La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que acompaña a los pacientes a lo largo de toda su vida. Se trata de la modalidad de diabetes más extendida e implica un alto nivel de azúcar (glucosa) en la sangre. Es debida a que la insulina no logra hacer llegar de manera oportuna el azúcar hasta las células.
En los últimos años las investigaciones para mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren esta enfermedad han sido notables. Recientemente un estudio publicado en 'British Journal of Sports Medicine' afirma que caminar a una velocidad de 4 kilómetros por hora o más está relacionado con un riesgo significativamente menor de diabetes tipo 2. Tras un análisis de datos agrupados de las pruebas disponibles cuanto mayor es la velocidad por encima de los 4 km/hora, menor parece ser el riesgo, ya que cada aumento de 1 km en la velocidad se asocia con una reducción del 9% en el riesgo.
El número mundial de adultos con diabetes de tipo 2 es actualmente de 537 millones, pero se espera que alcance los 783 millones en 2045, por lo que una actividad física sencilla y barata que también está asociada a otros beneficios sociales, mentales y físicos para la salud, podría ser una forma fácil de ayudar a prevenir la enfermedad, añaden. Los investigadores afirman que, aunque salir a pasear con regularidad se asocia a un menor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, no está claro cuál es la velocidad óptima para prevenir la enfermedad.
Pasear a menos de 3 km/h se asociaba con un riesgo del 15% menor de diabetes tipo 2, independientemente del tiempo dedicado a caminar.
Los autores buscaron estudios pertinentes a largo plazo publicados hasta mayo de 2023 y hallaron 10 aptos para su inclusión. Todos ellos se habían publicado entre 1999 y 2022 e incluían periodos de seguimiento de entre 3 y 11 años para un total de 508.121 adultos de Estados Unidos, Japón y Reino Unido. El análisis conjunto de los datos de los resultados mostró que, en comparación con pasear a menos de 3 km/h, una velocidad media o normal de 2-3 millas o 3-5 km/h se asociaba con un riesgo un 15% menor de diabetes tipo 2, independientemente del tiempo dedicado a caminar.
Del mismo modo, caminar a una velocidad de 3-4 millas/hora o 5-6 km/hora se asoció con un riesgo un 24% menor de diabetes tipo 2 en comparación con pasear. Caminar a paso ligero o dar zancadas a una velocidad superior a 4 millas o 6 km/hora se asoció a una reducción del riesgo de alrededor del 39%, lo que equivale a 2,24 casos menos de diabetes de tipo 2 por cada 100 personas. Cada aumento de 1 km/h en la velocidad de marcha se asoció a un riesgo un 9% menor de diabetes de tipo 2, con un umbral mínimo de 4 km/h igual a 87 pasos/min para los hombres y 100 pasos/min para las mujeres, sugieren las conclusiones.
Los investigadores reconocen que tres estudios se calificaron con un riesgo moderado de sesgo, mientras que los otros siete se calificaron con un riesgo grave, principalmente debido a un ajuste inadecuado de los factores potencialmente influyentes y a la forma en que se había evaluado la velocidad de la marcha.
Caminar a paso bastante ligero independientemente del volumen o del tiempo dedicado a caminar, puede estar asociado con un menor riesgo de diabetes tipo 2
Otro factor a tener en cuenta es la causalidad inversa, según la cual los participantes con una velocidad de marcha más rápida podrían tener más probabilidades de ser físicamente activos y tener un mejor estado cardiorrespiratorio, una mayor masa muscular y un mejor estado de salud general. "El presente metaanálisis de estudios de cohortes sugiere que caminar a paso bastante ligero y a paso ligero/con zancadas, independientemente del volumen total de actividad física o del tiempo dedicado a caminar al día, puede estar asociado con un menor riesgo de diabetes tipo 2 en adultos", concluyen.
La velocidad al caminar es un indicador importante de la salud general y un indicador clave de la capacidad funcional; una mayor velocidad al caminar se asocia a un mejor estado cardiorrespiratorio y una mayor fuerza muscular, factores ambos relacionados con el riesgo de diabetes; y caminar a paso ligero es bueno para perder peso, lo que ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina.