recoge un informe elaborado por la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas) y la Organización Médica Colegial (OMC). El documento se ha presentado en Barcelona, en el XVII Congreso Sespas, para que la gestión de la iatrogenia, la alteración especialmente negativa del estado del paciente producida por el médico, se convierta en una prioridad de las políticas sanitarias del país.
Según el último informe elaborado por el Ministerio de Sanidad, el Estudio Eneas de 2006, la incidencia estimada de pacientes con efectos adversos ligados a la hospitalización fue del 9,3 %, mientras que el riesgo de sufrir un evento adverso en unidades de cuidados intensivos llegaba hasta el 40 %. Por otro lado, según datos de la OCDE, el 15 % del gasto de la actividad hospitalaria en los países desarrollados está relacionado con errores y daños relacionados con la asistencia sanitaria.
Sin embargo, desde Sespas y la OMC han pedido que "no se estigmatice el error", pues "pensar que no vamos a cometer errores es una estupidez", ya que "el propio progreso médico va acompañado de una mayor capacidad para producir efectos adversos".
En este sentido, Segura ha señalado que para proteger tanto a los profesionales de la salud como a los pacientes y evitar que se realice "medicina defensiva", es decir "la desviación de la buena práctica médica por temor al litigio", se debería aprobar cuanto antes el nuevo baremo de indemnizaciones en casos de iatrogenia. El presidente de la OMC, Serafín Romero, ha explicado que en 2014 el Consejo Asesor de Sanidad presentó al Gobierno un baremo de indemnizaciones a las víctimas de errores médicos, que no fue tomado en cuenta por el Ministerio de Sanidad a pesar de que "podría ayudar a disminuir el sobrediagnóstico", que deriva en malas prácticas.
Hoy en día, ante la ausencia de este baremo, las indemnizaciones en casos de negligencia médica se calculan basándose en el baremo de los accidentes de tráfico, lo cual supone una situación de inestabilidad para los profesionales de la salud, pues no toma en cuenta alrededor de 111 casos de mala praxis y establece sanciones desproporcionadas.
En este sentido, el informe señala que es necesario cambiar "una cultura médica y sanitaria muy condicionada por el consumismo", que provoca que "los profesionales queden a merced de los intereses cortoplacistas de grupos de presión y corporaciones". El informe sobre la iatrogenia en España es el resultado de dos años de trabajo conjunto de Sespas y la OMC, con el que esperan que "instituciones, entidades profesionales y administración sanitaria colaboren para poner a la iatrogenia en la agenda política del país".
"Nos preocupa mucho el daño que se puede producir por las intervenciones médicas, se trata de un problema principal de salud pública "
El representante del grupo de trabajo del informe, Andreu Segura, ha asegurado que desde las organizaciones de profesionales de la salud "nos preocupa mucho el daño que se puede producir por las intervenciones médicas, tanto, que no hay duda de que se trata de un problema principal de salud pública".Según el último informe elaborado por el Ministerio de Sanidad, el Estudio Eneas de 2006, la incidencia estimada de pacientes con efectos adversos ligados a la hospitalización fue del 9,3 %, mientras que el riesgo de sufrir un evento adverso en unidades de cuidados intensivos llegaba hasta el 40 %. Por otro lado, según datos de la OCDE, el 15 % del gasto de la actividad hospitalaria en los países desarrollados está relacionado con errores y daños relacionados con la asistencia sanitaria.
Sin embargo, desde Sespas y la OMC han pedido que "no se estigmatice el error", pues "pensar que no vamos a cometer errores es una estupidez", ya que "el propio progreso médico va acompañado de una mayor capacidad para producir efectos adversos".
En este sentido, Segura ha señalado que para proteger tanto a los profesionales de la salud como a los pacientes y evitar que se realice "medicina defensiva", es decir "la desviación de la buena práctica médica por temor al litigio", se debería aprobar cuanto antes el nuevo baremo de indemnizaciones en casos de iatrogenia. El presidente de la OMC, Serafín Romero, ha explicado que en 2014 el Consejo Asesor de Sanidad presentó al Gobierno un baremo de indemnizaciones a las víctimas de errores médicos, que no fue tomado en cuenta por el Ministerio de Sanidad a pesar de que "podría ayudar a disminuir el sobrediagnóstico", que deriva en malas prácticas.
Hoy en día, ante la ausencia de este baremo, las indemnizaciones en casos de negligencia médica se calculan basándose en el baremo de los accidentes de tráfico, lo cual supone una situación de inestabilidad para los profesionales de la salud, pues no toma en cuenta alrededor de 111 casos de mala praxis y establece sanciones desproporcionadas.
"Es necesario cambiar una cultura sanitaria condicionada por el consumismo", que provoca que "los profesionales queden a merced de los intereses cortoplacistas de grupos de presión y corporaciones"
La presidenta de Sespas, Beatriz González, ha asegurado que la iatrogenia es "un problema invisible, pero real, y que hace mucho daño" y ha agregado que "hemos de intentar hacerlo visible, haciendo que aparezca en los planes de estudio de los profesionales sanitarios y en los programas de investigación académicos". Según González, también es importante dejar claro que "la iatrogenia va más allá del daño que se hace al paciente" y no siempre tiene que ver con una negligencia, sino que muchas veces se presentan denuncias en casos donde "el paciente tiene expectativas irreales de lo que la medicina puede hacer por ellos".En este sentido, el informe señala que es necesario cambiar "una cultura médica y sanitaria muy condicionada por el consumismo", que provoca que "los profesionales queden a merced de los intereses cortoplacistas de grupos de presión y corporaciones". El informe sobre la iatrogenia en España es el resultado de dos años de trabajo conjunto de Sespas y la OMC, con el que esperan que "instituciones, entidades profesionales y administración sanitaria colaboren para poner a la iatrogenia en la agenda política del país".